Hunter x Neverland [Libro 1] Completo

20.- Defensa y pelea

Grace Field

Despertar y verse de nuevo en esa granja disfrazada de orfanato lo decepcionó. Sus brazos estaban vendados, al lado estaba Kurapika recostado mirando el techo, con una gasa en la frente, sus heridas físicas no eran tan graves. Su mente era otro tema.

— No podemos salir... — aquél tono de resignación lastimaba el ego de ambos. Kurapika estaba derrotado mentalmente y apartaba la mirada por vergüenza, ¿cómo podía ver a su amigo ahora que por su culpa se arruinó todo? — Gon, lo lamento, Killua y tú no merecen esto de mi parte, fui un idiota.

— Kurapika, yo no te culpo de nada, ni a Killua, en realidad yo fui el de la idea de sacar a todos los niños, de esperar, simplemente pudimos irnos y ya pero... — las lágrimas amenazaban con salir, un nudo en la garganta le impidió seguir hablando durante unos segundos y después sin contenerlo rompió en llanto. — ¡POR MI CULPA VAN A ENTREGARTE, SOY UN TONTO! ¡PERDONAME KURAPIKA!

Obligado a mirarlo, Kurapika se sentó sobre su camilla y le dió un abrazo, Gon necesitaba desahogarse, así que dejó que soltará todo, que sus emociones se quebraran por un momento, nadie tenía la culpa. Después de todo, mamá estaba entrenada para anticipar todo aquello con antelación y con la desventaja que tenían al saber que era la única que los identificó como seres distintos.

El llanto de Gon lastimaba el corazón de Kurapika pero trataba de ser fuerte para él, porque tenía reservadas sus lágrimas para el final.

— Gon, tú siempre pensaste en todos y esa razón es la que hace que yo te admire y te siga a todas partes, no me arrepiento ni un segundo de lo que hemos hecho, contigo y Killua sé que encontré buenos amigos, prométeme que vivirás por mi. — hasta el momento el discurso del rubio pudo funcionar, de no ser que mencionó aquella frase aterradora. ¿Acaso Kurapika ya se había resignado a morir?

— No... no puedo prometerme eso porque no va a pasarte nada, tú saldrás de aquí con nosotros, Kurapika, recuérdalo, no te rindas, ¿qué va a pasar con todo lo que querías hacer? atrapar a los asesinos que mataron a tu clan, recuperar sus ojos, Kurapika, nosotros no pertenecemos aquí ¡y no moriremos aquí! ¿¡Me oíste!? ¡No moriremos aquí! — a pesar del llanto y del fracaso, Gon estaba dispuesto a continuar, su determinación seguía siendo fuerte a pesar de estar inmovilizado y está vez Kurapika fue quién bajó la cabeza llorando.

— Soy un egoísta, ¿no? — pensar en la muerte y aceptarla era algo que Kurapika había hecho desde que perdió a su clan, por un instante había perdido la esperanza, el miedo que le ocasionó Isabella fue tan inmenso que ya no quería arriesgar más las vidas de sus amigos, pero había despreciado algo muy importante, Killua y Gon no se rinden tan fácilmente como él lo hacía en aquél momento, esa era la gran diferencia que lo hizo sentir pena por sí mismo. — tienes razón, Gon, olvida lo que dije. Pase lo que pase, saldremos de este lugar. Con vida.

Luego de todo aquél suceso, el orfanato parecía haber vuelto a la "normalidad". Killua estaba solo con los otros niños, ya que Kurapika y Gon estarían aislados. Kurapika por 3 días y Gon por al menos un mes o menos, ya que su recuperación era extremadamente rápida.

El albino caminaba por los pasillos con la mirada vacia, no salía a ver la luz del sol, le recordaba la libertad que no pudo darle a sus amigos. Isabella simplemente lo ignoraba, ni siquiera le dedicaba una mirada, además, Killua le tenía un profundo odio y ella sabía que enfrentarlo era una sentencia de muerte, cada vez que pasaba por su lado sentía la terrorífica aura obscura que lo rodeaba, el impulso asesino de rebanarle la cara ahí mismo.

— Fui tan idiota... — predicaba Killua en su mente cada minuto del día — ¿cómo pude dejar a Kurapika enfrentarse a esa bruja? debí matarla, no estaba de acuerdo con el plan en un principio, ¡¡sabía que esto pasaría y aún así acepté!! ¡¡¡Maldita sea!!!