04. confiado y tranquilo.
Decidí agarrar a Nala de la mano para entrelazarla con la mía, empecé a caminar entre la gente para ir a la zona de afuera, donde se podía fumar y charlar de una manera más tranquila. Luego de haberle dicho todo eso al ex de mí acompañante, está se había quedado shockeada así que decidí llevarla afuera para que le diera un poco el aire y poder hablar con ella para tranquilizarla.
Busqué un sillón libre para poder de sentarme con ella y después de haber estado un par de minutos recorriendo la zona, conseguí uno libre.
—¿Estás bien Na?—pregunté bastante preocupado, ya que desde que la había agarrado de la mano ni siquiera había hablado—Eu beba.
Esta pareció percatarse un poco y alzó la vista para conectar sus ojos con los míos, estaban cristalizados y un poco rojos dando indicios de que iba a llorar.
—¿Tan yeta voy a ser? Primer día que salgo y ya me lo encuentro—anunció la rubia haciendo una mueca y acelerando su respiración—Como si no hubieran treinta mil boliches en Buenos Aires...
—Vení, no llores—hable con calma y pase un brazo por su cuello para atraerla hacía mí y que me abrazara. Yo también necesitaba que estuvieran así conmigo, aunque había pasado tiempo todavía me seguía doliendo lo de Ivanna, porque al fin y al cabo fuimos novios por mucho tiempo y de alguna manera afectaba—Ya está Nal.
La rubia se aferró más a mí pasando sus brazos por mí cintura y escondiendo su cara en mí cuello, donde no tardé en sentir como se empezaba a humedecer esa parte junto con la remera que tenía puesta.
—Gracias Valen—dijo separándose un poco de mí para pasar el dorso de su mano por toda su cara para eliminar todas las lágrimas que estaban recogiendo sus cachetes y observé cómo su mano temblaba que supuse que era por los nervios que cargaba encina—Posta, gracias.
De un momento al otro, me levanté dejándola sola y con cara de no entender nada. Me dirigí hasta la barra para pedir una botella para agua así poder tranquilizarla un poco más porque la veía muy alterada y bastante nerviosa, para mí mala suerte justamente al lado de la barra se encontraba el ex de Nala.
—¿Vos sos el wacho de Nala?—preguntó pero lo ignore completamente. No quería enojarme más de lo que estaba, además de que no quería armar quilombo en el boliche, siempre fui muy pacífico y de arreglar las cosas hablando pero este tipo de temas me sacaban—Te aviso desde ya que la chupa mal y no sabe moverse.
Saqué mí vista del barman y la centré en el sin expresión alguna mientras que con una de mis manos agarraba la botella de agua con fuerza, simulando que era el.
—Ahora te parece linda pero no vale nada y no tiene nada bueno que aportarte, solamente sus bajones y depresiones constan...
Antes de que pudiera terminar la frase, impacté mí puño derecho en su mejilla dejándolo con la palabra en la boca y que se mordiera la lengua a causa de eso, no pasaron ni dos segundos cuando empezó a sangrar la misma.
—¿Vos sos sordo o tenés cera en los oídos amigo? Parece que no entendiste cuando te dije que no volvieras a hablar así de ella porque te iba a encajar una piña—solté bastante exaltado. Este me miraba atento mientras hacía un par de muecas por las molestias de su lengua y su mejilla—¿No sabes que las cosas de la intimidad no se cuentan siome? Sos tremendo virgo, además ¿Quién te crees que sos para tirar y tratar a una persona de reemplazable y poca cosa? No te lo repito más, volvés de decir algo así de Nala y te dejo la nariz en la nuca ¿Bueno?
Agarré la botella de agua y volví a salir a las terrazas para dársela a la rubia y cuidarla un poco más, por lo menos todo el tiempo que estuviera en el boliche y si hacía falta también la iba a acompañar hasta la casa.
—Nal—la llamé haciendo que se destapará la cara y mostrará sus ojos todos rojos y aguosos—No llores más linda, ya está.
Me apure para sentarme al lado suyo y le extendí la botella de agua pero ella en vez de agarrarla, me volvió a abrazar y sollozo fuerte.
—Pensé que te habías cansado de mí—contó llorando todavía y se separó para mostrarme un gran puchero que termino en una mueca, le extendí nuevamente el agua y ella la agarró gustosa para darle un par de tragos—Gracias.
—No digas eso... Sos una persona hermosa tanto por fuera como por dentro y eso que te conozco hace poquito pero brillas mucho Na y no tenes que dejar de hacerlo por personas que no valen la pena—hablé suave y levanté mí mano para sacar las lágrimas que caían por sus mejillas, ella me sonrió apenas y me abrazo de nuevo—¿Querés que te acompañé a tu casa?
Asintió, nos levantamos y empezamos a caminar a la salida mientras Nala le avisaba a su amiga que no se preocupara por ella que no estaba sola.
Ni bien salimos del boliche, la escuché tiritar y vi como se frotaba los brazos para tener más calor. Rápidamente me saqué la campera para entregársela y después de estar varios minutos insistiendo, la agarró.
—Gracias—sonrió pero la misma se borró cuando vio mis nudillos—¡¿Que te paso?!
—Nada, no te preocupes—acoté para que se despreocupara y me miró obvia haciendome reír un poco, de tonta no tenía un pelo—En serio te digo.
Después de casi media hora caminando o incluso mas, llegamos a la cara de la rubia. El camino se me hizo muy llevadero ya que habíamos estado conversando todo el rato.
—Gracias por acompañarme Tín—habló ganándose una cara de orto por mí parte, la única que me llamaba así era Lola y sabía que me molestaba, y por lo que se ve, está última le dijo eso a la rubia para que me molestará—Tomá, gracias por esto también.
—No seas boba, quedatela que todavía tenés que pasar todo el patio y no quiero que te enfermés—expresé devolviendosela, ella la agarró al toque y se la puso para después abrazarme—Descansá y cualquier cosa que necesites ya sabes.
—Gracias por todo Tín—dijo antes de darme un sonoro y largo beso en el cachete—Que sepas que la campera va a ser mí droga nueva y no te la pienso devolver.
—Espero que la cuides porque es una de mis favoritas—informé mientras la miraba. Era la que normalmente utilizaba en las compes, una rompe-vientos new balance turquesa con púrpura—Pero tengo que admitir que te queda linda.
—Te prometo que la cuido—aportó y me volvió a dar un beso en el cachete para después girarse y meter la llave dentro de la cerradura, se dio la vuelta para mirarme por una última vez—Gracias por todo de nuevo, descansá lindo.
—Vos también—concordé con una sonrisa y espere a que pasará la puerta para darme la vuelta e irme a mí casa.
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hola quiero saber que piensan de Valeeeen💖
Ya se que anduve re desaparecida y si preguntan el por qué. Ni yo lo sé