Capítulo dedicado a:
jennyboyasMi corazón se salta varios latidos en cuanto los disparos comienzan a sentirse más cerca de donde nos encontramos, gritos desgarradores por parte de los niños logran erizarme la piel, corremos sin rumbo fijo, mis pulmones exigiendo el oxígeno que no llega a entrar en mi sistema respiratorio con cada paso que damos entre los cuerpos eufóricos que se mueven a nuestro alrededor. Es entonces que el pelinegro se detiene, provocando que quede estática por unos segundos detrás de el, mi vista busca entre la gente el punto que ha cautivado a Abraham, es entonces cuando logro distinguir la cabellera rizada de Isaac quien se abre paso entre las gente mientras a sus espaldas le siguen los demás, pero el desconcierto y el temor se abre paso en mi sistema en cuanto no veo la figura del pequeño de cabellos cobrizos.
-¿Dónde está Thomas?- interrogo en cuanto nos encontramos en el medio
del caos de personas.-Lo hemos perdido.- jadea Ruby.- unos oficiales nos han obligado a movernos mientras se encargan de buscar a los niños perdidos explica.
Es entonces que veo como tanto Ruby como Isaac cargan armas entre sus manos mientras rodean a la embarazada quien se mantiene engullendo un nuevo algodón de azúcar, mientras lágrimas gruesas descienden por sus mejillas, Michael se encuentra tras de ella rodeando su figura al tiempo que le susurra palabras para calmarle en su oído, la angustia comienza a oprimirme el pecho.
-Debemos buscarle.- suelto sin pensar.
-No podemos correr el riesgo de que le pase algo a Jess.- explica Ruby.- debemos protegerle.
-Pero es un niño.- chillo.- voy a buscarle, nos encontramos fuera de este maldito lugar.- les informo.
-Tu no vas a ningún maldito lugar.- interviene con severidad el pelinegro.
-Estaré bien, en cuanto le encuentre les veremos afuera.- mis manos viajan a sus mejillas.- tu debes estar con Ruby y Isaac protegiendo a Jess.
-No te dejaré ir sola.- niega.
-Estaré bien, confía en mí.- ruego al tiempo que depósito en pequeño beso sobre sus labios.- si no salgo en veinte minutos ven por mi.
-Tu hermano está de camino con los del equipo.- informa Isaac.- si no sales en veinte minutos arrasaremos con todo este maldito lugar.
Tras verles desaparecer entre las muchedumbre comienzo a recorrer los juegos que son mayoritariamente concurridos por los pequeños y donde quizás se encuentre oculto el pequeño de cabellos pelirrojos, mi vista recorre cada rincón, mientras de mis labios sale de manera repetitiva el nombre de Thomas, con la vaga esperanza de que me escuche entre el bullicio de las personas que todavía permanecen aquí dentro. Mi atención se vuelca hacia un par de figuras vestidas de negro que se mueven con suma lentitud entre las atracciones, en sus manos relucientes armas que se dejan ver, trago grueso al tiempo que me oculto entre los asientos de un barco que forma parte de una de las atracciones. El corazón se me cae a los pies en cuanto mi atención recae en el pequeño cuerpo de un niño acurrucado entre los asientos, sollozos que reconozco logran que me impulse hacia el.
-Thomas.- le llamo entre susurros, mientras mis brazos envuelven su cuerpo tembloroso.
-Tía Maya.- lloriquea en mi cuello, en cuanto reconoce mi voz.
-Tranquilo.- acaricio su cabello.- ya estoy aquí, todo estará bien.- pronuncio con suavidad en busca de calmar los espasmos de su cuerpo.
El aire abandona mi cuerpo en cuanto las voces de los dos hombres se vuelven más nítidas, dejándome escuchar con total claridad su conversación, la cual se trata de su objetivo, quien al parecer no es nada más ni nada menos que la joven embaraza quien en estos momentos se encuentra rodeada por Abraham y los demás. Con sumo cuidado alzo en brazos a Thomas, dispuesta a escapar en cuanto los dos sujetos se alejen de donde nos encontramos, mis brazos sujetan con fuerza el delgado cuerpo del pelirrojo, antes de incorporarme y comenzar a correr en dirección contraria de la cual han tomado los dos hombres.
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Caída Libre| Abraham Mateo
Teen Fiction☆𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨☆ 𝐋𝐞 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐨 𝐜𝐚𝐢́𝐝𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞, 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐦𝐞 𝐞𝐦𝐩𝐮𝐣𝐨́, 𝐦𝐞 𝐥𝐚𝐧𝐜𝐞́ 𝐬𝐢𝐧 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫 𝐬𝐢 𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐚𝐛𝐢𝐬𝐦𝐨, 𝐬𝐢 𝐭𝐮𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐚𝐬...