Capítulo 15

471 48 31
                                    


Debo de agradecer a mí padre, después de la conferencia que di a la prensa es mucho más sencillo estar en la calle, hace una semana que no sé nada de Fujitaka, y se podría decir que Sakura está tranquila y ya se terminó de mudar en mi departamento, no como ella esperaba, debido a que mis padres están aquí.

–¿Cuándo se van tus papás? –alzo la vista de las hojas que estaba leyendo para mirarla–

–No lo sé, ¿tienes prisa? –me está viendo de soslayo por el espejo, me da un poco de risa su actitud–

–Quiero mi espacio, vamos a comprar un colchón inflable, así tú duermes en él y yo en la cama –por su reflejo en el espejo la veo sonreír, últimamente ha estado sonriendo mucho, creo que voy por buen camino–

–Exageras, tienes tu división de almohadas en la cama, además, yo no dormiré en un colchón inflable –sigo leyendo el informe que me dio mi padre acerca de la empresa–

Escucho que suspira, no levanto la mirada porque ella me desconcentra, y necesito ponerme al día en las empresas de la familia.

–¿Cuándo inauguraremos la constructora? Ya quiero trabajar –comenta mientras se recuesta en su parte de la cama–

–Depende de ti y de Hiro, pongan la fecha, de todos modos, ustedes estarán todo el día ahí, yo solo iré de vez en cuando para apoyarlos –subrayo algunos puntos de interés en el informe que leo–

–¿Por qué? Es tuya la constructora, deberías de estar todo el día presente –se queja– ¿qué estás leyendo?

Dejo a un lado el informe, necesito hablar con ella sobre esto, no es nada malo, de igual forma, tal vez no le parezca, aunque la decisión está tomada y no la cambiaré por sus berrinches o porque me haga ojitos tiernos que igual me hipnotizan aunque ella no lo sabe.

–Yo estaré a cargo de las empresas de mi familia, amo la arquitectura, por eso ayudaré en lo que tú y Hiro necesiten, además de que seré el que de la cara, ya que ni tú ni él están titulados –me dejo cautivar por unos segundos por esos orbes verdes que me encantan– y en teoría, tú eres la dueña, ¿recuerdas tu herencia?

Parece un pececito tratando de hablar, ella me dijo que usara su herencia en la constructora y eso fue lo que hice, dejándola como la dueña mayoritaria, una pequeña parte es mía y de Hiro.

–Creí que solo seríamos socios, ¿qué pasa con Hiro? –está desconcertada, creo que esta es la plática más amena que he tenido con ella en todo este tiempo–

–Hiro y yo tenemos un porcentaje mínimo, ya te dije que tendré que hacerme cargo de las empresas de mi familia, estaremos en el mismo edificio, solo que me enfocaré en otras cosas, cuando me necesites, estaré contigo.

–¿Qué pasa en la supervisión de las construcciones? Me da pánico ir sola –tiene la vista fija en el techo–

–Recuerdo que en Kyoto estuviste en la construcción y no creo que te haya dado pánico –vuelvo mi vista a las hojas–

–En Kyoto estuve con Hiro, luego me dejó con uno de los trabajadores, jamás estuve sola... ¡deja esas mugres hojas y préstame atención! –veo en cámara lenta como sale volando el reporte de las empresas–

Era demasiado bueno para ser verdad, una conversación con Sakura todo el tiempo desemboca en una pelea, no entiendo ¿cómo le hace para que lleguemos a ese punto?

–Tú deja de gritar, recuerda que están mis padres aquí –aprieto un poco el puente de mi nariz–

–¡Contigo nada se puede! ¡Y si quiero gritar, lo hago! –se levanta de su lado de la cama y sale dando un portazo–

El Dulce Aroma Del Cerezo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora