Un duo peculiar.

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Dante.



Mi corazón, mis pulmones mis riñones.... Yo diría que todos mis órganos se congelaron.

Las manos de Nero apretaron mi camisa y su cabeza rápidamente se giró para ver el rostro de la voz proveniente.

— ¿Mary?

Como si fuera automático, mi cabeza giró y vió el rostro enojado de la mujer con ambas manos en la cintura.

— ¡Dante!

— ¡Lady!— Dije con los brazos en el aire apartándome del muchacho que solo bufó.

— Será mejor que me expliques esto.— Dijo mirándome con los ojos más mortales que he visto.

Me daba....

Escalofríos.


Bajamos al primer piso y ya sentados en él escritorios entrelacé mis dedos en puño mostrando mi rostro lo más casual posible, estoy mintiendo en realidad estoy muy muy nervioso.

— ¿Y bien?

— Y-Y bien qué.

— No te hagas Dante. Dime qué está pasando.

— ¿Tengo que decírtelo? Tu fuiste la que entró sin avisar.

Me abofeteé mentalmente, ella puede entrar cuantas veces quiera.

— Mira, viejo feo, si no me dices ahora lo que hay entre ustedes dos le diré a Vergil lo que vi.

Oh no.

Ella, la muy maldita, no sería capaz.

—...Mary.

Ella se cruzó de brazos.

— Oh si, lo haré. Y además, ¡Debes contarme, soy tu cómplice, tu amiga! ¡Yo te he contado todo con Vergil!

Buen punto.

Di un suspiro y me sentí derrotado. Iba a decirle ¿Qué le diría? No tengo idea. Nero y yo no tenemos mucho tiempo en esto es...Ridículo.

¡Pero! Le contaré lo que ha pasado el día de hoy que graciosamente ha girado en torno a él.

¡Pero! Le contaré lo que ha pasado el día de hoy que graciosamente ha girado en torno a él

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— ¡No puedo creerlo!

— ¡Shh, baja el volumen!

— Oh, si cierto...

Estábamos hablando en voz baja, el cuento fue tan interesante que terminamos en el sofá.

Uh, aquello último lo puedo mal pensar bastante.

— ¿Y bien?

— Y bien qué.

— ¿No le dirás a Vergil?

Blue Eyes [C A N C E L L E D] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora