Rarezas

2.1K 179 69
                                    

Roland seguía investigando el codigo de ADN desconocido en la nena. Por más que rebuscaba en las bases de datos no hallaba nada.
Parecía que ese código no existiera, por un momento se encontró con ciertos archivos abandonados por la chispa rampante el día que abordó la Infinity.
Tal vez en ellos pudiera haber algo, pero tenía miedo, miedo de que fuera alguna trampa de esa IA loca y que abrirlos pusiera en peligro a su inocente Comandante.

Ro: Es la segunda vez... Que siento tanta frustración, todo por esa maldita IA... - Prefirió entretenerse monitoreando la nave.

En el cuarto de mando el equipo azul continuaba con los preparativos. Ya Thel se había marchado con su hija.
En Sangheilios Tul tomó en brazos a Aminta apenas la vió.

Tu: Señor tuvo buen viaje? Aminta ha comido? - Andaba en frente de Thel.
T: Si y si. Aunque ha estado algo inquieta en el viaje de regreso. - Miraba a su cría.
Tu: Tienes hambre amor? - Le sacaba risas a la cría.

Con sus típicos gruñiditos le contestaba a Tul. En el camino al campamento los demás sangheili no podían evitar quedarse mirando a la "pareja".
Thel les dirijo a miradas de advertencia, pero Tul parecía solo tener ojos para la cría en sus brazos.
Al llegar Thel continuo con el estudio de los mapas, con Tul entreteniendo a Aminta le hera más fácil trabajar en planes, no solo para acabar con la guerra civil , sino con el problema de la chispa rampante.

¿: Se... Señor... Su hija... - Temblaba de pies a cabeza.
T: Habla ya! - Apenas si lo miro.
¿: Está aplastando los rifles de plasma.

Thel salió de inmediato, al llegar vio a su cría de ya 6 meses y dos metros. La ya no tan pequeña pisaba los rifles de plasma provocando pequeños estallidos, saliendo completamente intacta.

T: Los rifles de plasma no son juguetes criatura de los cielos. - Miraba a su cría.

Aún con su enorme tamaño seguía lanzando sus habituales gorgoteos, aunque según ella estaba diciendo 'papá'.

Tu: Mírate, estás tan hermosa! Ay que le hiciste a tu vestido? - Miro a Thel en busca de respuestas.
T: Plasma... - Sabiendo lo que pediría la hembra fue a buscar ropa de cambio para la cría.

Al rato Aminta tenía un lindo vestido largo, manga larga color terracota, su cola se asomaba por el borde del mismo. Comenzaron a beetirla así desde el momento en que comenzaron a salirle un segundo par de brazos en el tórax de la mitad de los principales.

Rt: Es sorprendente lo grande que es para su edad... - Trataba de que Aminta no le robara sus armas.
T: Aún así sigue siendo solo una cría. - Le ofreció a su cría de comer para distraerla de Rtas.
Tu: Señor... No le estará dando golosinas? - Tenía sus manos en la cadera tipo mamá en pleno regaño.
Rt: Los sangheili no somos de huir... Pero ahí te quedas con tu mujer. - Salió corriendo mientras reía.
T: Rtas!!! Miserable... - Aminta lo miraba con curiosidad.

Pequeña reina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora