Capítulo 35: Ultimátum

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Se prolongaron con lentitud y la castaña cerro sus ojos, ansiosa; no lo detendría debido a confiaba en el y el destino de ambos; sobrevivirían, de eso ella sin duda se encargaría.
Unieron sin labios con lentitud y Carter no vacilo, atrayendo a la joven de la cintura, para finalmente bajar sus párpados; Raquel ciño el cuello del contrario, perdiendo sus dedos en el cabello rojizo y desordenándolo; acción que no le importo al pelirrojo.
Aunque su aspiración no fuera esa, tuvieron que separarse con el mismo sosiego con el que lo iniciaron.

Las consecuencias de lo que ese hecho significaba, le instigaron a la femenina pura constricción; la relación que actualmente mantenían se alteraría por completo, donde los problemas serian distintos a los que se enfrentaban y por ende, también el de sus amigos. Aquellos cambios la inquietaron de sobremanera.

RAQUEL:

-Carter... Debemos regresar -No podía mirarlo y el lo noto.

-¿Que es lo que...? -Lo irrumpí

-Es difícil de que te lo explique pero no sera ahora ¿Si? -Me desplace a la orilla de la azotea y la tierra obedeció, recreando la escalera con la que logre subir. Descendí primero.

Mire hacia arriba, admirando a el de iris sombrías que permanecía en el nivel superior, con un rostro impasible. Eso me aumento mi nerviosismo.

-Baja; no voy a destruirlo hasta que lo hagas -Susurré, sin embargo, fui escuchada ya que acato.
Pensé que tal vez, los demás ya estarían en sus hogares; pero no, seguían ahí y al vernos, se aproximaron.

-¿Donde estaban? -Cuestiono Celeste

-En el techo -Respondi

-¿Y ocurrió algo? -Desvíe la mirada de Sebastián, quien realizo la pregunta. Carter frotó su nuca.

-No, nada -Contesto el; La azabache y el ojigris compartieron una mirada pero no dijeron nada.

Se retiraron sin mas; la despedida a el pelirrojo fue en grupo, aquel habito de esperar por que los demás se fueran para dedicarnos un tiempo solos desapareció, por eso, preferí evitarlo y el no se opuso. No tengo idea que es lo que Carter piensa y pese a preocuparme, no quería cruzar palabra con el.

El cansancio psicológico pudieron conmigo, fue cuestión de que tocara la cama y cayera en lo brazos de Morfeo.

La jornada escolar comenzó después de abandonar mi hogar, caminando junto a Jayden como frecuentaba. Antes de las clases, compartí mi tiempo con el y Celeste, o al menos en mi estado solido; debido a que mi mente estaba en otro sitio muy lejos de mi realidad. El castaño no me pregunto pero lo notó.

Durante clase, la azabache se instalo a mi lado y debido a petición de algunos amigos del ojiazul que suele acompañarlo; este fue con ellos. Me esforzaba en prestar atención al docente, no obstante; mi cerebro hacia lo contrario, invadiendo mis pensamientos de el chico de mirada oscura.

-¿Que te ocurre? Vamos Raquel, puedes confiar en mi -Susurro la de mirada cobalto; suspire; tenia razón, demasiada.

-Ayer después del entrenamiento, Carter... -Me interrumpió.

-Fue debido a lo que dijo de ti; no le creas, a veces se le da por ser idiota -Reí por su ceño fruncido -Sebastián piensa lo mismo -

-Si pero no fue eso, se disculpo y el mismo lo admitió -Con mas calma ella sonrió.
No le limite detalle alguno y en lugar de mostrarse sorprendida, escuchaba todo con un porte serio; reducidas ocasión emitía sonidos de afirmación.

-Entonces... Me dices que tu primer temor ya no lo es; decidiste arriesgarte -Mordí mi labio asintiendo -Respecto a los celos que te tenia; lo sospechaba pero jamas quise preguntarle por no querer empeorar la situación y ahora tu actual inseguridad somos nosotros... -Volví a aceptar -¿Nosotros? ¿Por que? Desde un inicio comenzábamos asimilarlo; a Sebastián le llevo tiempo, supongo que debido a que antes tenia la total atención de su mejor amigo; aunque ahora les aprecia a ambos y le gustaría verlos juntos. Si supieras el enfado que experimento con lo que exclamo Carter -Soltó una ligera risa y eleve mis comisuras -Las cosas no cambiaran; amenos que tu las hagas, Raquel -Mire a mis manos.

2° Las Bestias Elementales [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora