NO SOLO TE DESEO. RIREN

Especial

Si le preguntaban si era feliz, claramente diría: Si.

Y es que era imposible no serlo, su mejor amigo y casi hermano, Eren hace poco se había casado y celebrado la noticia de que iba a ser papá, o mejor dicho, mamá, y no pudo evitar la sensación de celos, él también quería hijos, pero estando con Jean jamás los tendría, claro que jamás dejaría a su pareja por perseguir un sueño tan fugaz como el de tener hijos, así que ocultando su sentir se olvidó del tema.

Claro, eso fue hasta que Hanji, llego un día ofreciéndole a Armin, el ser su conejillo de indias para crear una matriz en su vientre y que pudiera tener hijos, ocultándolo de todos, se sometió a los experimentos de la científica la cual al pasar tres años, logro lo que parecía imposible, en el vientre de Armin, se formó una matriz, débil, la cual con el tiempo, cuidado y alimentación se iría fortaleciendo para que el rubio y su pareja pudieran tener a su primogénito.

Primogénito que sorprendió a todos con la noticia, pues en el cumpleaños número cuatro de los hijos de Eren y Levi, Armin les dio la noticia a todos, incluyendo a su pareja, y su felicidad se incrementó, Hanji les explico el proceso.

Jean se mostró molesto por dos días, ¿La razón?, Armin se había puesto en peligro por muchos años y él nunca tuvo conocimiento de eso, todo se arregló cuando Armin demostró su arrepentimiento al no decirle, pero jamás al quedar embarazado de su hijo, cosa que resigno a Jean, quien sin hacerse del rogar, demostró cuan feliz estaba por la llegada del bebe.

Matthew Kirstein Arlet, primogénito de la pareja, fue un niño rubio de piel lechosa, ojos marrón claro, Eren se burló mucho de que agradecía que él bebe no hubiera heredado la cara de caballo de Jean, cosa que molestaba mucho al mencionado.

La felicidad de Armin creció cuando nació su segunda bendición, Carmen Kirstein Arlet, una niña de cabello castaño, ojos azules y piel morena, nació cuando su hermano tenía ya cinco años.

Y aunque veía como con cada año el, su esposo, hijos y amigos crecían y envejecían, Eren, Levi y sus hijos, seguían siendo igual de jóvenes, ya sabía el porqué, se sentía triste al pensar que ellos los verían envejecer y morir, mientras ellos serían eternamente jóvenes.

El experimento ese sentimiento cuando murió su abuelo, pero el más reciente, fue cuando murió el hombre que alguna vez fue su amor platónico, Erwin Smith, aquel hombre rubio, que a pesar de no ser más que un niño que acababa de entrar a las tropas, le confió muchas veces el mando y liderazgo, y estaba más que seguro que si Jean no le hubiera enamorado, el seguiría fantaseando con su comandante.

Si le preguntaban si fue feliz, claramente diría: Si, lo fue.

Armin Arlet, el primer doncel de la historia, que tuvo a dos hijos con su esposo, murió a una edad de 83 años de causas naturales mientras dormía, a un lado de su esposo por 63 años.

En Francia, una mujer rubia gritaba ante el dolor que las contracciones del parto le causaba, y es que dar a luz no era nada fácil y el que dijera lo contrario era porque nunca tuvo un parto, claramente ese dolor cambio a felicidad al ver a su pequeño bebe rubio en sus manos.

Grande fue su sorpresa al saber que su hijo era un hermafrodita o doncel, pero al ser su primer hijo y un doncel, decidió llamarlo como el primero, Armin Arlet, el primer doncel no solo de la historia, sino de su línea directa.

El pequeño Armin, creció, se convirtió en doctor y encontró a los dos mejores amigos, Mikasa Ackerman y Eren Jaeger, cosa misteriosa es que el esposo de Eren también se apellida Ackerman, pero no tiene ningún parentesco con Mikasa.

A sus 25 se enamoró, de un joven de cabello castaño corto, ojos marrones y cejas gruesas, grande fue su tristeza, cuando se le confeso a ese chico de nombre Jean Kirstein, él le respondió que amaba a otra persona, Marco Bott, de apariencia tímida, su cabello corto, dividido a la mitad hacia los lados, su piel es clara; tiene pecas en ambas mejillas y tiene ojos color café.

Aquel día, Eren lo encontró en los vestidores, llorando ante el rechazo, pero como el buen amigo que era, se ofreció a acompañarlo, y lo invito a ir con él a la empresa de su esposo, ahí conoció a un hombre rubio muy guapo.

Según Armin, Erwin era de las personas capaces de hacer grandes cambios en el mundo gracias a sus decisiones y sacrificios. Tenía un fuerte poder de palabra. Erwin era también un maestro de la estrategia, cualidad que solía demostrar al momento de ejecutar un plan en la empresa donde trabajaba.

Ese mismo día que se conocieron, Erwin decidió cortejarlo, cosa que Armin no negó ni rechazo, le hacía ilusión cada vez que Erwin le mandaba flores con hermosos mensajes en tarjetas escritas con su puño y letra.

Al casi el año de que Erwin lo comenzara a cortejar, la familia Ackerman Jaeger, les hizo una fuerte revelación, ellos eran inmortales, que ellos y todos sus amigos, se conocieron en sus vidas pasadas, que incluso él fue el primer doncel y estuvo casado con... Jean.

Pero eso no supuso ningún impedimento para continuar con el cortejo entre él y Erwin, porque ahora era ese rubio, quien lo hacía feliz.

Después de la boda de los hijos mayores de Eren, formalizo su relación con Erwin, no le guardaba ningún rencor a Jean, pues aunque hayan sido esposos en el pasado, ahora cada uno tenía a una persona que los hacia feliz.

Un año después, se casaron, dos meses bastaron para que Armin quedara embarazado, a los nueve meses nació Elena Smith Arlet, a los dos años después Elian Smith Arlet, a los cinco años tuvieron a Emili y Emilia Smith Arlet.

Si le preguntaban si era feliz, claramente diría: Si, lo fue, lo es y lo será.

Porque puede que la persona que lo hacía feliz haya cambiado, pero no el sentimiento, Armin era feliz con sus amigos y su familia, su nueva familia, sus cuatro hijos, su esposo y las parejas de sus hijos, con quienes les dieron nietos.

- ¿Entonces la princesa despertó con un beso, abu? – pregunto un niño de cuatro años llamado Leonardo Smith Ackerman, nieto también de Mikasa Ackeman, quien se casó con Annie Leonhart.

- Si, y vivieron felices para siempre. – le sonrió a su nieto.

- ¿Tu eres feliz abu? –

- Si lo soy. –

- Leo, tu mami ya llego. – apareció un hombre rubio, con el cabello más blanco que amarillo debido a la edad.

- Voy. – rápido se levantó del suelo y salió corriendo a encontrarse con su madre.

- Hola mamá. – una mujer rubia entro por la puerta cargando al pequeño Leo.

- Hola, Elena, hija. – un anciano Armin, le sonreía a su hermosa hija.

- Se ven muy bien los dos juntos. – comento la mujer viendo con amor a sus dos padres.

- Ustedes también. –

Y esa, es la historia de mi mejor amigo Armin Arlet, a quien la vida le sonrió tanto como a mí.

- Eren, vamos, tu amigo y el peluquín nos esperan. –

- Ya voy Levi. - 

~FIN~