➻c a t o r c e

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—¿Quiere… —sacudió la cabeza —quieres ir a montar?

Stiles lo miró emocionado.

—¿Me vas a acompañar?

—Si quieres.

—Si quiero —asintió contento.

—Bien —sonrió él —Prepararé a los caballos entonces.

Stiles observó como él sacaba a White de su cuadra y luego agarra a otro caballo color café. Él frunció el ceño levemente.

—Derek —le habló.

— ¿Si? —preguntó.

—No estarás pensando que voy a subir a White ¿o sí?

Él lo miró sobre su hombro y le dedicó una galante sonrisa Stiles, sintió cosquillas en la panza.

—Es tu caballo, enano —dijo divertido. Él sonrió —Obvio que vas a subirte a él. Además de que ya te dije que no tienes que tenerle miedo.

—¿Y cómo sabes que no va a hacerme daño? —quiso saber.

Derek les colocó las sillas a los animales.

—Yo mismo lo crié y enseñé todo lo que sabe.

—Así que… ¿debo confiar en tu enseñanza?

—Claro que sí.

Terminó de acomodar todo y se giró a verlo. Stiles lo miró algo nervioso.

—Creo que olvidé como montar, Derek.

—Tonterías —dijo él y se subió al caballo cafe—Ven aquí.

Lentamente Stiles se acercó hasta donde estaba él. Derek se inclinó un poco y sin el más mínimo esfuerzo lo alzó y lo colocó sobre White. El caballo protestó un poco y el castaño se agarró con firmeza del brazo de Derek. El moreno le habló al caballo y al instante este se quedó quieto. Stiles lo miró sorprendido.

—¿Siempre es así de obediente? —quiso saber.

—Solo conmigo.

Derek le dio un leve golpecito a su caballo y este comenzó a galopar. Stiles miró asombrado como se alejaba y salía del establo. Respiró profundamente y tomó las riendas de White. No era que él había olvidado cómo hacerlo, no. Solo le faltaba un poco de práctica. Pateó el costado del caballo y este comenzó a andar a toda velocidad. Stiles ahogó un grito y la luz del sol le dio en el rostro cuando salió del establo. Divisó a Derek a unos cuantos metros, esperándolo. El caballo se dirigió hasta él.

El castaño lo detuvo cuando estuvo cerca. Derek lo miró realmente divertido. Stiles se aferró con firmeza y lo miró con seguridad.

—Te juego una carrera —le dijo. Derek arqueó una ceja

—¿Una carrera? —inquirió.

—Si —sonrió —Hasta el viejo roble.

—¿Aun recuerdas donde queda? —dijo sorprendido.

—Claro que si, salvaje.

El moreno sonrió bobamente. Stiles se acomodó mejor y lo miró. Derek también se acomodó.

—Nada de trampas, enano.

—Jamás hice trampa —aseguró.

—No lo sé, no lo sé.

El pecoso rió divertido.

— ¿Listo? —él asintió — ¡Ya!

White comenzó a tomar ventaja. Sorprendido, Derek, intentó alcanzarlos. Pero le fue imposible, ese caballo era salvaje. Stiles llegó y detuvo a su caballo. Se bajó y comenzó a festejar divertido. Volvió a abrazar al gran corcel blanco. Parecía ese caballo de los cuentos de hadas, que traían encima al príncipe azul.

—¡Que bien lo hiciste, White! Gracias, gracias por dejarme ganarle —le dijo sin soltarlo.

Derek llegó hasta ellos y se detuvo.

—Tú sigue, White, sigue que voy a contarle a Estrella que le estas coqueteando al hijo del jefe.

Stiles se giró a verlo y sonrió divertido.

—¿Quién es Estrella? —le preguntó.

—Estrella es la novia de White —le contó

El castaño se giro a ver al caballo.

—No puedo creer que mi caballo tengo una novia —le dijo divertido. El caballo pateo el suelo unas cuantas veces. Ambos rieron. Stiles volvió a mirar a Derek—¡Te gane!

—Eso fue trampa —dijo él.

—¿Trampa? Claro que no —dijo él sin poder creerlo —Siempre haces lo mismo, eres un mal perdedor.

—¿Yo mal perdedor? Tú eres un tramposo —le dijo el moreno.

—Ahora por eso recibirás tu castigo.- Él lo miró bien y cautelosamente comenzó a caminar.

Stiles se agachó y buscó lo que estaba buscando. Barro.

Se puso de pie y le arrojó lo que había tomado.

Derek no pudo evitar la maldad del chico pecoso, y no llegó a salirse a tiempo de su camino. El frío barro cayó justo en su brazo derecho. Se miró a sí mismo para luego dirigir su mirada a Stiles. Él rió divertido y volvió a tomar barro. Se acercó a él y comenzó a pasarle barro por la cara.

—Creo que así, te verás muy bien —dijo divertido. Cuando quitó sus manos de su rostro, Derek tomó un poco de barro de su cara e imitó su acción.

Stiles cerró los ojos al sentir el asqueroso y frío barro sobre su piel.

—Creo que así, te verás igual de "linda" que Estrella —le dijo y se alejó de Stiles para empezar a correr.

El castaño abrió los ojos y lo encontró corriendo.

—¡Ven aquí, Derek! —le dijo fuerte y comenzó a seguirlo.

Derek rió divertido al verlo correr detrás de él. Detuvo sus pasos y lo esperó de espalda. Stiles corrió más rápido al verlo detenido. Cuando lo alcanzó se subió a su fuerte espalda.

Derek lo sujetó con firmeza y comenzó a correr.

—¡Ya, Derek! ¡Bájame! —gritó Stiles riendo.

Él no le hizo caso, siguió corriendo. Hasta que a causa del cansancio se dejó caer con el castaño encima. Ambos rieron divertidos.

—Creo que ya no tenemos 12 y 13 para hacer esto —le dijo agitado.

Stiles rió e intentó ponerse de pie, pero sus manos resbalaron en el barro y cayó de lleno sobre él. Lo volvió a mirar a los ojos. Derek pensó que iba a volverse loco y no podría detenerse si el castaño seguía mirándolo así. Había tantas cosas en aquella mirada. Su corazón se aceleró aun más

Stiles otra vez intentó ponerse de pie, y está vez si tuvo éxito. Le entregó una mano y lo ayudó a ponerse de pie. Derek se rascó la nuca, algo nervioso.

—Creo… creo que deberíamos volver.

—Si, también yo... —asintió él.

Se subieron a sus respectivos caballos y cabalgaron en el más completo silencio hasta la estancia.

s a l v a j e ; sterek • EDITANDO•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora