10.- Libros y fichas

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Grace Field

— Oye Killua, hace días no te veo leyendo en el patio, ¿qué te ha pasado? — preguntó Don curioso al ver al albino curioseando por los alrededores.

— Sí, además tus calificaciones han bajado. — agregó Gilda que también se veía preocupada.

— ¿Desde cuando me gusta a mí leer ñoñerías? — contestó Killua ofendido.

— ¿Te golpeaste la cabeza? — Gilda quiso acercarse para revisarlo.

— ¡Sí! exactamente eso — interrumpió Kurapika llegando a tiempo antes de que su amigo dijera cosas de más — Killua se dió un golpe y está confundido, imagínense, se cree un asesino profesional. — dijo riendo un poco para evitar que Don y Gilda le creyeran a Killua si revelaba información innecesaria.

— ¡Soy un asesino profesional! — se enojó Killua por la falta de confianza que le tenía Kurapika, aunque en el fondo sabía que tenía razón.

— Ustedes son Gilda y Don, ¿no es así? — Ahora Kurapika estaba interesado en esos dos, planeaba hacer las cosas meticulosamente y no cometer errores, para ello tendría que ser lo más discreto y paciente posible.

— pues eso ya lo sabes, Kurapika, ¿porqué están actuando tan extraño? — Don encontró rara la forma en que Kurapika les hablaba, como si fueran completos desconocidos.

— Vayamos a una habitación segura. — sugirió Kurapika con una mirada un tanto seria, aunque con la carita de niño se le notaba poco.

Gon los encontró en el lugar donde decidieron reunirse un momento, no querían apresurar las cosas pero ya estaban sospechando demasiado. Gilda llevaba días mirándolos pensativa, ella también se había dado cuenta de sus cambios.

Ninguno de los dos esperaba escuchar aquello que sus "hermanos" les contarían a continuación.

— ¿Qué somos qué? — cuestionó Don incrédulo.

— Somos comida, tarado, ¿de qué forma quieres que te lo explique? — Recalcó Killua después de que Don no tuviera reacción alguna al escuchar lo que les contaron.

— Jajajajajajajajajajaja, ¡es un grandioso chiste! — Don casi caía de su asiento al oír aquello —  el golpe de Killua en la cabeza le hizo creer que es un asesino profesional y lo de la granja humana, dios, ustedes están muy perturbados.

— Don, lamento que haya sido de esta forma pero esa es la verdad. — trataba de insistir Kurapika — la mujer a la que llamamos mamá es tan solo una conexión entre los demonios y nosotros que no somos más que producto alimenticio de alta calidad.

— Es una broma, ¿verdad? — Esta vez Don empezaba a sentirse inseguro — Gon, tú nunca mentirías, dime qué eso no es cierto, desmiente esta pesadilla.

Confiaban más en Gon que en cualquier otro ya que en sus recuerdos él era la persona más transparente y honesta de todas, la respuesta que diera Gon sería lo que ellos estaban dispuestos a creer.

— Don, Gilda... — Gon que se dió cuenta de la confianza existente tuvo que decirlo de la manera más directa posible, con el corazón en la mano. — Conny no fue adoptada por humanos.

— ¿Qué estás diciendo? — Don ya no sabía si reír o llorar — ayer vimos cómo se fue tan feliz con su maleta porque la habían adoptado.

— Díganme una cosa — dijo Kurapika — ¿alguno de ustedes sabe lo que hay detrás de los muros de este lugar?

— No... — susurraron Don y Gilda al unisono. Ambos empezaban a darse cuenta de que no estaban escuchando simples cuentos para asustarlos.

— Es un precipicio, tan grande como imposible de cruzar, un simple intento los hará caer al vacío, estamos aislados del resto del mundo. — explicó Kurapika de la manera más clara que pudo.

Hunter x Neverland [Libro 1] Completo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora