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-sir shadow- susurra el rey colocándose de rodillas frente al moreno

La luz de la luna es lo único que los alumbra a ambos en la habitación del castillo perteneciente al reino de luras.

El mencionado lo mira de lado, un tanto confundido al ver como él está en total sumisión. Muy contrario a lo que ha conocido del azul en los últimos días. Aquel rey prepotente y pretencioso que quería imponer su voluntad solo por su corona. Aunque él le siguió la corriente la última vez. Esta vez no se dejaría llevar por sensaciones excitantes.

-dígame, os ruego, como puedo conseguir vuestro perdón?- susurra triste bajando levemente las orejas

-por qué la quieres? Eres el rey, consíguete otro juguete- mira de nuevo a la ventana

-yo no quiero a alguien más- baja la mirada y se retira la corona, dejándola en el suelo frente a él dando señal que le habla como cualquier ser mobiano, no como rey –lo quiero a usted sir shadow, deseo vuestro perdón, y vuestro cariño, que me permita expresarle el mío de vuelta- no recibe ninguna respuesta –he entendido que, usted no es como nadie más, y cuando estoy a vuestro lado soy muy feliz, una felicidad que nunca había sentido antes, por favor, os imploro, deme aunque sea una señal de que podré lograr estar en su corazón aunque sea en un pequeño pedacito-

Shadow mueve las orejas, confundido. No entiende nada de lo que pasa, y el por qué otra vez su corazón parece máquina de locomotora

-no necesitas pedir nada- dice shadow ya algo calmado con respecto a su loco corazón –eso quedó en el pasado-

-si eso es cierto, que me tratáis tan mal?-

-porque así trato a todos- alza los hombros, en eso, no miente

-a sir lancelot no, sois bastante amigables entre vosotros- frunce un poco el ceño

-eso... Eso es porque él me ayudo con algo- se sonroja al recordar lo que pasó en el bosque, cierra los ojos y da un leve pero sonoro suspiro.

El azul se da cuenta, y entiende, que ha pasado algo entre ellos, y él no se quiere quedar atrás, si debe pelear con su propio caballero para ganar el corazón de quien considera un dios, lo hará.

-entiendo- dice levantándose –será mejor dormir, ha sido un largo viaje, desea descansar conmigo sir shadow?-

-según lancelot, tengo que vigilar mientras duermes, o eso es lo que me dijo que hacia cuando salían de viaje- rechaza la invitación

-creo que no le dijo la otra parte- susurra arreglándose para dormir

-ya me imagino cual es- le responde, ya que escuchó lo que dijo

El azul no dijo nada más, se metió entre las sabanas y escondió su cabeza en ellas, haciéndose una bolita debajo, tratando de pensar en que forma podría ganar el corazón del azabache.

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Al día siguiente, los reyes se reúnen al ocaso, puesto que el rey de ese lugar tenía otros asuntos, como todo rey que debe velar por sus súbditos. Ambos se encontraban reunidos en uno de los salones donde se reúnen normalmente para planes de guerra o de conquista. Dándose detalles de algunos asuntos y quizás firmas uno o dos tratados de comercio entre las regiones.

Mismo Ser, Diferente Tiempo (arturoxshadowxlancelot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora