Irreverencia

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Rtas se dirigía al la habitación de Thel, ahora Aminta tenía la suya propia. Cabe decir que dicha habitación estaba justo al lado de la del Líder.
Al entrar el cuarto estaba vacío, así que comenzó a andar por el pasillo.
De repente vió a su hermano de armas salir de una de bodegas de armas, nunca había visto a Thel tan relajado.
El Líder sangheili había salido de dicha bodega con una sonrisa entre atontada y pícara, como de quien no se cree lo que hizo. Al ver a Rtas abrió una tanto los ojos para luego volver a su estado de relajación.

Rt: Te divertiste? - Comento la leve marca de mordida en el cuello del Vadam.
T: Esos dos son insaciables... - No pudo evitar soltar una corta risa.

Rtas tan solo negó para luego pasarle un dispositivo de mensaje. En él estaba la ubicación de tres campamentos enemigos, la sonrisa de Thel se agrando pensando que él día estaba yendo de maravilla.

J: No debiste morderlo. - Acotó sobándose la cadera.
Tu: No ma aguanté... - Soltó con fingida inocencia.
J: Y yo fui el que terminó recibiendo la que tremenda embestida. - La miro sin verdadera molestia.

La sangheili soltó la carcajada dándole un manotazo en el hombro a John, éste se limitó a negar para luego terminar riendo también.

J: Supongo que nos lo buscamos... - Tocó un moretón en el hombro de la hembra, este con la forma de la mano de Thel.
Tu: Auch! Tonto... - Hizo una especie de puchero.

Ahora era John el que se carcajeaba.

K: Mamááá... - Llamo a la doc por molestar.
Dr: Comportate... Qué quieres? - No rechazó el título.
Fr: Estamos aburridos. - Estaba recostado sobre el estómago de Kelly.
Li: John se desapareció. - Soltó con tono de niña mimada.
Dr: Parecen un grupo de niños. - Sentenció mirándolos.

El trío de Spartan soltó la risa, en verdad les gustaba molestar a la doc.
La mujer no se daba cuenta pero los regañaba tal como una madre lo haría.

Am: Pero no hay problema si te digo abuelita. Cierto? - Entro al cuarto agachándose.
Dr: No... No lo hay. - Suspiro en derrota.

Ahora tanto los Spartan como la Vadam reían descarados.
La doc negó para luego esbozar una tenue sonrisa, esos mocosos la desesperaban y muchas veces la hacían rabiar pero igual los quería.

Rt: Que haces aquí... Humana. - Miro con desconfianza a Palmer.

La mujer volteó a gran velocidad a mirar al comandante, sin notarlo ella misma demostró que no debería estar allí.

Rt: Contesta hembra. - Su paciencia no era mucha para con esa hembra.
Pa: Estoy realizando revisiones de rutina. - Contestó no creyéndoselo ni ella.
Rt: solo te lo diré una vez y espero te lo grabes muy bien... - Su voz se había tornado siniestra.

Palmer hacia mucho no sentía el miedo recorre su cuerpo.

Rt: Aléjate de nosotros. Las consecuencias no serán agradables. - Al terminar de hablar se marchó de allí.

Palmer había quedado sola y muy aturdida, ese sangheili era incluso más amenazador que el 117.
Su rostro mostró una sonrisa bizarra y desagradable, había decidido que ese grandote le gustaba.

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