7. "URSS"

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Desde hacia ya un tiempo que URSS había notado lo apegado que era Rusia a México, hasta un punto en que no podía apartarlo de él cada que iba de visita, se aferraba a el extranjero y nadie podía separarlo, a México no le molestaba, le parecía tierno, USSR por su parte... No sabía cómo reaccionar. Pensó que tal vez y muy posiblemente su hijo veía al mexicano como una figura materna, su madre... Eso sólo le hacia pensar y analizar las cosas con detenimiento con respecto a México.

México era dulce, trataba a sus hijos muy bien, como si fueran suyos.

Cocinaba para todos, se encargaba de atenderlos en cada visita y les llevaba obsequios.

Dormía entre sus brazos a todos sus pequeños con una facilidad sorprendente, incluso a Ucrania que era uno de sus hijos más complicados al momento de dormir.

Les cantaba, les leía, había aprendido Ruso sólo para eso, y estaba aprendiendo otros idiomas para que los pequeños se sintieran más familiarizados con él.

México era... como esa madre que URSS no les pudo dar nunca por más que la busco, ninguna mujer podría hacerse cargo de sus pequeños, y México... Él era la madre perfecta, era como si supiera todo lo que necesitaban sus hijos con sólo mirarlos, incluso su hijo mayor el cual no solía demostrar sus emociones con nadie estaba encantado con él.

Pero...

México no era su madre.

México sólo era alguien bueno.

México sólo estaba encariñado con sus hijos.

México podía ser perfecto.

Pero no era una mujer.

México era un hombre.

Y por mas que URSS quisiera pensar en él como una mujer, no podría ignorar que no lo era, así como no podría ignorar que no volvería a cometer esa clase de error, intentando tener una relación con un hombre a sabiendas de que no es posible, es asqueroso, es antinatural...

Lo probó una vez y termino siendo traicionado.

No repetiría esa situación y menos con un amigo como México que estaba con él desde el inicio y seguía a su lado sin importar que.

México no merecía esa clase de ofensa, URSS no merecía a alguien como México.

Pero mientras siguiese llegando a su hogar y jugando con sus hijos, estaría más que satisfecho, no sería su madre oficialmente pero... Puede que ellos lo siguiesen viendo como una, y eso lo hacía feliz.

Y sinceramente, URSS habría estado encantado de enamorarse por completo del mexicano aun si fuese un hombre y más aun si este le correspondía.

Pero eso no era posible no sólo por ser un acto homosexual y prohibido.

Era porque su corazón seguía con Third Reich.

Y ese maldito nazi no lo soltaría jamás así como URSS tampoco lo haría con el suyo.

Porque había sido la persona con quién había conocido el sentimiento, y también quien lo había destrozado sin piedad por este mismo.

-Juntos hasta el final... Querido Comunista.- Murmuró, poco antes de que URSS disparase.

-Juntos hasta el final, nazi.-

...

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