Josh.
— ¿Crees que le gustará? —le pregunta Hayley mientras andamos hacia casa de Leah. Estoy más nervioso que nunca, y eso sí que es difícil. Soy del tipo persona que siempre está nervioso por cualquier estupidez.
Ella levanta la vista de su teléfono para dedicarme una mirada de desaprobación con esos ojos castaños. Se ve que estaba mirando los comentarios de su último vídeo de Youtube.
— Sí y deja de preguntarlo ya. Me desesperas. —guarda el móvil en el bolsillo de su sudadera y se detiene, cogiéndome por los hombros—. Es Leah, por Dios. Aunque le dieras un batido de chocolate se pondría tan feliz como una niña pequeña. Tú solo ves ahí y deja que fluya.
Deja que fluya. Deja que fluya. Pero, ¿cómo voy a dejar que algo fluya cuando mis manos tiemblan y estoy más nervioso que nunca?
La realidad es que no quiero despedirme de Leah. Ni ahora ni nunca. Desde que me llegó esa llamada de la discografía hace tres meses, supe que las cosas cambiarían, y lo han hecho, para bien. Tuve mi primera reunión apenas dos semanas después y supe que no podía seguir con mi vida en aquí más. Si quería centrarme en la música debía mudarme. Y Leah también. La admitieron en la NYU y después de estar casi dos semanas pensándoselo, va a estudiar psicología.
— Vamos a estar bien, Josh. — dice Hayley al ver que llevo demasiado tiempo perdido en mis pensamientos —. Tú tienes que centrarte en tu música. Disfruta de Los Ángeles y de todo el proceso. Y Leah también va a estar bien. Te olvidas que yo estaré allí lo más rápido posible si alguno de los dos necesitáis algo.
Lo sé. Ojalá todos estemos bien. Leah, Hayley, yo, e incluso Darren.
Seguimos andando, en silencio hasta que veo la casa de Leah. Y el coche de Leslie. Y siento muchas emociones distintas; tristeza porque no quiero estar lejos de las personas que más quiero, felicidad y un poco de miedo porque esto es lo que siempre soñé, pero no sé qué me va a deparar esta nueva etapa de mi vida o si estaré preparado para ello.
— ¿Estás bien? —pregunta Hayley mirándome, yo asiento, sin decir nada. — Iré a despedirme de ella.
Leah está hablando con Leslie y está más preciosa que nunca. Feliz. Emocionada. Llena de sonrisas y con esos ojos brillantes. Ojalá esté así todos los días y sea muy feliz. Veo cómo Hayley corre hacia ella y la envuelve en un abrazo enorme y también como ambas lloran.
Demonios, creo que incluso voy a llorar yo también.
Me acerco dos pasos, con incertidumbre en la mirada y veo cómo Leah desvía su vista hacia mí y me sonríe.
— Te voy a echar mucho de menos. — le dice Haley a Leah. — No olvides llamarme lo antes que puedas y decirme cómo es NY. Iré a visitarte en cuanto pueda, lo prometo.
Se dan otro abrazo enorme y luego Hayley va a hablar con Leslie mientras yo miro a Leah fijamente.
Así que sí, hoy es el día que llevamos esperando con tanto miedo. El día que parecía tan lejano a principios de verano, pero que ahora está aquí, más presente que nunca.
— No sé qué decir. — admito acercándome dos pasos a ella y cogiendo su mano.
— Yo tampoco. — se encoge de hombros y me abraza, así, sin más. Se aferra a mi cintura muy fuerte y yo inspiro el olor de su champú mientras beso su coronilla.
— Muchas gracias, Josh. — dice sin deshacer nuestro abrazo.
— ¿Por qué?
— Por todo. Por ser esa persona que necesitaba. No solo mi novio, si no más que eso. Realmente eres la persona en la que más confío.
Acaricio su espalda y cierro los ojos. Si ella supiera que cambió mi mundo patas arriba desde el momento en que nuestros ojos se cruzaron.
— Te voy a echar mucho de menos. —le digo.
Deshace nuestro abrazo solo para juntar nuestros labios en un beso lento y lleno de sentimientos. Nos quedamos en silencio, con las frentes juntas y las respiraciones aceleradas.
— Te he traído esto. — saco de mi bolsillo trasero la copia de mi álbum—. Es mi EP y sale de aquí poco y yo solo quería que lo tuvieras.
Ella lo coge entre sus dedos y me mira con la sonrisa más llena de felicidad que he visto. Y entonces lo sé, sus ojos brillan. Va a estar bien, y yo también. Esta es la decisión correcta, por mucho que cueste y por muy difícil que sea no tener a Leah Thompson en mi vida. Ella seguirá con su vida en Nueva York, conocerá nueva gente y yo seguiré haciendo lo que más me gusta, crear música y cantar.
— Gracias, de verdad.
Junta nuestros labios en un beso más corto, apenas es un roce. Y luego nos quedamos abrazados, en silencio, hasta que Leslie dice que se tienen que ir porque llegará tarde al aeropuerto. Leah vuelve a dejar un beso en mi mejilla antes de meterse en el coche, no sin despedirse de Hayley.
— Oh, dios mío, creo que estoy llorando y todo. — murmura limpiándose las lágrimas.
Nos quedamos ahí, hasta que el coche rojo desaparece. Leah nos dice adiós desde la ventanilla y veo cómo Hayley hace el esfuerzo para no llorar y yo aún estoy asimilando que se va.
— ¿Volvemos? — le pregunto cuando el coche rojo ha desaparecido de nuestro campo de visión. Hayley asiente y volvemos a casa en silencio.
— Entonces. — dice al cabo de un rato—. ¿Cuándo sale el EP del garan cantante Josh Hill?
Sonrío ante su pregunta y me encojo de hombros. Aún no lo sé, pero creo que bastante pronto.
— Que sepas que voy a comprarlo como una madre orgullosa. — me dice chocando nuestros hombros y yo vuelvo a sonreír, imaginándomela.
(...)
Siento el retraso, el sábado tenéis el epílogo. (y os aseguro que valdrá la pena 🙃)
Un beso 💞
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JOSH & LEAH [SIN EDITAR]
Teen FictionJosh es el hijo de uno de uno de los empresarios más famosos del mundo. Su madre es abogada. Él debe ser el mejor en todo. El mejor jugador de futbol, el mejor estudiante, el mejor hijo y la mejor persona. Debe sonreír incluso cuando no quiere y hac...