Dosis de felicidad

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John deambulaba por un planeta extraño, ni le importó saber el nombre. Solo quería dejar de pensar, dejar de extrañar a Cortana.
Por momentos sus pensamientos melancólicos eran cortados para dar paso a Aminta.
Pensar en la cría de Thel le subía un poco el ánimo, pensar que tanto habría crecido en esos meses, si sabría hablar mejor.

J: Ya no sé a quién extraño más... - Soltó para sí.

En eso en el radar de su casco apareció de repente un objeto, este avanzaba a gran velocidad.
Rápido se preparó para enfrentarlo, grande su sorpresa al ver a una criatura de cuatro metros frenar en seco frente a él.

Am: John! Te extrañe. - Lo había alzado al momento de abrazarlo.
J: Yo a ti. - Sentía que ya no recordaba el motivo de su tristeza.

Aminta ahora ostentaba una forma semejante a una corona, en la placa de su cráneo. Para los sangheili está recordaba a los sabios de Sangheilios.

T: Aminta baja a Jonh. - Le pidió disculpandose con la mirada.
Am: Podemos llevarlo? - Daba suaves apretones al Spartan.

John se limitó a reír.

T: No es un juguete... Igual pregúntale a él. - No lograba decirle no a su hija.
Am: John...? - Su carita era imposiblemente tierna.
J: Claro, no te cansas de cargarme?
Am: Pero si no pesas... - Soltaba la risa.

John se sentía como muñeco de felpa, pero igual se dejó hacer. Thel por su parte se debatía entre sentir lástima por el 117 o pudrirse de la risa.

Al llegar al campamento del equipo azul Aminta dejó por fin en el suelo John, ya la misión estaba hecha así que se la pasaron hablando.
Sobretodo Aminta y John.

J: Me alegra que te promovieran. Ahora tendrás tu propia nave? - No pudo evitar pensar el Thel.
Am: Podría pero no quiero dejar a papá... - Jugaba con unas piedras a sus pies.
La armadura a medida de Aminta brillaba al recibir los rayos del sol, era dorada como la de su padre. Está protegia y adornaba cada parte de la sangheili haciéndola ver cómo una pieza de arte andante. Pero no le quitaba el toque intimidante, sobre todo por las púas que presentaba ahora el cuerpo de la enorme comandante.

J: Te luce la armadura. - Comento viendo acercarse a Thel.
Am: Gracias. - Si dársele nada recostó la cabeza en el regazo de John.
T: Aún tiene tantos comportamientos de una cría. - Paso su vista de su hija al Spartan.
J: Ha crecido, no solo en tamaño. - Le sorprendió lo rápido que Aminta se durmió.
T: Vuelvo a preguntar... Cómo lo haces? - Refiriéndose nuevamente a esa habilidad de dormir a su hija.
J: En verdad que no lo sé. El lugar está cómodo... Nos acompañas. - Acto segundo se recostó el también.

Pronto Thel estaba en igual estado junto al par, los dos en silencio simplemente acompañándose y Aminta ronroneando en sueños.

J: Gracias.
T: Por qué?
J: Por venir... No he sido YO últimamente. - Acarició el rostro de Aminta.
T: La chispa? Aminta insistió en que quería verte. - Prefirió poner un tema más ameno.

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