Salgo de mi ensimismamiento inicial tras un par de minutos, no tengo tiempo que perder. Guardo el arma del vigilante que momentos atrás dejé inconsciente y salgo de la habitación de vigilancia. Mi destino no está lejos, sin embargo sé que corro contra tiempo.
Me detengo por las esquinas de los pasillos para asegurarme de que no haya nadie en los alrededores, todo me está resultando demasiado fácil, tan fácil que me asusta.
Solo me encuentro con un par de guardias por el camino a los cuales neutralizó sin importarme nada, no era mi intención llegar a la violencia, pero para este punto me encuentro tan desesperado y asqueada por la manera en la que nos han estado tratando los humanos que me da igual.
En cuanto llegó a las celdas abro la puerta del lugar cuidadosamente, los humanos están concentrando en fila a un grupo de androides, aún quedan varios en las celdas contiguas.
En el grupo que están a punto de llevarse se encuentra Bill, lo que me hace sentir el impulso de ir corriendo en su ayuda, pero me contengo, si me dejó llevar por mis impulsos me van a terminar matando y así no voy a ayudar en nada.
Hay cuatro guardias dos conducen al grupo de androides y los otros vigilan al resto. Frente a mí hay un escrito que cubre un poco la entrada, lo aprovecho para ingresar a la habitación de la manera más inadvertida posible.
Empieza a avanzar el grupo de androides escoltados por los dos guardias, desaparecen tras una puerta doble, me acerco al guardia que tengo más cerca y lo dejo inconsciente.
El otro guardia se apunta en mi dirección, apenas me libró de la ráfaga de disparos, al final lo mató disparando contra su cabeza.
Los otros dos guardias salen de la habitación por dónde salieron, sin duda atraídos por los disparos. Me aproximó rápidamente a uno y tras darle un rodillazo en el estómago suelta su arma, el otro guardia dispara, pero colocó a su compañero frente a mí provocando que sea a él a quien le da la bala, aún con el humano frente a mí disparó un par de veces y mató al último guardia.
Los androides de las celdas me ven con curiosidad, no saben lo que está pasando, pero sin duda lucen muy agradecidos.
—Ahora los saco de ahí.— Digo dirigiendome a un panel al final de la hilera de celdas, colocó mi mano y con un mínimo esfuerzo logro abrir las celdas.
Con cierto temor los androides salen de las celdas mientras que yo me dirijo a la puerta por dónde se han llevado a Bill, él y los otros están ahí, a punto de entrar en una máquina extraña, no se que planeaban hacerles, pero me alegro haber llegado a tiempo. Con la respiración agitada abro la puerta, los androides ahí presentes se apresuran a salir, casi a empujones entró en el lugar.
—¡Bill!— llamó mirando a mi alrededor. ¡¿Bill, dónde estás?!
—Alex.— lo oigo al fondo de la habitación.
Algo en mi interior se agita intranquilo, me aproximó rápidamente a dónde oigo que proviene la voz. No tengo que caminar mucho ya que siento como se arroja a mis brazos.
Siento que se llena un hueco, pero sigo estando incompleta, de momento mi mayor preocupación es salir de ese lugar y buscar a Connor, no me puedo ir sin él.
—Pense que no vendrías.— Dice el niño aferrado a mi cintura.
—De ningúna manera iba a abandonarte, estaba muy preocupada, no podía dejar de pensar en ti.— Digo separándolo ligeramente de mí. —Hay que salir de aquí, no tenemos mucho tiempo.— Me giro a los otros androides que me ven con curiosidad, deben de saber que no tienen nada que temer y pronto estarán a salvó. —Markus y algunos miembros de Jericho están aquí, pronto acabará ésto.
ESTÁS LEYENDO
Keep on fighting
LosoweHa pasado un año desde la victoria en la Plaza Hart y solo estoy segura de tres cosas: La primera, nunca me hubiera podido imaginar que las cosas se pudieran ir al carajo de esta manera, la segunda, debo mantener con vida a todos los que me importan...