[VEINTICINCO]

601 31 5
                                    

Leah.

Leslie me mira sin dejar de sonreír.

— Así que te has enamorado de Josh Hill, el joven más influyente de América. Admítelo. — me pasa su móvil donde se ve un artículo, junto a unas fotos.

Unas fotos en las que salimos Josh y yo, cogiéndonos de la mano. No solo eso. También reímos como dos niños pequeños y en una foto incluso nos besamos.

— ¿De dónde has sacado esto?

— De Twitter. — levanto las cejas porque ella ni siquiera tiene una cuenta—. Sé que ni siquiera tengo una cuenta, pero una de mis amigas me ha pasado esta foto y desde que veo que estás saliendo con Josh tal vez tenga que modernizarme un poco, ¿no?

No me esperaba para nada esas fotos. De hecho, recuerdo incluso el día que fueron tomadas—, hace unas semanas—, que íbamos andando por las calles como si solo existiéramos nosotros dos. Ni siquiera me di cuenta que había gente fotografiándonos.

Por lo visto, no todo pinta tan mal para Josh Hill. El joven que ha estado soltero durante mucho tiempo y anhelado por muchas de las mujeres que lo conocen, ha encontrado su amor. La joven que camina junto a él, se llama Leah Thompson, una amiga muy íntima de su instituto. Hay varias fuentes que afirman que llevan bastante tiempo saliendo, pero hasta ahora no había ninguna prueba. Ahora solo falta que alguno de los dos confirme su relación. Nosotros, independientemente de si son pareja o no, esperamos que Josh Hill sea feliz y encuentre el amor algún día. ¿Vosotros qué opináis?

Hay un montón de comentarios. Miles. Algunos que nos odian a los dos y solo están ahí par aportar negatividad, otros que aman a Josh Hill, pero a mí no tanto, y la mayoría diciendo lo adorables que somos y que están contentos de que Josh tenga a alguien a su lado.

— Así que, ¿es real? ¿Estáis saliendo de verdad?

Me sorprende que me pregunte eso, porque Josh ha estado aquí bastantes noches y ella ha sido quien lo ha recibido la mayoría de veces, así que pensaba que lo sabía.

— Sí. Hace tiempo que estábamos saliendo. Aunque con todo lo que ha pasado con su familia pues no nos hemos visto mucho. Él necesita espacio.

— Se solucionará, ya verás. ¿Y cómo es salir con el joven más influyente del país?

No puedo evitar que una pequeña sonrisa aparezca en mis labios.

— Es genial. Josh no les da importancia a esas cosas la verdad. Él es una persona increíble y realmente... Me gusta mucho.

— ¿Él lo sabe? — niego con la cabeza—. Tal vez deberías decírselo. Te conozco y sé que tienes miedo a que todo salga mal, pero si Josh es tan buena persona como dices, no creo que esta relación acabe así.

El timbre de casa suena y Leslie se levanta para abrir la puerta.

— Hablando del rey de Roma. — Josh aparece en la puerta con un ramo de ¿flores? ¿Por qué mi vida se acaba de convertir en una película de Netflix?

— Bueno, yo tengo que ir a la biblioteca, he quedado con una de mis amigas. —Leslie me guiña un ojo antes de coger su chaqueta y salir por la puerta. Josh no se da cuenta, porque desde que ha puesto un pie en el umbral sus ojos están fijos en los míos.

— ¿Puedo pasar?

He de admitir que tardo más segundos de lo normal en contestarle, porque no le esperaba aquí en absoluto. De hecho, esperaba que fuese el cartero, no Josh Hill con un ramo de flores.

— Sabes que sí.

Da dos pasos más y cierra la puerta. Se queda unos segundos ahí, hasta que al final se acerca más y se sienta a mi lado.

— Sé que esto de las flores es muy cliché. — dice mientras me las pasa—. Pero realmente quería disculparme y no sabía cómo hacerlo, así que es lo único que se me ha ocurrido. Bueno, eso e invitarte al batido de chocolate que quieras.

Sonrío cuando escucho la palabra batido de chocolate.

— Supongo que la segunda era la opción correcta. — dice flojito—. ¿Quieres ir ahora?

Asiento sin pensarlo. Ni siquiera tenía que preguntarlo. Él sabe que cualquier día es un buen día para tomar un batido de chocolate. Sé que Josh está nervioso. Mientras andamos por la calle su mano roza la mía en todo momento, pero no se atreve a cogerme de la mano, así que yo entrelazo nuestras manos. Cuando llegamos y pedimos los batidos, él dice que no quiere nada de comer, es entonces cuando sé que realmente pasa algo ahí. Josh siempre tiene hambre. Bebo un sorbo de mi batido.

— Está bien, suéltalo, ¿qué pasa?

— Yo... Solo quería disculparme, de verdad. Han pasado dos semanas y a pesar de que prometí que te llamaría no lo he hecho. Todo ha sido una locura en mi casa, de verdad. Mis padres se van a divorciar y yo aún no sé qué quiero hacer.

—Josh. —digo colocando mi mano encima de la suya— No estoy enfadada contigo.

Su cara se llena de confusión.

— ¿No?

— No. —sonrío. —. Admito que al principio un poco, pero luego entendí que necesitabas tu espacio y que me llamarías cuando estuvieras listo.

— ¿O sea que he estado la última semana comiéndome la cabeza yo solo?

— Básicamente. —sonrío.

— Dios. — se pasa las manos por la cara—. Bueno, antes de perder mi dignidad por completo quiero que sepas que siento lo de las fotos. Y el artículo. Y los comentarios. Bueno, por todo. Sé que tampoco es culpa mía, pero a veces no soy consciente de que van siempre detrás mío y debería haberte dicho que existía el riesgo de que ahora todo el mundo sepa quién eres.

— Tampoco pasa nada. La verdad es que yo tampoco era consciente de que podía pasar. Me he sorprendido, y también es verdad que cuando he visto esos comentarios y todas las cuentas que me odiaban a muerte no me ha sentado de la mejor manera. Pero también había comentarios buenos. Muchos. Incluso han creado un shippeo.

— ¿Un qué?

— ¿No sabes lo que es? —niega con la cabeza—. Es ponerle un nombre a una pareja mezclando sus nombres. Por ejemplo, el shippeo de Hayley y Darren sería Dayley. — frunzo el ceño—. Bueno no sé si Dayley exactamente, pero algo así. ¿Lo entiendes?

— Más o menos. —dice sonriendo, aunque le conozco tan bien que sé que no ha entendido nada.

— Por cierto. — dice Josh. — Como esas fotos han salido a la luz, mi madre las ha visto. Antes no hablábamos mucho y ella ni siquiera me hubiera preguntado, pero ahora que estamos intentando mejorar nuestra relación, me ha preguntado por ti y ha dicho que le gustaría conocerte. Solo si tú quieres, claro. Y tampoco tiene por qué ser ahora, cuando estés preparada.

Sus palabras siguen rondando mi cabeza.

Mi madre quiere conocerte.

¿Conocer a mi suegra? La verdad es que no suena muy bien dentro de mi cabeza.

(...)

Perdón si hay algún error ♥️

JOSH & LEAH [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora