Capitulo XI

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Elisa estaba furiosa, no podia creer su mala suerte, unos minutos atrás había recibido una nota proveniente del criado de la casa de Terry, —su cómplice le informaba que el plan había fracasado y que su eterna rival estaba sana y salva..

Tomó sus cosas y junto a su hermano se dirigieron a casa de Susana, tenían que actuar actuar rápido, aún cuando el  criado le informaba que los planes de boda seguían en la fecha pactada desde el principio del compromiso, Elisa sabia que su tiempo se agotaba.

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Terry cabalgó hasta la cabaña del capataz, admirando el paisaje.

Pensó que después de la boda, podría vivir en el campo durante algún tiempo, pero no cometería el mismo error que su hermano, privando a su mujer de los placeres de la ciudad.

Él quería que Candy fuera feliz con él, la amaba y estaba dispuesto ha ser complaciente con ella.

El matrimonio de su hermano no había sido el mejor...—Debido a la falta de amor, su hermano había encontrado fácil negarse a cumplir con los deseos de su mujer para llevar una vida más agradable..—La falta de amor había sido la responsable de todo.

Terry no creía que Candy confundiese el amor, con las emociones temporales con las que su cuñada se deleitaba....

Candy estaba enamorada de él y lo amaba..y él la amaba también, y quería estar con ella, y la felicidad de ella era más importante para él aún más que la suya propia. —Candy le pertenecía a un nivel que no entendía, la deseaba tanto; pero era un deseo primitivo. —La idea de perderla  otra vez lo dejaba desesperado...—La necesitaba.

Si él le confesara que la amaba, Candy dejaría de considerar la ruptura del compromiso, sin embargo tenía miedo exponer sus sentimientos abiertamente.

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Candy trató de analizar la carpeta de inversiones que tenía en sus manos, ella quería diversificar algunos de sus títulos, pero no podía conseguir compaginar toda la información de las distintas fuentes con el fin de tomar las decisiones acertadas.
Su mente estaba fija en su relación con Terry.

Los preparativos de la boda continuaban, la madre de Terry hacía un excelente trabajo, enviaba invitaciones y ordenaba un buffet preparado por un chef Frances, mientras que
su madre afirmaba que nadie asistiría después de la escandalosa conducta de ella.

Su madre le aseguró también que su padre estaría presente en la boda, a pesar de no encontrar apropiado visitarla en la casa de la tía Elroy.

Después de todo, era su deber. —Su corazón se apretó en su pecho al saber que su padre sólo asistirá a la ceremonia por obligación.

Un criado entró en la pequeña biblioteca e interrumpió aquellos pensamientos sombríos.

—Llegó un mensaje para la señorita — anunció, entregándole un sobre.

—Gracias — dijo ella, despidiendo al muchacho antes de abrir el sobre.

Candy tuvo que leer dos veces su contenido antes de darse cuenta de lo que realmente estaba escrito allí.

Lady Candice,

Cualquiera podría pensar que lo que tendría que hacer es felicitarla por su futuro matrimonio, pero, ¿Realmente cree que un hombre con una reputación impecable cómo la de su prometido podría encontrar la felicidad con una mujer como usted?

Engañó a la Sociedad durante veintitrés años con su falsedad, pero usted no es una dama, ¿no es así? El marques de Grantchester, así como el resto de la sociedad, se sorprenderían al descubrir que no es más que la hija bastarda de Lord Ardley, Conde de Aberdeen.

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