Cap 12: Reencuentro de mierda.

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Junmyeon se sentía de la verga. Sentía como si nunca podría salir de la cama. Quería permanecer ahí acurrucado y a salvo de cualquier otra persona. Pero también quería encontrar al pendejo de Yixing. Llevaban ya un mes ahí y aún no lo hallaban. Su delgado y fornido cuerpo había perdido la forma. Ahora se le veía levemente un poco de panza.

—¡Jefeeeeeeeeeee! —utilizó la almohada para taparse los oídos y su rostro. Se veía fatal aparte de sentirse terrible. Tenía ojeras muy marcadas, el cabello desordenado y quien sabe si limpio, piel pálida, seguramente maloliente de no haberse bañado en los últimos cuatro días. Debía levantarse pero era realmente difícil sintiendo un cierto vacío—. ¡Le trajimos el desayuno!

—¡LÁRGATE, JONGIN! —ordenó malhumorado.

—¡Y también traigo noticias buenas! —continuó ignorando las indicaciones de su jefe. Junmyeon apretó más la almohada tratando de acallarlo aunque sea por un poco más.

—¡¿ACASO QUEDASTE SORDO, IMBÉCIL?! ¡¡DIJE LARGO!! —siguió aún molesto. Ni él sabía por qué se sentía molesto. De repente sentía furia y quería a todos 150 metros lejos de él, de repente sentía tristeza y quería que alguien lo abrasase, de repente sentía felicidad y quería saltar por una ventana gritando que era una hermosa mariposa, de repente sentía que acababa de descubrir la manera armar a IronMan con sólo cobijas y ropa. De repente sentía de todo. Pero no tenía a Yixing cerca y eso lo tenía deprimido constantemente. Sentía como que lo necesitaba a su lado. Pero éste no aparecía en ningún lado.

—¡Hemos logrado localizar a Lay!

Silencio.

Jongin, detrás de la puerta, acompañado de Kyungsoo (quien no le hacía caso ni hablaba desde que embarazó a dos tipas al mismo tiempo), esperaban no morir. Rogaban, en caso de que hubiese un ser superior a ellos o no, que no fueran asesinados y mutilados con el cepillo de dientes de Junmyeon. Claro, si es que recordaba que lo tenía aún. Pudieron apreciar unos sonidos de movimiento dentro del cuarto. Escucharon algo caerse, cosas moviéndose, una puerta abriéndose y cerrándose fuertemente, etc.

Por primera vez en todo el rato, se miraron mutuamente con la misma pregunta en la cabeza; ¿qué demonios tanto hará? Quitaron sus miradas de inmediato cuando más de diez segundos pasaron. Volvieron a ver a la puerta al escuchar unos pasos firmes y fuertes avecinándose a ellos. Cuando la puerta fue abierta, vieron al Junmyeon que recordaban y no al cansado ojeroso apático. Tenía una bufanda café, una chamarra de militar, una playera negra, pantalones oscuros y tenis. Su cabello estaba finalmente peinado y algo húmedo pues se acababa de bañar recientemente. Su rostro se veía con color finalmente y no habían esas ojeras muy notorias.

Sonreía finalmente. Los miró a ambos que estaban asustados. Junmyeon miró la bolsa con comida que Jongin traía en sus manos y se la arrebató para empezar a comer de inmediato—Vámonos, par de idiotas, que a Lay no lo vamos a encontrar estando quietos —caminó entre los dos que estaban asustados por el comportamiento de su jefe tan extraño. Ni Baekhyun fingiendo ser la reina del drama actuaba tan raro y eso ya era mucho decir porque Baekhyun era extravagante y un total loco.

Subieron a un auto acompañados de Tao quien fue el principal contribuidor para encontrar a Yixing. Lo localizaron en una playa gracias a unos registros médicos recientes. Posiblemente no se haya movido mucho de ahí pues de haberlo hecho, Yixing ya habría contactado a Sehun y Luhan.

Arrancaron rápidamente en silencio intentando explicarle a Tao que no sabían por qué Junmyeon se comportaba así de repente sin decir una sola palabra. Junmyeon sonreía finalmente después de días de simple silencio y gritos de furia. Era un giro de personalidad considerablemente grande si se considera su actitud en un pasado. Llegaron hasta la playa que era un poco más fría de lo normal. El invierno se acercaba con apresuro y todos los lugares empezaban a ponerse realmente fríos. Junmyeon se quitó su chamarra antes de bajar animadamente casi saltando y rebozando de alegría extrema.

La apuesta. |CORRIGIENDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora