Cuando Mariana despertó por la mañana, el sol entraba por la ventana, se levanto de la cama y se asomo para ver el jardín. Vio a Jorge con Gabriel, que se dirigían hacia las caballerizas, iban besitos como forajidos, axial que seguramente se dirigían a la cueva o tenían algo que hacer.
Una de las sirvientas llamo a la puerta y entro con el agua para el baño, después le pregunto que deseaba desayunar, ella pidió algo de fruta y tambien pidió si se la podían servir en el jardín.
Se dio un buen baño y después rebusco en su baúl para terminar poniéndose un traje azul marino de tirantes y escote cuadrado. Paseo por el jardín hasta llegar a la mesa en la que le habian servido el desayuno.
-Disculpe ¿Sabe donde esta mi tía? –Mariana pregunto a la mujer que le servia el desayuno
-Si señora, Don Miguel esta enseñándole la Hacienda –la mujer le sonrió –Pero llámeme Graciela, por favor señora
-Entonces Graciela, tu llámame Mariana –Ella le sonrió –Dime una cosa ¿hace mucho que trabajas con la familia de la Vega?
-Pues si, de hecho desde que Jorge nació –Graciela sirvió café a Mariana –Soy su nana
-Su nana –Mariana sonrió, parecía una mujer muy amable –Siéntese con migo, por favor
-Por supuesto Mariana –ella se sentó en frente y la miro a los ojos –Eres la primera mujer que ha conseguido que Jorge se confunda
-¿Se confunda? –Mariana no la entendía
-Jorge siempre a dedicado su vida a la Hacienda y a su banda –Graciela sonrió –Nunca ha pensado en el y menos en formar una familia. Tu estas logrando que ese pensamiento aparezca por su cabeza.
-No lo creo Graciela –Mariana tomo un trozo de fruta –Esto no es mas que un trato
-Puede que lo parezca, pero yo conozco muy bien a Jorge –Graciela se levanto de la mesa sonriente –Si me disculpas Mariana, he de arreglar algunas cosas en la casa
Mariana asintió y continuo con su desayuno, después camino tranquilamente por el jardín. Aunque todo era hermoso, se estaba empezando a agobiar ahí, sin nada que hacer, su tía aun no regresaba, seguramente se lo estaría pasando muy bien. Siguió caminando hasta llegar a las caballerizas, una hermosa yegua blanca le llamo la atención, se acerco a cepillarla.
-Señora, no debería arriesgarse –Uno de los criados se acerco a la cuadra –Acaba de llegar y es muy salvaje
-No se preocupe –Mariana se acerco a la yegua y la acaricio suavemente después la cepillo tranquilamente mientras el hombre se quedaba mirándola con la boca abierta
-Que extraño, no dejaba que nadie se acercara –El hombre se despidió y regreso a sus tareas
A Mariana se le ocurrió ir a dar un paseo, después de todo, los demás se habian ido y ella estaba sola. Camino hacia su habitación a cambiarse, no le gustaba cabalgar con vestidos y por suerte se había traído la ropa de Leonardo, un pantalón, una camisa, la chaqueta y las botas. Era la manera mas cómoda de cabalgar, aunque no era bien visto que una dama vistiera como un hombre. Mariana se vistió y después camino de nuevo hacia la cuadra, por el camino se encontró con Graciela que la miraba sorprendida.
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El juego del destino
RomanceMariana es una dama poco convencional para su epoca, no esta dispuesta a permitir que su padre maneje su vida, que la case con un hombre que ella desprecia Cuando se cruza en su camino aquel extraño hombre enmascarado su vida cambiara por completo...