JOSH & LEAH [SIN EDITAR]

EPÍLOGO.

1 año y medio después.

Leah.

Veo el estadio más grande que nunca mientras me aferro a mi chaqueta tejana e intento controlar mi corazón, porque creo que va a salirse del pecho. Está lleno de personas. Queda una hora para que empiece y puedo ver como miles de personas nuevas aparecen cada segundo, con unas sonrisas enormes y camisetas con la cara o algunas frases de Josh. Hay muchísimos grupos de amigos, y he de decir que la mayoría de gente que viene son adolescentes, pero no se me escapa el detalle de que también hay familias con niños pequeños y parejas de enamorados.

Josh realmente ha hecho esto. Realmente está aquí, en su primer show en Nueva York. Esto no es un maldito sueño, su música es número uno en la mayoría de los países y su primera gira está siendo un éxito. Sigo mirando embelesada las paredes de este sitio, con una sonrisa en la cara. Esquivo a la gente hasta que encuentro mi sitio y me quedo ahí, sin saber qué hacer ahora. Cuando vi que venía de gira a Nueva York, supe que tenía que estar aquí. A pesar de que no hayamos hablado mucho en este último tiempo y a pesar de que ya no seamos nada. Josh siempre fue una parte muy importante de mi vida y sería egoísta no estar ahí para él cuando cumple el mayor sueño de su vida.

Saco él móvil de mi bolsillo y llamo a Hayley.

— Creo que ha sido un error venir aquí. — murmuro flojito, moviéndome incomoda en mi asiento.

No me refiero a estar aquí en el concierto, si no a venir a ver a Josh. Le dije a su madre que vendría y ahora no sé si estoy preparada para ver esos ojos. ¿Habrá cambiado, o será siendo el mismo chico amable y despreocupado? ¿Y si la fama le ha afectado? Niego con la cabeza para mí misma, el no sería así.

—¿Qué?

— ¿Y si no quiere verme? Hayley, yo no sé... Josh era mi novio en el instituto, sí, pero ya está. No sé si debería ir ahí y presentarme como si no hubiera pasado nada cuando hace un año y medio de todo. — miro como va entrando más gente.

— Él si querría verte, Leah. Por Dios, es Josh. Solo... Hazlo si es lo que realmente sientes. Nadie te obliga a hacerlo.

Tiene razón.

— Está bien. — respira hondo —  Lo haré, supongo gracias de verdad. — escucho alivio en su voz.

Cuelgo la llamada y voy a guardar el móvil en mi bolso cuando veo el disco que me regaló Josh. Hay una nota con su letra desordenada que escribió antes de que nos despidiéramos.

Todas estas canciones son sobre nosotros, y es que has hecho mucho más de lo que crees y siempre has sido más que mi novia. Ahora mismo no sé qué decir porque me tiemblan las manos, pero puedo asegúrarte que nadie nunca me ha hecho sentirme así nunca lo hará jamás. Eres única y por eso quiero que seas lo más feliz, porque te lo mereces más que nadie.

Gracias por ser mi amiga, Leah Thompson. Por ser la persona que estaba ahí a mi lado siempre y por inspirarme como nada. Siempre estaré ahí si me necesites (no lo olvides)

Y espero por favor que no llores leyendo esta nota. (Yo lo estoy haciendo ahora mismo)

Gracias por todo.

Espero que nos veamos pronto.

Mi corazón late más rápido al leer la carta otra vez. Recuerdo aquel día, que estuve releyéndola una y otra vez mientras lloraba en el avión rumbo a Nueva York. Y qué decir de todas las veces que he escuchado sus canciones entre lágrimas o simplemente sonriendo pensando en nosotros. Guardo el disco en el bolso y me levanto de repente, sin pensar en nada y sin mirar atrás. Esquivo a todas las personas que encuentro buscando la salida.