capítulo 9

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Los secretos de Lola.

Capítulo 9.

Vacaciones de familia

—Amor, quiero hacerte una invitación. 

—¡Dime cariño!  

—Resulta que mi familia planea unas vacaciones en la playa, nos iremos desde el jueves hasta el domingo. Yo quería que tú me acompañaras. 

—Claro que sí mi vida, por mi encantado, pero ¿tu familia está de acuerdo?

—Sí amor, no hay problema.

Estaba dispuesta a que en ese viaje pasaran muchas cosas, entre ellas estar con él. Son tres meses y aunque sé  que me desea, no se atreve a insinuar nada,  seguro dándome tiempo para que esté lista.

—Pues no se diga más, encantado amor mío. 

—Amor, ¿me acompañas al centro comercial? quiero comprar algo.

— Vale, vamos.

Llegamos, pasé directo a la tiendas de trajes de baño. Quería comprar los que llevaría a la playa, me los probé mientras él me esperaba. Salí le pregunté qué tal, él  me miró fijamente de pies a cabezas.

—¿Qué tal me queda ésto? —inquirí.

—¡Oww, divino amor! A ti todo te queda hermoso.  — Me acerqué le di un beso, le susurré al oído.

—Lo mejor de todo es que tú me lo quitarás — sonreí.

Él solo sonrió, compré cuatro trajes diferentes. Uno fucsia, azul, rosa, neón y ropa cómoda para la playa. Pasamos por la heladería.

—Me encanta cuando sonríes, eres perfecta, hermosa.

—Amor, tú  eres lo máximo.
 
—¿Lo que mencionaste adentro es real? — me miró fijamente. 
 
—Sí, lo deseo ¿acaso tú no? 

—Quién no moriría por tenerte, claro que sí.

—Seré sincera contigo — inhalé—, a pesar que no he tenido novios, tú eres el primero, yo no soy virgen—bajé la mirada. 

—No — me tomó de las manos—, no amor, a mí eso no me importa.

— Lo sé cariño,  pero quiero contarte. Resulta que — me interrumpió.

—Si no quieres hablar, no tienes que hacerlo.

—Mi primera experiencia yo quería que fuese con él —le conté un poco sobre ese amor imposible, obvio sin mencionar nombres —, lo intenté hasta que lo logré. Fue mágico como lo soñé. Todo empezó como un juego, pero luego me enamoré. Después busqué otros brazos para olvidar el capricho según yo, pero no. Tuvimos varios encuentros mágicos para mí, porque para él —respiré—, creo solo me utilizó como un objeto sexual. Él se acostaba conmigo y seguía con ella, dirás que soy una —me interrumpió.

— ¡Shhh! No lo digas. No te juzgo porque te amo, no me importa tu vida pasada, ni cuantos pasaron por tu cama, yo te amo tal como eres. Él  es un tonto que no te valoró. Gracias por tenerme esa confianza.

—Tenía que decírtelo. Tú eres tan especial conmigo que no quiero secretos en nuestra relación.

—Te amo — dejó  un dulce beso en mis labios.  

»Claro que te deseo, es solo que yo me fijé en ti, no solo por tu cuerpo, sino por tu forma de ser.

—Mi amor, eres único. 

Regresamos a casa, me dejó conducir, ya aprendí gracias a él. Empacamos, todo estaba listo para el viaje. Leila también iría con su novio, mis padres en el coche con mi otra hermana, Leila con su novio y yo con el mío. Me solté el cabello, me maquillé, me puse un vestido azul cielo, con un escote en el pecho, ajustado hasta el abdomen luego suelto, estilo minifalda. Salimos temprano, mi novio llegó muy puntual, guapísimo, su cabello desaliñado, una playera blanca, un pantalón corto. 

LOS SECRETOS DE LOLA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora