Pequeña reina

Papi, que me sucede?

Aminta Vadam; para Thel, Tul y John una cachorra que hay que cuidar. Para el resto del equipo Azul una sobrina para jugar. Para el equipo Osiris una criatura la mar de interesante y para Locke la hermanita que nunca pidió.

Pero para Sara Palmer solo era un enorme estorbo el cual, según ella la alejaba de lo que ella merecía. Que era la atención de toda la UNSC, los equipos Azul y Osiris y más importante de John. La mujer andaba tan metida en sus delirios que nunca se percataba de la molestia con que la miraban, incluido ahora Locke.

T: Has visto a mi hija? - Pregunto con seriedad.

Lo: Ella se alejo diciendo que tenia hambre... Ha de estar con Tul. - Contesto sin darle mayor importancia.

Thel asintió en silencio a modo de agradecimiento y partió en busca de la mencionada. Si bien Locke no era el mas agradable del equipo Osiris, por lo menos ahora era bastante tolerable, el S.IV paro lo que estaba haciendo al caer en la cuenta de que hacia ya cuatro meses era compañero de la Vadam. Soltó una leve risa ante el pensamiento y siguió con lo suyo.

Aminta llevaba ya varios días con más hambre de la normal, con cierta molestia a los lugares demasiado luminosos y con una apremiante necesidad de encerrarse en su habitación y no salir de allí.

Thel se encontró con Rtas mientras seguía buscando a su escurridiza hija, la extrañeza que tenia poco a poco se iba convirtiendo en preocupación.  Sobre todo al momento en que Tul le dijo que no había visto a Aminta en barias horas, se repetía constantemente que ella era una adulta y que se podía defender sola pero seguía con la mosca junto al oído.

Rt: Ya la buscaste con John? - Comento andando junto a Thel.

T: No... - Se detuvo en seco pensando como era que no se le había ocurrido.

Al poco rato de búsqueda encontró al 117 reparando unas cuantas armas, de inmediato fue hasta él para preguntarle.

J: Estuvo un rato conmigo, dijo que estaba incomoda y se fue a su habitación... Algo malo le pasó? - Miro directamente a Thel ahora preocupado.

T: Eso es lo que intento saber. - Soltó algo desanimado.

Rt: Pues vamos a su cuarto... Estará indigestada de tanto comer... - Bromeo tratando de aligerar el ambiente.

T: Ojala sea solo eso...

El camino al cuarto de Aminta se le hizo eterno a el Líder Sangheili, quería lo más rápido posible saber que le sucedía a su cría. De preferencia que no fuese nada grave.

Al llegar allí golpeo con más fuerza de la que planeaba, aún así no tubo respuesta. Haciendo gala de su poca paciencia cuando se trataba del bienestar de su cría, abrió la puerta encontrando el lugar en penumbras. Estaba oscuro hasta para sus ojos, extrañamente no lo estaba para la vista mejorada de John. El 117 se acercó a un enorme bulto en un rincón de la habitación adaptada para la Vadam.

J: Aminta... te sientes bien? - Notó que ella estaba en un improvisado nido de mantas.

Am: Papi... que me sucede? - Se movió mostrando un pequeño grupo de huevos entre sus patas.