Después del cumpleaños del buen Suklee los pequeños habían estado más unidos de lo que no solían estar por tener que ir a la escuela o ir a sus clases de respectivos hobbies. Como por ejemplo ir a clases de baile que Jaju y Keila iban por el gusto que le tenían a este. O que hacía poco Pyongeun había empezado a asistir a clases de chino por alguna extraña razón a pesar de haber dicho meses atrás que no le interesaba saber otro idioma aparte del coreano. Quien sabe, cosas de la vida.
Pero el asunto era que ellos seguían siendo unidos y hasta más. Kris y Tao decidieron quedarse un poco más de tiempo en SurCorea pues ellos vivían en China y se habían hospedado en SurCorea para asistir al cumpleaños de Suklee. Especialmente de quedaron porque sus hijas insistieron en pasarla mas tiempo con sus primas y primos. De hecho pidieron asistir una semana a la escuela con sus primas y primos para estimular su coreano y pues, poder estar con ellas y ellos.
En esos instantes la pequeña Liangmin se encontraba en clase de Matemáticas respondiendo una resta en el pizarrón. Tal vez no se le daban muy bien los temas artísticos como a sus demás primas pero se le daba muy bien todo lo teórico y práctico puesto que su papá Jun le ponía a hacer muchas ecuaciones avanzadas. Su padre Xing decía que eso era algo malo para Liangmin porque ejercía demasiada presión para las matemáticas, pero Liangmin estaba totalmente bien con saber dos idiomas y saber matemáticas.
Al terminar de hacer la suma, volteó hacia su profesor que estaba sonriente—Como siempre; la mejor. Gracias por haber pasado a resolverla, Liangmin —la pequeña mencionada asintió, dejó el plumón cerrado con el profe y se regresó a su asiento que obviamente estaba al lado de sus primas hermanas. Ahí también estaba Beibei emocionada e impresionada por lo rápido que su prima resolvía las restas de tres dígitos.
—Wow, es increíble que lo hayas resuelto como en un minuto —dijo Beibei con una gran sonrisa. Liangmin subió y bajó los hombros como si le importase poco haberlo resuelto en poco tiempo. Sin ningún afán de presumir, ella había podido resolver una de cuatro dígitos. Su padre Jun le hacía competencias de quien resolvía todo más rápido y había tomado práctica. Obviamente Junmyeon siempre terminaba antes que Liangmin pero poco importaba; era más primordial que aprendiese.
El profesor empezó a hablar mientras empezaba a anotar un problema en el pizarrón y los alumnos copiaban lo que escribía. Liangmin le iba a traduciendo a Beibei para que también tuviese apuntes al menos de la semana que se quedaría en SurCorea. La escuela en la que iban era la escuela más grande del pueblo pues prácticamente ahí iban todos los hijos de los habitantes. Estaba repleta de jóvenes, y principalmente habían niños pequeños que iban en la primaria. Junmyeon y Yixing primeramente no quisieron meter a Liangmin ahí pero fueron convencidos por Chan y Baek que insistieron en que no debían de gastar demasiado tiempo en enviar a su hija a una escuela fuera del pueblo. Liangmin estaba completamente feliz con esto pues tenía a sus primos yendo a la misma escuela que ella.
Al terminar la clase, la escuela había terminado con ella. Todos los alumnos tomaron sus mochilas y loncheras mientras empezaban a irse a subirse a los camiones. El cuarteto de primas iban juntas ya bajando las escaleras mientras platicaban animadamente. En la ruta que ellas se iban también iban el resto de los buenos parientes pues vivían muy cerca entre sí. Ya iban subiéndose al camión mientras veían que Pyongeun y Suklee se acercaban al camión acompañados de Sophia. Subieron todos sentándose en los asientos de en medio a la par que el resto de alumnos que iban en la ruta subían.
—A mí que a Pyongeun le gusta nuestra Sophie —musitó Keila con una sonrisilla pícara. Jaju rió pero la acallaron pues supuestamente estaban teniendo una plática discreta.
—¿A Pyongeun le gusta mi hermana? ¿¿Qué?? —preguntó Beibei intentando su coreano y subiendo la voz un poco. En seguida fue callada por el resto que se alteraron porque los mencionados iban un asiento en frente. Se rieron nerviosamente cuando los mencionados voltearon curiosos por la mención—. Perdóname, hermana, sólo les comentaba de nuestras idas a Canadá —Sophia le miró dudosa por unos segundos y finalmente regresó su mirada a Pyongeun sonriendo de inmediato—. Eso estuvo cerca...
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La apuesta. |CORRIGIENDO|
Hayran KurguAmbos son mafiosos. Han asesinado. Han robado. Han amenazado. Han hecho muchas cosas pero aún así, los mafiosos también sienten como el resto de los humanos. Ellos se enamoran del otro aunque saben que no les llevará a nada bueno. Al final, ellos sa...