Cuando Mariana desperto era aun muy temprano, pero ella no podía seguir en la cama, se levanto y se asomo a la ventana. Todo estaba calmado, no había nadie en el jardín, suspiro, entonces vio a Tomas cepillando a la yegua, Cielo, como ella había decidido llamarla. Se puso la ropa de Leonardo y fue hasta el.
-Buenos días Tomas –Ella se acerco sonriente
-Vaya, te has levantado muy temprano ¿no? –El la miro con el ceño fruncido
-Si, me apetecía cabalgar –El sonrió y fue a por la montura para la yegua –Tomas ¿Sabes donde esta Jorge?
-Si, paso la noche en la cueva –El la miro precavido –Acaba de regresar, creo que esta en los jardines
-Ah, gracias –Una vez la yegua estaba lista subió a su lomo y comenzó a cabalgar hacia el norte, como la otra vez
Tomas camino hacia los jardines buscando a su amigo
-Mariana ha salido a cabalgar –Espero respuesta pero Jorge ni siquiera le miro, ante el silencio siguió la conversación -¿Se puede saber que esta pasando?
-Nada, no pasa nada –Jorge camino hacia el interior y dejo a Tomas en el jardín
Mariana paso toda la mañana cabalgando, cuando llego su tía la esperaba ansiosa, ya había pasado la hora de comer.
-Mariana –Leonor corrió hacia ella cuando la vio caminando hacia la puerta -¿Dónde estabas?
-Cabalgando tía, estoy bien no te preocupes –Mariana dio un beso en la mejilla a su tía y después entro en la casa, antes de llegar a la escalera se encontró con Jorge. No le miro simplemente siguió su camino hacia las escaleras y su tía se quedo asombrada al ver como ambos se ignoraban.
Mariana se dio un baño para relajarse y después se puso su vestido azul claro con estampados de flores blancas, dejo su pelo suelto y se puso su collar y pendientes de perlas. Bajo al jardín para tomar el te con su tía.
-Mariana ¿quieres contarme que pasa? –Leonor preguntaba a su sobrina mientras tomaba su taza de te –Tu y Jorge os estáis comportando de manera extraña
-Discutimos tía –Mariana suspiro –Anoche no regreso a dormir
-¿Por qué discutisteis? –Leonor frunció el ceño, a penas llevaban dos días casados, además no eran un matrimonio autentico -¿Se ha propasado con tigo?
-No –Mariana miro a su tía sorprendida –encontró la carta de Leonardo
-Ah –en ese momento Leonor comprendió lo que estaba pasando
-Disculpen si las interrumpo –Miguel se acerco a la mesa –Don José Cortes esta aquí –Ambas le miraron sorprendidas –Desea hablar con Mariana
-Esta bien –Mariana se levanto, estaba nerviosa, ahora no se sentía lo suficientemente fuerte para enfrentar a su padre
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El juego del destino
RomanceMariana es una dama poco convencional para su epoca, no esta dispuesta a permitir que su padre maneje su vida, que la case con un hombre que ella desprecia Cuando se cruza en su camino aquel extraño hombre enmascarado su vida cambiara por completo...