El Dulce Aroma Del Cerezo.

Capítulo 6

Al día siguiente, estuve entusiasmado a penas desperté, revisamos unos pendientes en la constructora, el encargado de la obra sabía cómo hacer funcionar la obra, a pesar de que sabe que tanto el señor Kinomoto o que Hiro y yo no estamos presentes, pero con el avance que ha hecho es más que suficiente para poder terminar en tiempo y forma.

Además, mi entusiasmo es porque igual veré a Nadeshiko, después de cambiar el ambiente tenso de lo que sea que estaba a punto de decirme, seguimos caminando y conversando por todo el parque hasta pasada la media noche, por la hora me ofrecí a acompañarla hasta su casa, pero ella se negó, pidió un taxi y esperé a que ella se fuera para encaminarme al hotel.

–Te pareces al gato de Alicia en el país de las maravillas –el comentario de Hiro hizo que saliera de mi burbuja de felicidad–

–¿Cheshire? No creo llegar a ese punto –bromeé– deberías traer tu casco –señalé su cabeza que mostraba la ausencia de este–

–Ah, es que está aquí Sakura y se lo presté, no hay otro casco disponible –solo mencionar su nombre y la sonrisa se instala en su rostro–

–Tal vez ahora pueda conocerla ¿por dónde está? –comencé a jalarlo del brazo para que empezara a caminar–

En el camino le señalé algunas cosas que se tenía que pedir, como el pasto para que a penas terminara la construcción se pudiera sembrar, de lo contrario no tendría áreas verdes listas para la inauguración.

–¿Y en dónde está? –ya le dimos toda la vuelta a la construcción y ni rastro de la famosa Sakura–

–Yo la dejé por aquí con los trabajadores, les estaba explicando unas técnicas de acabado –Hiro miró a su alrededor en busca de su ángel, pero no había señal de vida de ella–

–Tal vez otro día la conozca, anda, vamos a encargarnos de las áreas verdes.

Para las cuatro de la tarde, seguíamos en la construcción, hoy llegaban los paneles solares y querían saber en dónde los dejarían ya que como seguían en construcción no podían instalarlos, así que decidí llamar al señor Kinomoto, tampoco podíamos dejarlos en la construcción, podrían llevárselos cuando no haya nadie.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis tonos hasta que por fin respondió la llamada.

–Llegaron los paneles, Nakuru me comentó que tiene una propiedad aquí, sería posible llevarlos para que se resguarde, al menos hasta que acabe la construcción. –fui directo al grano, para qué preguntarle sobre el clima, escuché su respuesta y le hice una señal a Hiro para que me pasara una hoja y una pluma para poder anotar la dirección, una vez hecho esto, finalicé la llamada y pasé los datos a los trabajadores–

Hiro y yo devolvimos los cascos y nos dispusimos a marcharnos y ya casi estábamos llegando al hotel cuando mi celular comenzó a sonar, al ver el nombre en la pantalla no puede evitar sonreír.

Nadeshiko – 17:57

"Vamos por un frappé

de frutas?

conozco un lugar muy

bueno"

Rápidamente tecleé mi respuesta y me despedí de Hiro, no le dije a dónde iría, simplemente le informé que estaría fuera del hotel por un rato.

Yo – 17:59

"En dónde te veo?"

Estuve caminando a paso de tortuga mientras esperaba su respuesta, pero no llegaba nada, hasta que de pronto, sentí que unas manos cubrían mis ojos.