•Runaway now and forevermore• [En Edición] 《Daniel Seavey》

El final.

Daniel

8 años después.

Nueva York, hace mucho tiempo no venía para aquí.
Con las giras y todo era extraño que nunca nos pusieras conciertos aquí, pero finalmente lo habían hecho y me encontraba nuevamente en este lugar.

-despierta bello durmiente-Corbyn tiró una almohada que golpeó directamente mi rostro.

-¿qué pasa?

-Zach quiere saber si saldrás a caminar con él-negué.

-prefiero ir...por mi cuenta, tú sabes-Corbyn mostró una media sonrisa.

-¿irás a buscarla eh?-asentí mirando la ventana-¿crees que siga aquí?

-no lo se-hablé tomando mi chaqueta-pero rezo porque así sea.

-suerte tigre-gritó antes de que saliera del autobús.

Caminé un poco por las calles de Nueva york dejando que recuerdo fugaces pasaran por mi mente.

Frené frente a la gran casa color esmeralda recordando cada detalle y cada momento.
La múltiples veces que salté ese portón para poder llegar a aquella ventana y las tenes veces que me caí en el intento. Solté una risa ante el recuerdo.

Seguí caminando topandome esta vez con aquella cafetería...Coffe's now, hace mucho no venía aquí. Me acerqué a la puerta escuchando el ruidito de la campana sonar anunciando que alguien había entrado. Me acerqué al mostrador y una chia de cabellera color cobrizo y ojos color avellana me miró con una gran sonrisa.

-bienvenido a Coffe's now, ¿que vas a pedir?

-solo quiero un café-asintió.

-¿para aquí o para llevar?-lo pensé unos segundos.

-lo tomaré aquí-asintió.

-puedes elegir una mesa y enseguida lo llevaremos.

Le agradecí y luego me acerqué a mi mesa favorita, exactamente una antes de llegar a la esquina, era perfecta...para dos personas. Me senté dejando mi chaqueta en la otra silla y simplemente miré por la ventana observando a la gente pasar alegremente. Una voz familiar me sacó de mis pensamiento y me hizo mirar al frente. En la mesa junto a mi había un chico acomodando unos abrigos, al acabar comenzó a ponerle azúcar a su bebida y a la de su acompañante.

-¿Jaxon?-el chico elevó la vista mirándome extrañado.

-¿Daniel?

Sonreí ampliamente. Me incorporé rápido y me acerqué abrazándolo

-tanto sin verte-me alejé-¿como has estado?

-lo mejor que se puede-contestó entre mueca y yo reí-¿quieres sentarte?

-oh, no quisiera molestar.

-no lo harás, ven siéntate, insisto.

-está bien.

Tomé mi chaqueta y me senté frente a él.

-¿como es la vida de un famoso?-preguntó riendo-veo que te va muy bien-asentí.