23.- Escape y derrota

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Grace Field

— Norman... Ray... Emma... — Susurró Isabella haciendo su paso más lento. — Esos eran los nombres de los 3 niños que ustedes representan. — Ya no tenía caso guardarse sus pensamientos, antes de despedirlos quería compartir con Kurapika sus sentimientos — Tú eres como Norman, ideal, con un liderazgo natural, meticuloso, tomas los riesgos más altos, estratégico y un genio analizando a los demás.

Kurapika escuchaba atentamente, la información que le daba parecía verdadera y su calma al hablar le atribuía sensibilidad, como si Isabella extrañara a esos niños.

— Ray y Killua también poseen cosas en común, ambos tienen una personalidad relacionada con traumas infantiles, no puedo asegurar que Killua no tuvo la peor de las infancias pero a los dos les tengo aprecio, sobretodo porque Killua representaba el lugar de mi hijo, Ray.

Para ese punto, Kurapika empezaba a sentir remordimiento y tristeza por la manera en que mamá hablaba tan bien de lo que para ella fueron unos simples productos.

— Y Emma... una niña increíble, la mejor de todos, alegre, entusiasta, con ella logré obtener al mejor de mis pequeños, Gon me recuerda a Emma por qué es tan honesto y su corazón siempre está dispuesto a todo para ayudar a otros.

Se acercaban a la puerta y entonces mamá se detuvo, Kurapika que dió unos pasos de más, volteó a verla. Por primera vez, Isabella mostraba su lado más humano, rompiendo en llanto y arrodillándose en el suelo.

— Soy tan fuerte como puedo, pero hoy no... hoy puedo ser yo misma y hablar de esto por primera vez aunque no sirva de nada. Este es un día maravilloso que no podré recordar.

Las palabras que decía mantenían a Kurapika atento, pero a la vez confundido, ¿porqué estaba tan triste? ¿en qué pensaba realmente? talvez matarla no era la mejor manera de enfrentarla, quizás ella tenía miedo a morir.

— Sigamos, ya falta poco. — dijo Isabella levantándose y sacudiendo sus ropas para avanzar.

¿Cómo podía decir todo eso y luego seguir adelante sin más? primero se mostraba aparentemente arrepentida y luego caminaba a la puerta como si nada. ¿Entonces a qué se refiere con que no quiere olvidar?

Entonces fue cuando un estruendo los sacó a los dos de sus pensamientos, Isabella giró el rostro y se quedó congelada mientras Kurapika se daba cuenta de que esa era la señal que estaba esperando.

La señal que daba paso a la siguiente fase del plan. Matar a mamá.

El orfanato acababa de estallar en llamas haciendo volar todos los cristales e invadiendo con su fuego cada rincón de lo que por muchos años fue su hogar. Grace Field.

Aún en medio del shock, dudó, tomó de su bolsillo el rastreador para localizarlos y cada uno de los puntos que aparecían allí estaban dentro de la casa. Esta vez fue Isabella quien sentía que su corazón iba a detenerse en cualquier momento.

Kurapika también alcanzó a ver aquellos puntos, permaneció observando las feroces llamas durante un minuto mientras mamá corría desesperadamente al orfanato.

También el corazón del Kuruta había latido fuerte esperando que todo hubiera salido de acuerdo al plan. Entonces una mano se posó sobre su hombro y sintió alivio. Sus amigos ya estaban con él listos para irse.

— Tú debes ser Kurapika.

¿O no?

Examen de Cazador

— Este combate se acabó. — susurró Hanzo cerrando sus ojos para evitar ver el acto cruel que tuvo que realizar a fin de ganar el encuentro.

— ¡ERES UN MALDITO! ¿¡CÓMO TE ATREVES A HACERLE ESO!? — Norman perdió los estribos en el momento que el llanto de Emma erizó su piel.

Ray estaba igual que él. Ambos intentaron meterse al encuentro al instante, pero sus cuellos fueron rodeados por los brazos de Hisoka y los devolvió atrás.

— No sé atrevan a arruinarlo. — las palabras de Hisoka solo hicieron que Norman y Ray se soltaran de su agarre llenos de ira. Sus palabras los habían ofendido. ¿Acaso disfrutaba ver el sufrimiento de Emma?

— Deja de meterte entre nosotros, ella es más importante de lo que piensas y tus opiniones no nos detendrán para protegerla, ¡al diablo con el maldito examen! — Ray tenía tanta rabia que se dispuso a gritarle a Hisoka en su desesperación, el coraje que los chicos tenían era más fuerte que su miedo a ese hombre.

Hanzo mantenía agarrada la pierna de Emma mientras ella lloraba en el suelo, aquella tortura era todavía más dolorosa para los que veían el enfrentamiento que para ella misma. A pesar del dolor, Emma no paraba de luchar.

— Si no te rindes ahora, no te soltaré, mírate! no hay manera de que puedas seguir moviendote, no me lo hagas más difícil.

— Yo... ya no puedo más... — dijo Emma sollozando, forzando su voz en medio del dolor — Pero lo prometí... prometí que esto sería divertido, prometí que me haría más fuerte, me lo prometí a mí misma... ¡QUE JAMÁS ME IBA A RENDIR!

— ¿Qué estás diciendo? ¿eres tonta? ¡Maldición! ¡Te acabo de romper la pierna! ¡Rindete de una maldita vez! — Hanzo la apuntó a la frente con una cuchilla que guardaba en su brazo, rozando su piel con el filo de la punta, haciendo que un hilo de sangre resbalara por su rostro.

— No... voy a ser una cazadora, esa es mi meta en este mundo, quiero liberar a mis hermanos y hermanas que están atrapados, si me rindo aquí, nunca podré hacer nada por ellos. Así que no. ¡No voy a dejar de luchar! ¡Porqué no puedes matarme! — tras gritarle aquello le hizo una seña grosera con el dedo medio, era la primera vez que Emma mostraba una faceta tan obstinada e irrespetuosa — ¡Si me matas, tú también pierdes! ¡Tú eres el tonto!

— Emma... basta... — Norman apretaba los dientes rogando que se detuviera, se arriesgaba demasiado y no estaba dispuesto a verla morir.

Hisoka no pudo evitar reír ante aquellas palabras, Emma aún con el dolor de su pierna rota pudo seguir atacando a Hanzo usando sus palabras.

— Tú, niña tonta... — Hanzo sintió odio, un repentino odio a sí mismo, sabía que no tenía otra opción, pero su honor no le permitía aprovecharse de aquella situación para ganar una licencia, esperaría al próximo encuentro. — Me rindo.

Ray guardó silencio mientras aplausos y risas llenaban de pronto la sala. Emma no tardó en desmayarse justo después de escuchar que había sido la ganadora. Lo logró siendo ella misma, pasó su examen final y ahora era una cazadora.

Norman tampoco se quedó atrás impresionadose, pero en cuando Emma perdió la razón, entró a la zona de combate para levantarla.

Un grupo de paramédicos ayudaron a trasladarla en una camilla a una habitación donde pudiera descansar y recuperarse. 

— Iré con ella. — dijo Norman pasando de lado a Ray, pero este lo detuvo con la mano rígida y temblorosa.

— Oh, no, amigo, tú te quedas... — le dijo dedicándole una mirada llena de miedo y señalandole el tablero de combates. — Porque es tu turno.

Sin perder tiempo, la siguiente pelea daría comienzo enseguida, con aquella preocupación que sentía por Emma había olvidado que su oponente era el diablo mismo.

Norman vs Hisoka.

Hunter x Neverland [Libro 1] Completo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora