El secuestro

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La claridad de mi habitación me hizo abrir los ojos de forma lenta.

Me quedé acostado mirando el techo, aún estaba algo mareado, pero no sentía dolor de cabeza ni nada por el estilo.

Con el paso de los minutos decidí levantarme e irme a duchar, aún seguía con la ropa de la noche anterior.

Tras una larga y relajante ducha me quedé sentado en la cama solo con una toalla enrollada alrededor de mi cintura.
Sin darme cuenta, terminé sumergido en mis pensamientos.

Un fuerte par de pitidos me sacó de ese estado rápidamente, al asomarme por mi ventana pude ver al Profesor estacionado en su camioneta fuera de mi casa haciendome de la mano.

Me vestí rapidamente y luego bajé abriendo la puerta principal.

-¿Profesor?, ¿Qué está haciendo aquí?-

Profesor: Te dije que tenía un regalo para ti, y bueno.. ante lo que sucedió, también quiero dejarte algunas cosas que ya no usaré. Sé que les darás un mejor uso que irse a la basura.

-Esas.. ¿son cosas del laboratorio?-

Profesor: Eran mías, así que ahora te las entrego a ti.

-Vaya.. me ha dejado sin palabras..-

Profesor: ¿Te quedarás ahí de pie o me ayudarás?

-Oh si, lo siento-

Empecé a ayudarlo a llevar las cajas al interior de mi casa. Eran varias.

Una vez hecho esto lo acompañé hasta la puerta de su vehículo.

Profesor: Eso es todo, espero que le des un buen uso, me marcho ya porque estoy algo atareado el día de hoy.

-Esta bien.. cuídese profesor-

Profesor: Tu también muchacho.

Enseguida puso en marcha su vehiculo marchándose del lugar.

Una vez dentro de casa me puse a mover las cajas dejandolas a un lado de las escaleras antes de subirlas a mi habitación.

-Es raro que simplemente me las entregue.. pero bueno-

Me preparé un buen desayuno con algunos ingredientes que compré con anterioridad.
Al mismo tiempo le serví a Nala su desayuno en su plato.

-Hoy no iré al Dojo, me centraré en arreglar esto-

Hice una llamada rápida al Sensei diciéndole que no iría por hoy, y también los motivos.

Hecho esto, me dispuse a ver el contenido de las cajas.

Esto me dejó algo impactado, estaba una caja llena de puras piezas sin utilizar, las cuales servian como buenos repuestos inclusive muchas piezas nuevas, en otra estaba la impresora 3D que usabamos en el laboratorio, entre otras máquinas que no sabía que eran de su propiedad.

Me llevó un buen par de horas, pero pude instalar algunas en mi habitación, entre esas la impresora 3d en una mesa aparte que junté a mi escritorio.

Cuando me di cuenta, ya no faltaba mucho para que las clases empezaran.

Rápidamente me duche, me vestí con el traje debajo de mi ropa como de costumbre y antes de salir tomé los brazaletes que hice anteriormente metiendolos en mi mochila.

Llegué un poco tarde a las clases, todo se mantuvo con normalidad, sin embargo, antes de poder irme el maestro me detuvo.

Maestro: Austin, ¿puedo hablar contigo un momento?

Ojos De VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora