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Se sentía como en una especie de película de espionaje. Y a decir verdad no había podido dormir en toda la noche, pensando en cómo haría para salir de allí sin hacer ningún ruido. Además de que no había podido dejar de pensar en Derek y en que lo había citado en las caballerizas. ¿Hablarían bien allí? ¿Derek le diría todo lo que pensaba de él? Su corazón se aceleró al pensar que estaría a solas con él. Logró salir de la casa sin hacer ningún escándalo.

Soltó un suspiro y miró encantado a su alrededor. El sol comenzaba a asomarse, bañando a aquel campo de luz.

Los suaves sonidos de las aves llegaron a sus oídos. Aquello sí que lo llenaba de paz.

Respiró profundamente y comenzó a caminar hacia las caballerizas. No se sentía demasiado seguro de si era correcto. Pero de ninguna manera podía evitarlo. Tenía ganas de verlo, de saber por qué lo había citado allí.

Comenzó a caminar hacia el lugar indicado. Se sentía como un bobo niño de 15 años, estaba emocionado. Al parecer aun no había ningún peón por allí, ya que todo estaba completamente desierto.

Llegó y entró con cuidado. Aquel familiar olor volvió a invadirlo. Miró a su alrededor buscando a Derek y él no estaba allí.

Miró la hora en su reloj y marcaban las 7 en punto. Frunció el ceño. El sonido de un caballo le hizo levantar la mirada y de pronto se congeló. No podía ser cierto... aquel, ese era su caballo blanco. Sin poder evitarlo comenzó a caminar hacia él. El caballo se giró a mirarlo y retrocedió unos pasos, mientras hacía un sonido con la boca. Se acercó un poco más pero se detuvo. Tenía miedo, el mismo miedo que había tenido la primera vez que lo había visto.

-No le tenga miedo -dijo él.

Stiles giró rápidamente para encontrarlo parado en la puerta del establo, semiapoyado contra el marco.

-¿Es él? -le preguntó con un poco de timidez. Derek sonrió de costado e ingresó del todo. El pulso de Stiles se aceleró. -Si, es White.

Él volvió a mirar al animal. Su corcel blanco estaba realmente hermoso. Sonrió levemente. Derek había cumplido su promesa de cuidarlo. En cambio él... él no había hecho nada.
Se sintió una basura, y no era exagerado.

El caballo resopló y Stiles le prestó atención de nuevo. Quería tocarlo, pero no sabía cómo iba a reaccionar ante un desconocido.

-No le tenga miedo -volvió a decirle -Él no le hará daño...

Stiles volvió a mirar a Derek y ahora el chico de ojos color verde estaba un poco más cerca. Sintió una presión en el pecho. -Es que... no me conoce, no tiene ni idea de quién soy -dijo él.

Derek suspiró y caminó hasta estar a su lado. Stiles fue muy consciente de sus diferencias. Mientras el moreno era todo músculo y fibra, el castaño era un hombre delgado con apenas unos cuantos músculos y ropa cara. Derek se veía sexy como el infierno con aquel sombrero de vaquero. Pero le ponía nervioso. Lo ponía nervioso no poder ver bien sus ojos, no saber si él lo estaba mirando, o como lo miraba. Quería quitarle ese sombrero de un manotazo. Tragó saliva.

-White -llamó él al caballo.

Al instante el animal lo miró e hizo un relinche. Stiles lo miró asombrado, era increíble que le respondiera de esa manera. -Es increíble -musitó.

-¿Sabes quién es él? -preguntó Derek. White meneó la cabeza y volvió a contestar. Stiles estaba perplejo -Él es el joven Stilinski, es Stiles-el caballo relinchó un poco y golpeó el piso con una de sus patas -Puede tocarlo, él sabe quién es usted.

Él se armó de valor. Ya no era un niño, no podía temerle a un lindo animal como ese. Pero su valor se fue en un abrir y cerrar de ojos. No podía hacerlo, de verdad tenía miedo.

Derek se quitó el sombrero, soltó un suspiro y sin darle aviso se acercó hasta él por detrás y tomó su mano. Stiles se quedó completamente quieto sintiendo a su cercanía. Su mano era sólo unos cuantos centímetros más grande que la suya. Pero era fuerte, áspera, caliente. Con cuidado lo hizo caminar hacia delante, aun sosteniendo su mano. La levantó un poco cuando el caballo se acercó a ellos. Stiles retrocedió unos pasos soltando un suspiro de sorpresa. Pero se encontró con el pecho de Derek. Un escalofrío le recorrió el cuerpo.

White se acercó otro poco a ellos, hasta que la mano de Stiles se apoyó sobre su hocico. La mano de Derek seguía sobre la de él, e hizo un movimiento descendente para que Stiles acariciara a White. Se quedaron en silencio.

El corazón de Derek latía rápido. Él no sabía bien por qué estaba haciendo aquello. No debería estar tan cerca de aquel joven. Su perfume lo rodeó. Lo tenía tan cerca, era como un sueño.

Stiles se mordió los labios. La situación era la misma que hace diez años atrás. ¿Qué debería hacer ahora? ¿Besarlo? Sacudió la cabeza.

-¿Lo ve? -Inquirió él cerca de su oído -Él no va a hacerle daño.

Stiles se estremeció, su voz era tan masculina. Giró un poco la cabeza para encontrarse con sus ojos a escasos centímetros.

Derek podía besarlo si se inclinaba un poco, y la idea lo emocionó de una tonta manera. Ya no era un niño, no iba a besarlo como tal. Pero, por dios, era como un extraño para él ahora. Aunque en su mirada color miel podía ver que él seguía siendo el mismo de siempre. Se había ido siendo un niño y ahora regresaba como todo un hombre. Un hermoso hombre. Se alejó del castaño rápidamente. Eso era extraño, él no podía comportarse de esa manera.

Stiles se quedó quieto en su lugar, acariciando a White por sí solo. No sabía que decir, ni que hacer. Todo era tan raro. Acomodó su garganta.

-Está realmente hermoso White, Derek. -le dijo para romper el hielo.

Él se rascó la nuca y no lo miró.

-Es el mejor caballo de la estancia.- Stiles le sonrió al caballo y lo palmeó un poco. White se le acercó más hasta tocar su rostro con su hocico. Stiles rió por lo bajo. Derek lo miró, y su corazón palpitó. Se veía tan hermoso allí parado, casi abrazando a White. Al parecer el caballo no lo había olvidado. Él no se mostraba tan cariñoso con las personas.

- Derek -lo llamó él sin mirarlo.

-¿Si? -le preguntó. Stiles tenía los ojos cerrados y ahora abrazaba a White. Era como si estuviera recordando algo.

-¿Recuerdas cuando éramos niños y jugábamos a las escondidas? -inquirió y abrazó un poco más fuerte a su caballo. Se sentía bien así -Tú te escondías en algún lugar de la caballeriza y yo tenía que buscarte. Y cuando te encontraba...

Abrió los ojos y él no estaba allí. Frunció el ceño extrañado. ¿Podía ser posible que él se fuera dejandolo solo? Pero entonces escuchó el sonido de algo que se caía. Sonrió al recordar que esa era la señal. Él estaba escondido en algún lugar.

Comenzó a caminar, pero el sonido de paja bajo sus pies era muy delator. Se quitó los zapatos y los tiró a un costado.

-¿Dónde podrá estar? -preguntó con cierto tono de burla.

Derek sonrió mientras estaba escondido detrás de uno de los caballos. No podía creer que Stiles recordara algo como aquello. Al parecer lo tenía presente. ¿Tendría presente también aquel beso que compartieron en aquel lugar? Tal vez no...

Un sonido proveniente de unas de las cuadras alertó a Stiles, él estaba cerca. Él se acercó en silencio y se asomó de repente pensando que Derek estaba allí. Pero no, no estaba. Miró hacia su derecha y sonrió con malicia. Ya sabía en donde estaba.

Derek no escuchó ni un sonido más. Aquello era extraño. Asomó la cabeza con cuidado y Stiles no estaba por ningún lado. ¿Se habría ido?

s a l v a j e ; sterek • EDITANDO•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora