LA AMANTE TRAICIONADA - Mariams Rodríguez

*CAPITULO 9*

EN LA VIDA NO PIERDE EL QUE ES TRAICIONADO,SI NO EL QUE NO VALORO UN GRAN AMOR QUE TENIA A SU LADO.

 AMARIS

Estábamos atravesando el recibidor del lujoso hotel cuando una voz conocida llamó mi atención, me quedó inmóvil y  giró sonriendo, ya se estaba acercando leonardo un hombre rubio y alto, vestido con un traje negro.

–Leonardo, ¿qué tal estás? –lo saludo.

El es el hijo de mi jefe habíamos quedado que me ayudaría a buscar un local para poner una inmobiliaria y me ayudaría también con los contactos

–Tengo que darte una dirección –me dijo  metiéndose la mano en el bolsillo–. ¿Llevas un bolígrafo?

me doy cuenta de que que había dejado el bolso en el auto de stephe volteo a ver a Bastian.

–¿Un bolígrafo?

Tiene una cara de poco amigos seque esta enojado ya que no esta acostumbrado a que no lo incluyesen en una conversación ,saca un bolígrafo de oro del bolsillo,Leonardo lo tomó y escribió una dirección en el dorso de una tarjeta.

–Seguro que te gustara  y no es muy caro, La vendedora solo quiere deshacerse de todo.

–Gracias, Leonardo.

–¿Qué tal si te invito a comer un día de estos?

 Estaba por responder pero al momento siento a Bastian como me coloca el brazo alrededor de mis hombros.

–Por desgracia, está ocupada.- responde este por mi.

–Me encantaría, Leonardo. Llámame –le digo demostrándole que no tiene ningún derecho sobre mi.

–¿De donde lo conoces? –me comienza a pregunta Bastian  mientras entrabamos en el ascensor.

–Leonardo es dueño de una cadenas de hoteles  y se ofreció en ayudarme en buscar un local accesible para iniciar mi negocio de  inmobiliaria y me ayudara a ponerme en contactos con clientes.

–Puedes abrir una tienda en Grecia yo te la pagaré –me propuso  muy serio.

- No me sorprende tu propuesta Becker pero la respuesta es la misma de antes NO.-Comienza abrir la puerta de su habitación.

–No me creo que haya otro hombre en tu vida.

–No voy a volver contigo, ¿Por qué iba a querer una tienda en Grecia? Soy feliz aquí. Y, lo creas o no, ahí afuera hay hombres dispuestos a llevarme a un restaurante en vez de esconderme en su habitación.

Se que fue un golpe muy directo y  se que lo capto ya que su cara palideció.

–Estamos en mi habitación porque teníamos que hablar en privado.-se excisa y  sonrio.

–Tal vez hoy sea así, pero nunca me llevaste a un lugar público en los años que estuvimos juntos. Podías haber estado casado desde el principio. Yo no era más que un sucio secreto en tu vida.

–Eso no es cierto.

–Ya no merece la pena discutir acerca del pasado –le digo con el tono de voz cansada.

–Por supuesto que sí... Quiero que vuelvas conmigo –insistió.

Llamaron a la puerta y él puso gesto de exasperación. Eran dos camareros que llegaban con un carrito con la comida.

 -Habla conmigo,. Dime lo que quieres.

Me dejó caer en un sillón, delante de la mesa con la comida. Que Bastian me pidiese que hablase con él no era habitual, era un hombre al que no le gustaban las conversaciones serias y que intentaba evitar momentos cargados de emoción.

–No tenemos nada de qué hablar –le respondió.

Empiezó a comer con repentino apetito y así encontró una excusa para no mirar lo a los ojos , el uno de los hombres más guapos del mundo.,un hombre que estaba fuera de mi alcance, era rico y tenía éxito, es guapo y elegante, educado y procedente de una familia con respetada Si me hubiese dado cuenta de todo aquello desde el principio, jamás habría tenido nada con él y nunca me habría hecho daño. 

–¿De verdad hay otro hombre? –Me preguntó en voz baja.

Me quedó pensativa y me ruborizó cuando sus ojos se encontraron con los mios. Tomo aire y pretendo mentir, pero no puedo.

–No –admito a regañadientes–, pero eso no cambia nada.

–En ese caso, ambos somos libres –murmuró llenando mi  copa de vino.

–No tengo la menor intención de volver contigo –le aseguro dando un sorbo a su copa.

–Pero estábamos bien juntos.

 Niegó con la cabeza, muy seria.

Bastian bebe de  su vino y me mira fijamente. .Los camareros volvieron a servir el plato principal, a esas alturas, todo el personal del hotel debía de saber quién era Bastian Becker, el multimillonario del petróleo conocido en el mundo entero. 

La prensa lo adoraba porque llevaba vida de hombre rico y salía muy bien en las fotografías,Eleonor también había sido muy fotogénica, con su inmaculado pelo rubio, sus rasgos perfectos y su esbelto cuerpo.

 Mientras me tomaban el postre, una deliciosa mezcla de frutas del bosque frescas y merengue, me armo de valo y le preguntó si seguía teniendo el apartamento en el me habia dado para vivir.

–No, ya no.

Eso significaba que no había puesto a otra mujer a ocupar mi lugar, no puedo evitar sentir alivio y tuve que beber vino y hacer un esfuerzo para pensar en otra cosa, ya no era asunto mio con quién se acostaba.

Desde que Bastian se había casado con Eleonor, me había reemplazado en todos los aspectos, había elegido a Eleonor para que se sentase enfrente de él a la mesa del comedor de su bonita casa griega, que ella nunca había visitado. 

Bastian había decidido salir en público con Eleonor  porque habían sido una pareja de verdad y era evidente que había querido que fuese ella la madre de sus hijos...