s a l v a j e ; sterek • EDITANDO•

➻v e i n t i n u e v e

Stiles solo supo que en ese mismo momento quiso que la tierra se la tragara. ¿Cómo demonios él se había enterado de aquello? Seguramente había sido la chismosa de Lydia. Él iba a matarla si descubría que había sido ella.

—¿Por qué no me lo dijiste, Stiles? —le preguntó él.

El castaño miró a su alrededor, percatándose de que estaban completamente solos en aquella sala. Simplemente ya no podía seguir haciendo el tonto. 

—No creí que fuera necesario —dijo el castaño volviendo la vista a él. Sintió esas lindas cosquillas en el estomago —Tú estabas con fiebre ese día, no sabías lo que hacías. Además que estás con Breaden, no creí que quisieras lastimarla…

—¿Qué sentiste? —preguntó interrumpiendolo.

—¿Qué sentí? —dijo nervioso. Derek asintió —Mmm… yo sentí que… que… no creo que debamos hablar de esto, Derek. Mejor me voy.

Intentó alejarse, pero entonces Derek lo detuvo, lo giró hacia él y entonces unió sus bocas.

Los ojos de Stiles estaban bien abiertos a causa de la sorpresa. Sentir de nuevo los labios de Derek sobre los suyos simplemente era una sensación sorpresiva. Desde que él lo había besado la otra noche no había hecho otra cosa que soñar con él y ese beso. Sus ojos comenzaron a cerrarse y el castaño comenzó a responder a sus demandas.

Derem lo abrazó por la cintura y lo acercó más a él. No podía creer que simplemente lo estaba besando. No sabía de dónde había sacado el valor. Pero sabía que era lo correcto. Era lo correcto por como su corazón latía. Era correcto por las cosas que aquel castaño le hacía sentir. Era correcto por la forma en la que Stiles levantó los brazos y rodeó su cuello. Aquello era lo correcto. Besarlo era tan hermoso, como en su supuesto sueño que en realidad no era sueño. Su boca tenía el mismo sabor que él creía imaginar, era dulce y delicado. ¡Por dios! Un simple beso no podía hacerlo sentir así de idiota.

Entonces Stiles rompió el beso pero no se alejó, ni lo soltó. Derek abrió los ojos para mirarlo. Stiles aun los tenía cerrados.

—Esto no está bien, Derek —musitó agitado.

—Lo sé… —asintió —Un simple peón que siente cosas por el hijo del jefe, que solo piensa en besarlo todo el día, no está nada bien…

Entonces Stiles lo miró. ¿Acaso él creía que eso era lo que no estaba bien? ¿Cuándo iba a entender él que eso a el castaño no le importaba ni en lo más mínimo? Derek era el hombre más maravilloso del mundo. No importaba si él era un peón y él el hijo del jefe. Eran personas, iguales, humanas. Sentían y al parecer lo mismo.

—Eres un idiota, Derek —le aseguró y entonces lo besó de nuevo.

Esta vez el beso se volvió más apasionado. Simplemente no podían evitar sentirse desesperados el uno por el otro.

Derek casi gruñó cuando Stiles mordió levemente su labio inferior. Entonces sus lenguas se encontraron. Stiles se aferró a él necesitado de más y de un poco de aire. Pero simplemente no podía soltarlo.

El moreno separó sus bocas y miró agitado a su alrededor.

—Estamos en un lugar muy visible…

—Lo sé —asintió Stiles. Lo besó cortamente. Derek rió embobado. Stiles copió su acción.

—No puedo creer que esto esté pasando —murmuró divertido.

—Eres un idiota por creer que me importa que seas el cuidador del campo de mi padre. Eres mucho más que eso para mí…

—¿En serio? —sonrió.

—Si —dijo por lo bajo y acarició su nariz con la suya —Estoy algo confundido por todo esto, Derek. Pero lo que siento por ti es… único.

—Stiles —susurró cerrando los ojos al sentir sus labios tan cerca de nuevo.

—¡Me muero muerta! —exclamó ella y ambos se alejaron al instante. Lydia bajó corriendo las escaleras y se paró frente a ellos.

—Lydia —dijo Stiles apretando los dientes —¿Qué haces aquí?

—Sin querer pasé por aquí y escuché así como sonidos de gente besándose y me asomé y ustedes dos se estaban dando terriblemente…

Stiles se puso más que colorado mientras que Derek se rascó la nuca mientras soltaba una pequeña risita nerviosa.

—No,… creo que viste mal —dijo Derek. Lydia arqueó una ceja.

—Si tú no le estabas metiendo la lengua hasta la garganta a mi mejor amigo entonces yo soy Madonna.