- Fue un gusto volver a verte.- la voz de Jess se filtra por mi sistema auditivo.- se te ha extrañado.- admite.
- Y yo a ustedes.- me sincero, rodeando con mis brazos la figura de la muchacha.
- Espero que nos visites más seguido.- comenta una vez que tomamos distancia.
- Lo haré.- aseguro.
Detenemos nuestros pasos frente al Jeep de Parker, al momento que abro la puerta del conductor, pero antes de poner siquiera un pie dentro, una voz me detiene.
- ¡Maya!.- escucho la voz de Ruby llamarme.
Pronto veo la figura de la muchacha de cabellos platinos, salir a paso rápido del interior de la vivienda, hacia nosotras, deteniéndose a unos pasos de distancia.- Ten.- extiende un sobre rojo con el escudo del capitán América impreso en él, en mi dirección.- es la invitación al cumpleaños de Thomas.- informa, al tiempo que lo tomo entre mis manos.
- Gracias.- le dedico una sonrisa.
- Dios, soy una total despistada.- se queja Jess a mi lado.- este embarazo logra acabar con las pocas neuronas que me quedan.- aclara.- espero verte.
- Ahí estaré.- le confirmo, antes de montarme en el vehículo.
Luego de despedirme con un movimiento de mano, salgo a las calles rumbo al departamento que comparto con mi querido hermano, quién debe de estar como loco al no saber dónde he estado durante todo el día, lo cual en parte es mi culpa, ya que nunca pensé que Jess iba a invitarme a almorzar, y mucho menos a merendar con ellos, así que ha pasado todo mi día junto a la pequeña familia del pelinegro, quién en todo momento me dedicaba miradas de reojo durante las comidas.
Una vez que me adentro en el departamento, luego de dejar el coche en la cochera, me encuentro con la imagen de Parker tendido en el sofá con su brazo como almohada improvisada de un adormilado Isaac, quién se aferra a mi hermano cual primate, sin poder evitarlo saco mi móvil para tomarles un fotografía, la cual irá directo a mi fondo de bloqueo, sin causar ningún sonido me acerco a los dos jóvenes que sueltan ronquidos, para taparles con la manta que yace en uno de los sillones individuales. Una vez bien cubiertos los dejo descansar y me dispongo a hacer mi camino hacia la cocina para rebuscar entre las alacenas en busca de un aperitivo. En cuanto vuelvo a pasar nuevamente por la sala, unos papeles sobre la mesa ratonera llama mi atención y sin poder evitarlo me acerco hacia los mismos, con mi mano libre tomo la carpeta con papeles.
Mi vista viaja sobre las fotografías de dos hombres, que al instante reconozco, se que los he visto antes, imágenes vuelven a mi memoria, imágenes de mi huyendo de dos tipos en la noche, en el pueblo donde me llevo Abraham; un escalofrío recorre mi columna en cuanto los recuerdos me inundan. Leo las palabras que yacen debajo de cada foto, informándome que no se tratan de dos sujetos acosadores de muchachas, si no que son también dos grandes líderes de la banda más buscada de narcotraficantes, ellos son los responsables de distribuir dichas sustancias por diversos canales, ya sea aire, tierra o agua.
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Caída Libre| Abraham Mateo
Fiksi Remaja☆𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨☆ 𝐋𝐞 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐨 𝐜𝐚𝐢́𝐝𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞, 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐦𝐞 𝐞𝐦𝐩𝐮𝐣𝐨́, 𝐦𝐞 𝐥𝐚𝐧𝐜𝐞́ 𝐬𝐢𝐧 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫 𝐬𝐢 𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐚𝐛𝐢𝐬𝐦𝐨, 𝐬𝐢 𝐭𝐮𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐚𝐬...