Capítulo 29: Preocupaciones

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-Me alegro de eso -Brame colérico y me incorpore, detestando su sonrisa cínica, empeorando mi humor.
Duncan (Se pronuncia Doncan) era persona con el doble del egocentrismo que yo poseía y no tenia ni la mitad de mis cualidades. Alardeaba de ser la persona mas osada que ha tocado la tierra cuando era un total cobarde, con las calificaciones mas mediocres y solo permanecía en el instituto por ser hijo de uno de los docentes. Presumía de su aspecto bastante ordinario, de cabello castaño y ojos oscuros.

-Y ¿Donde dejaste a Jessica? tienes nueva compañía ¿La compartes? -Gruñí y toda la habitación se fundió en absoluto mutismo, con la admiración de todos sobre nosotros.

-¿No te es suficiente besar a todas las chicas de aquí? ¿También buscas las ajenas? -Amonesto el rubio.

-Ya conoces la respuesta Charly -Miro por sobre mi hombro a la castaña que se mantenía al margen de todo con sus ojos en la pizarra vacía; eso lastimo su orgullo "Varonil", rodeo la mesa para aproximarse a la joven. Que solo le presto atención por la cercanía de la cara del contrario a la suya -¿Hola? -

-No necesitas estar a una distancia mínima para saber que hablas de mi -Manifestó con rigor

-¡Dejála! -Me acerque con tal de ultrajarlo pero tres de sus seguidores me detuvieron -¡Sueltenme! -

-¿Y si nos damos el gusto de conocernos? -El maldito la tomo del mentón

-No gracias; ya he conocido suficientes idiotas -¡Esa era la chica que me gusta! Con su carácter siempre difícil de doblegar, embeselaría a cualquiera, incluyéndome.

Y se soltó de su agarre, los murmullos se desataron; Duncan se enfado, sostuvo nuevamente con violencia su barbilla y con ella inadvertida. Comencé a forcejearme, subestimando sus capacidades.
No obstante, la femenina agarro su muñeca torciéndola hasta que de esta salio un crujido; No la había roto, solo había sido el sonido de su articulación.

-Vuelve a tocarme y Carter no sera el único que se ocupe de ti -Amenazo la de cabellera pardo con furia.
La respuesta de el masculino fue un golpe de su puño que fue detenido con esos ya tan conocidos reflejos extremadamente rápidos, se miraron a los ojos y Raquel lo fulminó con ellos, enterrando sus alargadas uñas minuciosamente depuradas -¿Lo entendiste? -

-Disculpen la tardanza al... ¿Que ocurre? -Cuestiono un profesor con severidad al vernos rodeados de todos los presentes, no me repare de cuando sucedió eso.

-No fue nada -Contesto Raquel, liberando la extremidad de el aturdido chico, quien se fue a su sitio, seguido por sus amigos que me redimieron, también me sitúe en mi lugar después de ordenar un poco mi ropa.

-Tu chica es intensa -Susurro con una curiosa combinación con alegría y asombro el ojiazul detrás de mi.

-Lo se -Murmuré.
El pretendía que realmente salíamos por nuestro extraño comportamiento y coqueteos discretos; pese a ello, no era cierto y tampoco quería aclararlo, disfrutaba que ellos siguieran suponiendo lo que sea, puesto que las personas mas cercanas a mi tenían el conocimiento de la verdad. Inclusive la castaña no lo negó y eso fue bueno.

El docente se encargaba de silenciar a los que mas ruido creaban, los de mutismo escuchaban musica con sus audífonos, se oía ligeras voces que conversaban entre los estudiantes distribuidos por toda la habitación.
Particularmente, Charly hablaba conmigo y Raquel se unió en algún momento. A el rubio le agrado la actitud extrovertida de la joven, debatíamos de temas polémicos, por que a pesar de que el de iris turquesa mantenía un promedio bajo, no era un idiota y sus temas de conversación eran de interés.

En algún otro instante, el de cabellera clara platicó con otras personas de su alrededor, algunos comenzaban a salir cumpliendo el tiempo que se les habían determinado; en nuestro caso, aun teníamos un par de minutos y comencé a intercambiar diálogos con la de ojos caoba.

2° Las Bestias Elementales [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora