Antifaz

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Mi rendimiento mejoró con los días, entrenaba en el Dojo y hacía ejercicio en mi casa, empezando a recuperar mi antigüa contextura. Mi cuerpo volvió a marcarse ahora más que antes.

Ya habia pasado unos dias desde que volví al Dojo, asi que decidí ir a visitar al profesor después de clases.

Cuando abrí la puerta me encontré al profesor arreglando unos documentos con una sonrisa de oreja a oreja.

-Hola-

Profesor: ¡Austin!, ¡Mi muchacho!

-¿Que pasó?, ¿Por qué tan alegre?-

Profesor: Envié los avances del proyecto, ¡y pidieron una audiencia conmigo!

-Vaya, felicidades profesor, realmente me alegro por usted- Dije esbozando una gran sonrisa.

Profesor: Obviamente te daré tu merecido reconocimiento -Puso su mano sobre mi cabeza despeinandome cual niño-

-Sigue con eso..-

Profesor: Estaré fuera de la ciudad unos días, cuida el laboratorio mientras no estoy.

-Si seguro, por cierto, terminé mi proyecto-

Profesor: ¿Hablas de tu asistente?

-Si, ¿quiere verla?-

Profesor: Será un placer.

Saqué los lentes de mi bolsillo y se los entregué.

-Mía-

Mía: ¿Si?

-Dale al profesor una muestra de lo que puedes hacer-

Mía: Con gusto.

Poco a poco le mostró al profesor cada una de sus funciones, dandole informacion de su entorno ahora mas especifica junto a otras funciones nuevas.

Profesor: ¿Esto lo hiciste tú? -Dijo quitandose los lentes- ¡Es asombroso!, y el modelo es bastante bueno, parecen lentes normales.

-Me tomó mucho.. al principio se notaba todo el mecanismo, a medida que avanzaba con el proyecto encontré la forma de hacerlo más pequeño-

Profesor: ¿Qué planeas hacer con ellos?

-Una que otra cosa-

Profesor: Son grandiosos, asegurate de cuidarlos tanto como puedas -Los dejó cuidadosamente sobre mi manos-

-Si.. bueno, debería irme-

Profesor: Yo partiré mañana, asi que nos veremos pronto.

-Cuidese por allá-

Una mano me detuvo de alejarme, se trataba del profesor.

Profesor: En serio, muchas gracias Austin, has sido un magnifico ayudante.

-No es nada, me divierto mucho cuando vengo aquí-

Profesor: Ahora si, ¡vete con cuidado!

-Si, si- Salí del laboratorio y me puse un abrigo rojo que llevaba en la maleta debido al frio.

Me dirigí a la estación en la que espero a la metrovía.

Mientras caminaba algo llamó mi atención en las sombras, era como una persona forcejeando con otra pero estaban un poco lejos.

Me acerqué silenciosamente hasta confirmarlo, se trataba de un hombre tratando de robarle el bolso a una mujer pero ella se estaba resistiendo.

Por un segundo me quedé paralizado, como si me hubiese invadido el miedo, pero después sentí como si mi cuerpo se moviera por su propia cuenta.

Ojos De VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora