Siempre he pensado que las mentiras no son nada agradables y sin embargo, me he enamorado de una mentirosa ¿si la perdonaré? Eso aún no lo sé, pero debo admitir que es la mentira más hermosa que he conocido y aunque la verdad salga a la luz, veré si...
Llevamos horas estudiando lugares para poner la constructora, Hiro se despide de nosotros, debe de irse a la universidad al igual que Sakura, solo que ella se niega a ir, quiere darse el día libre.
–Mejor vamos a la feria, lo necesitamos –dice haciendo pucheros–
–Tienes que ir a la universidad, apenas salgas voy por ti y nos vamos –comento sin apartar la mirada de la computadora–
–Shaoran, por favor, solo será hoy –alzo rápido la vista, está haciendo pucheros, como para hacerle una fotografía, creo que empezaré mi álbum de caras de Sakura, será un lindo recuerdo, después de un año–
–¿No tienes nada importante para hacer? ¿O entregar algo? –la miro en espera de una respuesta–
–Si tengo –dice derrotada– aunque puedo entregarlo antes y así podemos irnos a la feria.
Definitivamente, no busco cómo comprenderla, el acertijo más complicado que se me ha presentado en la vida.
–Irás a la universidad y tendrás todas tus clases, y hasta que acabes vamos a la feria –digo lo más serio que puedo ante ella–
–Arruinas mis planes –rezonga mientras se va a la habitación–
La miro irse, es muy divertido verla de esa manera, parece una niña haciendo una rabieta, me adentro un poco más en algunos pendientes que me han estado mandando, por suerte, mi madre consiguió llevar acabo la junta en un hotel, que; aunque no era lo esperado, no podemos detenernos por culpa de Kinomoto.
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Me entretengo más de lo debido, en realidad, ni siquiera me doy cuenta de la hora, sino es porque Sakura aparece y me cierra la laptop, no puedo creer su nivel de insolencia, espero haber guardado lo que estaba trabajando, sino; ninguna cuenta ni tranquilizándome, evitará que la mate.
–Llévame a la universidad –la miro enfadado, y de encima no hay ni un por favor, no le enseñaron modales–
–No tenías por qué cerrar mi laptop, si perdí algo te mato –digo serio–
–No creo que no tengas un respaldo –deja los ojos en blanco y mis instintos asesinos emergen– me vas a llevar ¿si o no?
–¡No!
Agarro la laptop que estoy utilizando y me marcho a mi habitación, y sí, la he dejado con la boca abierta, y me vale, alguien debe de enseñarle a dirigirse a las personas. Además, hoy no tengo la paciencia para soportarle sus caprichos.
Y yo que siempre me he quejado porque mis primas son unas consentidas, Sakura definitivamente, se gana la medalla de oro, la de plata la tienen Meiling y Tomoyo.
–La señorita Sakura se llevó las llaves del deportivo –escucho a Wei–
