Camino con pasos tranquilos por los pasillos del edificio de militares, cruzo a varios cadetes, como así a sargentos dirigiendo a cada grupo, caigo en cuenta de la mirada atenta de los jóvenes en mí, al recaer en mi presencia que destaca en este sombrío lugar.
Apresuro el paso en cuanto a lo lejos logro divisar la figura alta y delgada de Parker, quién se encuentra de espaldas a mi, intercambiando palabras con un grupo de cadetes; al ir aproximándome logro distinguir una cabellera dorada bastante conocida, que sobre sale de entre los soldados. Al llegar al lado de mi hermano, todas las miradas se centran en mí, con suma curiosidad, observo las insignias que llevan puesto cada uno de los jóvenes cayendo en cuenta de que se trata de un grupo numeroso de soldados primero y cabos.
-¿Qué te trae por aquí?- la voz de Parker logra llamar mi atención.
-Traje los papeles que me has pedido.- pronuncio por lo bajo para que solo el me escuche.- y te traje el almuerzo, ya que conociéndote no vas a salir de aquí en un buen rato.- le tiendo una lonchera con una gran porción de tortilla de papa, y un sándwich de jamón y queso.
-Gracias.- me sonríe en forma de respuesta.
-Hola ¿Qué tal Isaac? ¿Cómo estás? ¿Yo?, muy bien, gracias por preguntar.- la voz sarcástica del rubio a unos pasos de distancia logra que la atención recaiga en él.
-Hola.- le saludo al borde de la risa.
-Al fin.- bufa, logrando que varios de los soldados suelten risas por lo bajo.
Me acerco hacia el, rodeando con mis brazos su cuello, en un fuerte abrazo, que el devuelve.
-¿Qué hacían?- interrogo con curiosidad, una vez que tomo distancia del rubio.
-Estamos organizando la tropa, para salir a entrenar.- informa el castaño.
-¿Y tú qué eres?- le pregunto al ricitos de oro, al ver la insignia que yace en su camisa.
-Coronel.- me informa.
-Y tú ¿General de brigada?- interrogo al castaño, quién asiente en forma de respuesta.
-¡General Davis!- el grito agudo, nombrando a mi hermano logra captar la atención de todos en el pasillo.
Mi vista viaja automáticamente a la figura de una joven de cortos cabellos rubios platino, quién corre por el pasillo hacia nosotros, en una de sus manos sostiene con fuerza una carpeta mientras en la otra sostiene una chamarra de camuflaje, la cual forma parte del uniforme de los soldados. Al acercarse a nosotros, los soldados le abren paso para que pueda llegar hasta el castaño. Es entonces, cuando la tengo en frente de mí que la reconozco, es la misma joven que fue a retirar a Thomas del colegio, ahora mi pregunta es ¿Por qué está aquí?
-Teniente Ruby.- nombra con severidad el castaño a mi lado a la joven, quién intenta recuperar oxígeno.
-El suboficial Miller me ha mandado con esta carpeta.- suelta entre jadeos.
ESTÁS LEYENDO
Caída Libre| Abraham Mateo
Jugendliteratur☆𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨☆ 𝐋𝐞 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐨 𝐜𝐚𝐢́𝐝𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞, 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐦𝐞 𝐞𝐦𝐩𝐮𝐣𝐨́, 𝐦𝐞 𝐥𝐚𝐧𝐜𝐞́ 𝐬𝐢𝐧 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫 𝐬𝐢 𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐚𝐛𝐢𝐬𝐦𝐨, 𝐬𝐢 𝐭𝐮𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐚𝐬...