Hunter x Neverland [Libro 1] Completo

18.- Fracaso y búsqueda

Grace Field

Killua corría rápidamente interceptandose entre los árboles mientras que Gon lo seguía con las manos hechas puño.

Ambos presentían que las cosas iban mal porque Killua confiaba en su presentimiento, sólo un asesino puede reconocer ese instinto, esa sed de sangre. Ese peligro a morir.

Frenaron al instante en que estuvieron a unos cuantos metros de distancia.

Gon y Killua tenían en frente a Mamá acariciando el cabello de Kurapika que yacía dormido sobre sus piernas.

— ¡Kurapika! — gritó Gon intentando despertarlo.

— Gon, no te escucha... no está dormido, esa mujer... — Killua había puesto aquella mirada oscura, sus emociones estaban desapareciendo.

— Ahora que los tengo frente a mí, podemos hablar sin ocultar nuestras verdaderas caras. — contó Mamá sonriendo con maldad — Sólo una criadora y su ganado.

— ¿¿Qué le hiciste a Kurapika!?? — Gon estaba a borde de paciencia.

— No te alteres, estará bien, sólo lo puse a dormir — contestó sarcástica — él realmente es especial, jamás me atrevería a hacerle daño, despues de todo, es un Kuruta.

— ¡Tch!.... — Killua sabía que él tenía la culpa por revelar aquello anteriormente, nunca se le pasó por la cabeza que mamá se enfocaría tanto en vencer a Kurapika.

— ¡Suéltalo! ¡déjanos ir! ¿¡qué quieres de nosotros!? — en su desesperación, Gon intentaba sacarle a fuerzas la verdad a Isabella pero ella se mantenía quieta y fría.

— Saben bien lo que quiero de ustedes. — respondió — Sus vidas.

Gon llegó al límite, no había escapatoria si no salían en ese mismo instante de ahí. Estaban tan cerca del muro, no importa si enfrentaban demonios afuera, se arriesgarían a todo con tal de salvarse.

— Cierra la boca. ¡Es suficiente! ¡Killua! Yo distraigo a mamá, ¡tú llévate a Kurapika!

Killua aceptó y se lanzó a gran velocidad arrebatándole a Kurapika de las manos llevándoselo por encima de los árboles.

— Saltaré hasta el muro y dejaré a Kurapika ahí, después volveré por Gon y nos largamos de aquí, ¡nos largamos! — pensaba Killua con la mirada perdida, era lo único que deseaba más que nada, largarse de ahí sin más que esperar. Pero...

Todo estaba planeado desde el principio. Desde antes que ellos llegaran.

— ¡¡¡AAAAHH!!!

Un agonizante grito de dolor resonó tan fuerte en los oídos de Killua que su instinto asesino se apagó. Giró su rostro justo antes de saltar del árbol encontrándose con una escena que no esperaba.

Ella había ganado desde el comienzo. Logró detener a Gon, someterlo y romperle ambos brazos.

Killua también llegó al límite.

— ¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOON!!!!

Examen de Cazador

— Los felicitamos por haber llegado hasta este punto del examen, ahora los invitaremos a pasar para que tomen una ficha cada quien, esto servirá para la siguiente prueba que se realizará dentro de este bosque. — fue el anuncio de una señorita que dió el mensaje de parte de la asociación.

Emma descansaba junto a Ray y Norman esperando su turno para recoger una ficha, ellos serían los últimos ya que era por orden en como terminaron la prueba anterior.

Una vez finalizado, les explicaron lo que debían hacer con esas fichas y poco a poco las cosas se pusieron tensas.

— Pueden quitarle el plástico a sus fichas, cada una de ellas tiene un número, ese número representa a uno de los participantes restantes que llegaron hasta este punto del examen. Lo que harán es conseguir el número de la placa que viene marcado en sus fichas, si lo logran obtendrán 6 puntos que son los necesarios para pasar esta prueba, sus propias fichas y las que les tocaron valen 3 puntos cada una. Cada placa diferente a la de ustedes vale 1 punto, así que deberán conseguir 3 para completar los seis puntos si no obtienen la que les ha tocado. — Después de ello, indicó que entrarían de uno por uno al bosque en el turno que llegaron de la torre, así que había que esperar para que llegara su turno.

Les darían 3 días para conseguir la placa o las placas necesarias y regresar. De esa forma lograrían pasar a la prueba final.

— Todos los aspirantes se quitaron sus placas en el momento que ella empezó a explicar. — Norman quiso quitarse la placa también pero pensó que tardó demasiado en hacerlo y la dejó así.

— No tengo idea de quién es esta persona — dijo Ray mirando la ficha que le tocó — pero al menos no es ninguno de ustedes.

— Yo ya sé quién es... no sé si alegrarme o no... — renegó Norman.

— ¿Quién te tocó? — preguntaron Ray y Emma al mismo tiempo haciendo que se avergonzara más.

— Tonpa — susurró muy despacio.

— Emma, ¿a ti quien te tocó? — Ray lo preguntó de forma muy natural pero la reacción de Emma era escalofriante.

— Me tocó... — empezó a decir mientras le temblaban las piernas, estuvo viendo ese número por tanto tiempo que era inconfundible ahora — el señor Hisoka...

— ¿¿¿¡Qué!??? — Norman no lo podía creer, ese hombre tan peligroso que había decapitado a un hombre hace poco sería la presa de Emma.

— Es genial, ¿no? — Ella siempre viendo el lado bueno.

— ¿Te volviste loca? — Ray la sacude de los hombros efusivamente.

— Cálmense, tenemos que pensar en un plan para protegernos — aconsejó Norman — algo me dice que en esta prueba Hisoka no será el único peligroso.

Nombraron al 44, Hisoka. Ya habían pasado un par de horas y por fin llegó el turno de Emma, Ray y Norman para seguir adelante.

Tres días para obtener sus placas, tres días para volver a verse.

— Decidimos separarnos por esta vez, estoy segura de que esto nos ayudará a volvernos más fuertes, ¡estoy lista para crecer! ¡espera por mi, Hisoka! — entusiasmada, la pelirroja caminaba rumbo a la oscuridad del bosque cargando aquella caña de pescar.

Norman sabía que Tonpa no era un gran objetivo y eso de alguna manera le tranquilizaba ya que nunca había tenido un combate.

Ray por su parte, disfrutaba la aventura de ir por camino propio.

— No es diferente a como me sentía antes, trabajando por mi cuenta en la oscuridad. — se dijo así mismo, oculto en un arbusto, observando su presa. — Emma, lo siento mucho, no pude cumplir mi promesa. Mataré a otra persona.