20. La relación con los colores...

47 3 0
                                    

— Azul y dorado — dije de pronto llamando la atención de Chrom y Emmeryn-sama. Al instante quise esconderme debajo de una roca.

— Una combinación bastante elegante. Me gusta — ella contestó a lo que yo negué de inmediato. No debí decir aquello.

Nos encontrábamos en uno de los tantos jardines tomando el desayuno al aire libre. Alfonse y Henry-sama acababan de irse por motivos personales cuando los restantes de pronto comenzaron a hablar los colores que adornarían la iglesia y el castillo el dia de nuestra boda. Era cierto que la opinión más importante era la de la novia, pero decidí quedarme callada hasta que aquello se me escapó.

— También me gusta — Chrom le siguió a su madre y yo volví a negar en su dirección — Me resulta bastante familiar — se tocó el cabello.

— No es necesario que tomen en cuenta mi opinión, existen colores que combinan mejor...

— ¡Claro que es necesario! — la Venerable me interrumpió — Tú eres la novia. Sólo estaba esperando a que hablaras.

— Si, también lo estaba esperando. Me gusta y si a ti también, no veo problema alguno en que el color de las decoraciones sea así — como siempre, Chrom me sonreía amable.

— Entiendo entonces, si a ustedes les agrada la idea.

Por obra divina, a pesar de que Chrom relacionó el color azul con su cabello, no pudo ver a través de mis palabras y la expresión con la que las dije. En realidad, aquellos colores pertenecían a sus ojos y a los de Robin. Azul y dorado. Era por ello que mejor me quedaba callada antes de cometer cualquier error.

Una vez terminamos el desayuno, madre e hijo siguieron conversando sobre la boda mientras yo solo daba pequeños comentarios cuando me los pedían. Me daba vergüenza solamente hablar del tema.

— ¿Ya han decidió quienes serán los padrinos?

Emmeryn-sama preguntó mientras yo me encontraba distraída cuidando un poco de la pequeña Lisa.

— ¿Mi padrino de bodas? — Chrom preguntó un tanto obvio — Claro que lo tengo, deberías saberlo, madre. Será Robin — dijo con seguridad.

Hice como si no hubiera escuchado haciendo un cariño a la bebé.

— Me alegra escuchar eso, pero ya no te he visto mucho con él, antes eran inseparables. De hecho no lo he visto por ningún lado. Se que está en el castillo más no sé dónde exactamente. Comienzo a extrañarlo — ella contestó un poco nostálgica.

Toda mi atención se dirigió a las palabras que el Príncipe estaba a punto de dejar salir.

— También comienzo a extrañarlo — a diferencia de su madre, a Chrom se le escucho un tanto triste — Robin siempre está ocupado estudiando en su habitación o la biblioteca. No lo culpo, él enserio desea ser un buen estratega por el bien de Ylisse y estoy orgulloso por eso, pero ha pasado un buen tiempo que ni siquiera he tenido la oportunidad de presentarle formalmente a Caroline.

Trague duro. Era cierto que los tres nunca habíamos entablando una conversación por esos momentos. Sólo los había tratado por separado aún siendo ellos mejores amigos de infancia.

— Debes decirle que de vez en cuando se tome un descanso. Él ya es suficientemente capaz para ocupar el puesto de estratega.

Estaba totalmente de acuerdo con Emmeryn-sama. Robin era capaz de convertirse en lo que el quisiera con tal inteligencia nata con la que había sido bendecido. No hacia mucho había escuchado que era un mago excepcional en el campo de batalla.

— Caroline — Chrom me llamó y le puse atención meciendo a Lisa entre mis brazos para que no llorara — ¿Quieres conocerlo?

Me quedé hecha piedra en mi lugar y me di cuenta de ello cuando la bebé comenzó a llorar, entonces volví a lo mío. ¿Cuanto tiempo me le quede viendo sin saber que decir?

— Claro que quiero conocerlo, después de todo es tu mejor amigo — dije con calma volviendo mi mirada a Lisa para no verlo — Pero si está tan ocupado y hasta ahora no hemos podido conocernos, creo que deberías dejar que él esté listo para no fatigarlo.

Ni siquiera sabía que estaba diciendo, pero Chrom pareció entenderlo cuando asintió con la cabeza.

— Si, es lo mejor — contestó.

— También creo que deberías decirle que necesita descansar — solté cómo si nada recordando esas ojeras tan pronunciadas debajo de los ojos del albino.

Al final hice como si no hubiera dicho nada cuando su mirada 
se clavó fijo en mi.

— Y Caroline, ¿tienes a alguien en mente para ser acompañante de Robin?

Gracias a su madre, el momento se rompió.

— La verdad es que no — simplemente contesté.

La conversación terminó por ese día. La Venerable se iba a encargar de conseguir a la madrina de bodas por mí y el azul y dorado se quedó oficial en los adornos.

Aún faltaba mucho para la boda cabía destacar, literalmente ocho meses desde esa conversación y faltaría más aún sino fuera por temas externos. No podíamos celebrar la boda y la coronación al mismo tiempo. El Príncipe ahora tenía la condición de casarse a los veinte en vez de los veintiuno, con el objetivo de hacer a su prometida la plebeya, yo, una Princesa con todas las de la ley.

No me quedó más que aceptar cuando como siempre no me agradaba la idea.

Pero volviendo al tiempo restante, no podemos olvidar que el novio era el Príncipe de Ylisse y todo tenía que ser perfecto.

Tres meses después, luego de que la encargada de hacer el vestido perfecto para novia me tomara las medidas en mi habitación, me senté en mi cama y después dejé mi espalda caer sin importarme que Emmeryn-sama estuviera ahí.

— Pareces cansada — comentó para después reír.

— Lo siento — me disculpé — No quiero ser mal agradecida, pero debe entender que aún no estoy acostumbrada a todo esto. Es difícil.

Últimamente día con día era lo mismo. En realidad no sabía que decía cuando había confirmado a Marsella estar cansada de planificar una boda, porque por ese tiempo todo era fácil.

— No solo para tí. Hasta la persona más acostumbrada tiene que pasar por esto.

Sentí como dejaba a la pequeña Lisa en la cama y está pronto se subió sobre mi estómago para jugar. Ya podía sostener su cabecita y pequeños cabellos rubios como los de su madre le adornaban a la perfección.

— Lo único que me consuela es que solamente es una vez en la vida.

Escuché como río nuevamente, pero esta vez con ganas. Supuse de inmediato que el motivo de su risa era porque sabia que nada más me casara, todo realmente comenzaría.

— Te la dejo un momento, iré a ver qué está haciendo mi marido — me avisó.

— Si, yo la cuido, no se preocupe.

Ella se fué y me quedé a solas con la hermanita de Chrom. La entretuve un momento jugando con diferentes cosas hasta que de pronto se quedó en silencio y me miró.

— Lisa-chan — le llamé y ella sonrió — Cuando crezcas, asegúrate de no enamorarte de dos personas al mismo tiempo. Sufrirás como no tienes idea — le dije con gracia.

Era obvio que Lisa no entendía un poco de lo que decía, pero me hizo bien poder decírselo a alguien abiertamente. Con eso, lo había aceptado.

— Si Chrom se convierte en el Venerable y estoy a su lado, Robin siendo el Estratega Real también estará a nuestro lado. ¿Que se supone que haré entonces? — me hablé a mi misma jugando con las manitas de la pequeña.

Fue entonces que Lisa me golpeó la cara lo bastante fuerte con una de sus pequeñas manos que sentí que lo merecía. Eso y mucho más.

Cuando las Flores se Marchitan || Chrom y Robin || Fire Emblem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora