Dejo escapar una fuerte carcajada de entre mis labios en cuanto Michael tira un panqueque al aire y en vez de atraparle con la sartén este se desvía impactando contra el rostro del joven papá, Jess esconde su rostro en el cuello de su hijo para no hacer notar los espasmos de la risa que le aborda, mientras el pequeño observa con diversión los gestos de su padre. Con una amplia sonrisa tirando de mis labios me acerco al muchacho de cortos cabellos azabaches para ayudarle con el desayuno-almuerzo, sostengo la sartén mientras Michael se ocupa de cortar frutas para seguido colocarlas en un gran tazón, al tiempo que vemos aparecer en el lugar la mata desordenada de cabellos dorados de Isaac quién se restriega los ojos.
-¿Qué es ese riquísimo olor?- suelta en un suspiro de satisfacción.
-Los gases de Thomas.- se burla Jess al tiempo que le tiende un par de tazas y platos al rubio.
-Muy graciosa.- suelta con sarcasmo el rubio.- ¿Qué es lo que haremos hoy? ¿Sigue en pie el viaje al lago?- suelta con emoción.
-No lo creo Isaac.- habla Michael.- Jess se ha comenzado a sentir mal con esto del embarazo y no queremos correr riesgos.- explica.
-No seas aguafiestas amor, estoy bien, claro que vamos a salir, pero tengo una idea diferente del a dónde.- habla la pelirroja.
-No creo que sea buena idea, ayer estuviste constantemente en movimiento con el cumpleaños de Thomas, siendo de que estás al tanto de que no puedes hacer esfuerzos.- acusa el padre del pequeño.
-Se lo que puedo y lo que no puedo hacer querido, además a donde vamos a ir no requiere que esté en mucho movimiento.- aclara.
Así pasan los minutos, Abraham junto a Ruby se acercan a la sala para desayunar todos juntos, un silencio incómodo inunda la sala en cuanto el pelinegro se ubica a mi lado, dejándome atrapada entre el y Thomas, quién no se percata de la incomodidad de los mayores en la sala y se concentra en degustar sus galletas de chocolate con su malteada de fresa, mi vista viaja al frente en busca de ayuda, Ruby me observa unos segundos antes de que el entendimiento surque sus facciones, una mirada apenada se abre paso en sus ojos esmeraldas.
-¿Qué fue lo que pasó anoche?- interroga con curiosidad Jess.- el baño de abajo está completamente sucio y destruido.- comenta.
Mi vista y la de Ruby recaen en Isaac quién se mantiene ingiriendo su desayuno-almuerzo con suma tranquilidad sin percatarse de las miradas reprochadoras que recaen sobre el, un quejido se escapa de entre sus labios en cuanto la rubia platinada le propina un fuerte pisotón.
-Tuvimos un pequeño inconveniente.- interviene Ruby.- pero ya mismo lo arreglamos.- asegura.
Es entonces que los recuerdos de hace un par de horas atrás inundan mi mente. La imagen del pelinegro dejándose arrastrar hacia el cuarto de baño por un quejumbroso Isaac, surca mi memoria, con ayuda de Ruby le colocamos en la bañera para seguido comenzar a despojarle de sus vestiduras, hasta que solo queda con su bóxer cubriendo su zona íntima. Mi atención se vuelca hacia el rizado quién observa con suma atención el cuerpo semidesnudo de su amigo, quién ya se encuentra al borde de la inconsciencia, mis manos se aferran al lavabo detrás de mí en busca de una base firme para descansar unos segundos mientras observo a Ruby llenar con agua fría la bañera con el pelinegro dentro, quién al sentir el líquido helado rozando sus extremidades, no tarda en soltar un gruñido ronco seguido de palabras no aptas para menores; ahogo una sonrisa en cuanto le veo intentar salir de la bañera con movimientos pesados y torpes, donde Ruby le reprende al mismo tiempo que le sostiene para que no se mueva de su lugar.
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Caída Libre| Abraham Mateo
Novela Juvenil☆𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨☆ 𝐋𝐞 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐨 𝐜𝐚𝐢́𝐝𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞, 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐦𝐞 𝐞𝐦𝐩𝐮𝐣𝐨́, 𝐦𝐞 𝐥𝐚𝐧𝐜𝐞́ 𝐬𝐢𝐧 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫 𝐬𝐢 𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐚𝐛𝐢𝐬𝐦𝐨, 𝐬𝐢 𝐭𝐮𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐚𝐬...