Christian (POV)
Estoy tratando de concentrar mi atención en el trabajo, mientras intento recordar partes del sueño, pero cada vez que voy a hacerlo, se esfuma, Welch está tratando de averiguar como hizo Ella Maxwell para contactar con Susanah, no quiero pensar lo peor, pero todo lleva ahí, Susanah fue seleccionada por Elena, no quiero pensar que Elena pudiera traicionarme así, siendo que ella sabe mi historia, pero sinceramente nada me sorprende, si mi madre fue capaz de venderme por drogas, porque una mujer con la que no tengo ningún lazo sería diferente.
Sigo mirando mis contratos, cuando escucho el sonido del elevador, me levanto a observar quien es y me sorprendo al ver que es mi madre.
-Grace, buen día, a que debo el honor - se lo digo lo más amable que puedo, ella sabe bien que odio que venga sin avisar, ella intenta ocultar el dolor de que le produce mi formalidad, pero en sus ojos veo la tristeza, en mi mente la puedo llamar madre o mama, pero jamás se lo dije a ella.
-Christian, cariño – se acerca y me toca el antebrazo con cariño – te extraño, no hemos sabido de ti en casi un mes.
-Estoy con mucho trabajo, pero por favor pasa – le saco el brazo y lo extiendo para indicarle la sala, ella camina hasta sentarse en el sofá y yo me siento frente a ella. – Quieres beber algo – hago el ademan de levantarme cuando ella niega con un gesto de la mano.
-No, estoy bien gracias hijo – y esa palabra sigue causando un pequeño dolor de estomago – tu padre quería venir, pero le dije que mejor viniera yo, sé que odias que vengamos sin anunciarnos, pero vine con una misión.
La miro interrogante.
-Vengo a llevarte a almorzar a la casa, y antes de que repliques no acepto un no, - me dice rotundamente
-Grace, te agradezco la invitación, pero como te explique...
-Christian, es domingo, eres el dueño de la empresa, que un día no trabajes no te llevará a la ruina – y cuando voy a replicar sus ojos se cargan con mucha ilusión – por favor hijo, nos haría muy feliz a tu padre y a mí que nos acompañaras a almorzar
La miro en silencio por un momento, y luego me levanto – dame unos minutos para cambiarme – la sonrisa que dibuja su rostro es completa, y con un asentimiento de cabeza me dice que sí.
Mientras estoy cambiando mis ropas no puedo evitar pensar que siempre he rechazado el amor que mi familia adoptiva me ha brindado, pero en el fondo sé que es algo que escapa a mí mismo. Nunca me he sentido verdaderamente amado, y mi corazón es algo que murió hace ya muchos años, no sirvo para amar, y eso me quedo claro en cuanto los Grey me adoptaron, intentaron de todas las formas acercase a mí, que me abriera a ellos, pero me sentía como un animal asustado, antes de ellos solo conocía el maltrato, el dolor, el abandono y la tristeza, y pese a que ellos intentaron hacerme olvidar mi pasado, nunca realmente lo logre.
Cuando bajo las escaleras veo a mi madre mirando por la ventana, como siempre el aura que rodea a esta mujer es blanca, una mujer bondadosa con mucho amor para dar, lástima que me eligió a mí, alguien no merecedor de amor.
-Nos vamos? – ella voltea y me sonríe
-Cuando tú digas – y llego hasta ella y la guio hasta la puerta, es solo un almuerzo, creo que sobreviviré.
Cuando llegamos a la casa noto que hay algunos arreglos de flores, miro a mi madre pero ella tiene una sonrisa serena, nos estacionamos y en cuanto entramos a la entiendo el porqué fue a buscarme.
-Christian!!!!!
Un pequeño tornado rubio me toma por sorpresa abrazándome, la verdad me pone muy contento verla.
-Mía, que sorpresa, cuando llegaste?
Ella se suelta y me mira, y ahí está la única mujer que puede tocarme, la única que me quita una verdadera sonrisa
-Esta mañana, le rogué a mamá que fuera a buscarte para almorzar.
Miro a Grace y ella sonríe, la verdad agradezco de corazón que haya ido a buscarme y no me haya dejado negarme.
-Me alegro que así fuera – le digo y caminamos hacia la sala, ahí nos espera Carrick ya con dos copas y poco después al almuerzo se une Elliot, nuestro hermano mayor, pero que parece el menor.
Estoy nuevamente parado solo en mi departamento, mirando el horizonte, a decir verdad el almuerzo con mis padres fue bastante agradable, y ver a mi hermana fue lo mejor de todo. Aunque jamás se los exprese, siempre les tendré gratitud por haberme rescatado.
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El ángel que cautivó a mis sombras
FanfictionLa oscuridad ha sido siempre parte de Christian, desde que tiene memoria, atormentado por los demonios de su pasado que lo convirtieron en un ser frío, distante y calculador. Cuando la obsesión empieza a ocupar su mente y el destino le impide logra...