Capitulo XII

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Eleonor se vio obliga a intervenir, puesto que el Duque apretó más el agarre, provocando que la cara del padre de Candy comenzará a tomar un color morado por la falta de oxígeno..

Después que el Duque soltará al Conde, Eleonor se disculpó con todos los presentes por lo sucedido y en vista que su esposo estaba a punto de írsele encima nuevamente a aquel despreciable hombre, decidió que lo mejor seria que se marcharan, aún en contra de la negativa del Duque, ambos se marcharon.

La condesa corrió para ayudar a su esposo quien tosía mientras recobraba el aliento.

Albert, Stair y Archie por su parte, no se movieron, bien merecido se tenia aquel hombre ese trato.

Candy por su parte, estaba aturdida,  las palabras de su padre resonaban en sus oídos.

Ella sabía que había algo de verdad en lo que decía. —Después de todo, ella lo había chantajeado una vez. ¿Pero, no se daba cuenta de la diferencia? Terry no era ningún duque lascivo y envejecido, que le provocaba nauseas solo con rozarla.

Nunca usaría de nuevo ese tipo de tácticas para escapar de un matrimonio indeseado. —No lo necesitaba. —Gracias al sabio consejo de sus amigas con las inversiones, Candy ahora contaba con sus propios recursos.

—No escribí la nota.

Terry la abrazó cariñosamente. —Allí mismo ante todo el mundo, y a ella no le importó.

—Lo sabemos, amor.

Terry confiaba en ella, le creía. —La amaba y le costó un mundo no decírselo en ese momento.

—Tu padre es un idiota. —Siento que hayas tenido que vivir tantos años con él.

Archie se rió con las palabras, Annie tosió, Patty y Stair sonrieron, Albert mostró con un gruñido dando su aprobación, pero la Tía Elroy pareció estar triste y escandalizada.

—Asumo, que usted no tiene intención de cooperar buscando la información para identificar al chantajista — Terry miró al padre de Candy.

Este apretó la mandíbula.

—No perderé el tiempo persiguiendo un fantasma.

Terry asintió con la cabeza.

—Entonces será mejor que usted y su esposa se marchen.

La madre contuvo el aliento.

—No vamos a ir a ningún lugar.

La agradable sensación que sintió Candy al ver que su madre se preocupaba por ella, sufrió un mazazo con las siguientes palabras de ella:

—No abandonaré esta casa hasta que me prometa que pospone la boda. Candice ya ha traído demasiada vergüenza a nuestra familia. —No dejaré que traiga más.

Terry masculló algo sobre padres devorando a su cría, que Candy no comprendió.
Soltando a Candy se acercó a donde estaba sentada la madre de esta y con suavidad la levantó y la mujer gritó.

—Creo que es hora de que se vayan, señora Ardley. —La veremos en la boda. —Si no están allí, asumiré que es porque desean cortar toda relación con mi título e influencia..finalizó Terry

La madre de Candy abrió y cerró la boca, como pez fuera del agua, pero no soltó ningún sonido.

Terry condujo a la mujer hasta la puerta. —El padre de Candy los seguía, con expresión hosca, pero se detuvo ante Candy.

—Si te queda un poco de decencia, protegerás el buen nombre de la familia..dijo
seguidamente tomando el brazo de la madre de Candy, saliendo de casa de Elroy..

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