En la mañana Mariana se baño y se puso su vestido azul claro y beige, de manga corta y escote cuadrado, se cepillo el pelo y se coloco sus pendientes. Antes de bajar a desayunar cogio su sombrilla, tenían que ir a la ciudad.
Desayunaron todos en silencio mientras el cochero disponía el carruaje, sin capota por indicaciones de Leonor. Gabriel y Tomas tenían el día libre para que pudieran descansar del viaje.
En cuanto llegaron a la Ciudad pasearon por la plaza dirección a la Banca, donde en encargado estaba esperando. Leonor Mariana, Miguel y Jorge, decidieron esperarla en la misma plaza, mientras ella arreglaba sus asuntos.
-Buenos día señores –Martín se acerco sonriente a ellos vestido con su uniforme y con su gorra en la mano -¿Dormiste bien Mariana?
-Como nunca –ella sonrió -¿Y tu? ¿Te duele la mandíbula?
-No, has perdido mucha capacidad –el le guiño un ojo y Mariana suspiro enojada-Si me disculpan, he de seguir con mi ronda
-Hijo, estas muy callado ¿Pasa algo? –Miguel pregunto a Jorge y Mariana se puso tensa de inmediato
-No, padre –Jorge miro de reojo a su esposa –Todo esta como tiene que estar
-¡Mariana! –Leonardo cruzo la plaza corriendo hasta llegar a ellos –Buenos días señores –Saludo a Jorge y Miguel y después de dirigió a ella que le miraba sonriente sosteniendo su sombrilla –Estas muy guapa esta mañana, que lastima.
-¿Cómo dices? –Mariana frunció el ceño
-Voy a llevar a unos cadetes al campo de tiro –el sonrió –Y pensé que quizás querrías acompañarnos ¿Qué dices?
-¡Si! –Mariana no podía dejar de sonreír –Me encantara, hace mucho que no practico
-Perfecto, ordenare a uno de los muchachos que disponga un caballo para ti –el sonrió y le guiño un ojo –Nos vemos en las cuadras del cuartel en quince minutos
-¿Miguel, Jorge os importaría decirle a mi tía que estoy en el campo de tiro?-Aunque hablaba a ambos, Mariana solo miraba a Miguel
-Claro no hay problema –Miguel sonrió –Diviértete
Mariana se alejo de ellos caminando hacia el cuartel, mientras Miguel observaba a su hijo con el ceño fruncido.
-¿Estas bien Jorge? –Estaba empezando a preocuparse
-No, padre –Jorge le miro con los ojos entrecerrados –Creo que lo mejor es que regresemos a Santa Lucia
-¿Cómo dices? –Miguel miro incrédulo a su hijo –Pero Leonor aun no acabado de resolver los asuntos, quizás necesite un día mas
-Me refiero a nosotros padre –Jorge suspiro –Este no es nuestro lugar
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El juego del destino
RomanceMariana es una dama poco convencional para su epoca, no esta dispuesta a permitir que su padre maneje su vida, que la case con un hombre que ella desprecia Cuando se cruza en su camino aquel extraño hombre enmascarado su vida cambiara por completo...