Diario de un joven enamorado

Diario

Dos meses desde que te conocí han transcurrido, no puedo seguir escribiendo Kagome, pero no quiero perder detalle de todo esto que pasa a nuestro alrededor, hoy tu y yo nos unimos en uno, de forma espiritual, de forma legal, la influencia de mi padre ayudo a acelerar los trámites para permitir a dos menores de edad casarse, la maestra Naomi fue muy emotiva, me abrazo con fuerza y dio las gracias por cumplirle este deseo a su hija.

No sabes cómo latió mi corazón, aquella tarde de agosto, cuando tú y yo nos unimos al fin, te vi vestida de blanco, tu rostro demacrado se ocultó tras una capa de maquillaje bien aplicado, llevaste un ramo de girasoles en la mano, tu flor favorita, me miraste al entrar con mi smoking, estoy seguro que esa sonrisa te costó mucho esfuerzo, pero fue genuina, tome tú mano en presencia de nuestros amigos de la granja y nuestros padres.

El padre recito la ceremonia religiosa, mantuve tú mano sostenida, a tu lado me encontraba con el corazón latiendo, con el corazón sufriendo, con el corazón lleno de amor por ti…

-yo Inuyasha Taisho te tomo a ti Kagome Higurashi porque te amo, porque le diste sentido a mi existencia, porque me ensañaste a vivir, a perdonar, a amar, a creer, a luchar, seré tuyo a partir de hoy, hasta la eternidad-comente poniéndola la argolla de oro.

-yo Kagome Higurashi te tomo a ti Inuyasha Taisho para amarte hasta mi último suspiro-ella guardo silencio y todos la miramos, una lagrima caía por su bello rostro- te tomo porque soy egoísta, y no quiero irme sin haber sabido que era estar unida a ti, te tomo porque tengo miedo de no volverte a mirar, te tomo porque quiero crear un lazo tan fuerte que me haga estar en tus recuerdos cada día, te tomo porque nunca, nunca habrá nadie mejor que tú para mí. Pero también, hoy, mamá te entrego un hijo para que no me extrañes tanto, te entrego una madre para que no seas tan rebelde, hoy uno a nuestras familias y las vuelvo una, para toda la vida.

Los presentes como yo, lloramos, una boda debe ser felicidad, pero para mí era una despedida, era mi regalo, era mi forma de agradecerle por estar aquí, para mí era el final, sin ella, sin ella tendría que seguir respirando, aprendiendo y viviendo, el padre nos declaró marido y mujer. La abrace de la cintura con delicadeza y bese sus labios, el doctor Bankotsu aplaudió entrando justo a tiempo para estar presente en nuestra unión, me incline y bese sus labios, me controlo lo más posible para no dejarla sin aliento, apenas separarnos se desvaneció en mis manos, logre atraparla antes de tocar el piso.

-Kagome-llame-Kagome…

-salgan-pidió el doctor acostándola en la cama- enfermeras por favor.

Estaba sentado en el piso, de aquel pasillo de hospital, me había casado con la chica más especial, me entrego mucho, me entrego a su madre, ella vino, me abrazo, el doctor Bankotsu salió y detuvo todo a nuestro alrededor…

-KAGOMEEE-grite mirando al cielo.

-Inuyasha se feliz-el murmullo de su voz llego a mí como una brisa cálida.

La despedimos bajo un sol brilloso, así como era ella, dando luz, felicidad a los demás…  Sabes que todo ha terminado cuando el silencio se hace presente, cuando los ojos se cierran para nunca más abrirse, cuando tu corazón se detiene al mismo tiempo y solo quedan los recuerdos que compartieron juntos, hay personas que marcan tu vida, que la cambian de tal forma que nunca más vuelves a ser el mismo, mi vida ha sido uno de ellas, de mi dependerá ahora en adelante seguir mejorando.

*6 AÑOS DESPUÉS

El departamento del campus estaba repleto de cajas, un hombre bajaba cajas de una alta repisa, su cabello plateado brillaba con la luz del sol, al jalar la caja un libro de cuero cayo a sus pies, dejo la caja en su lugar y se dispuso a recoger en empolvado libro, se sentó en la cama sabiendo de que se trataba, hacía años que no la miraba, la abrió justo en la foto de aquella chica de ojos chocolates que sonreía feliz junto un chico de 17 años.

POV INUYASHA

Llegue a la granja esa noche, después de todos estos años, regrese, me sentí ahogar por los recuerdos, me sentí morir por su partida, entre a la casa solitaria, mis padres estaban de viaje, no pude evitar subir a esa habitación donde la vi por vez primera, me senté en la cama donde me hice hombre, donde me grabe su imagen de mujer.

Me deje caer en ella y abrace la almohada, su olor apenas era percibido, dormí entre recuerdos felices, entre lágrimas de tristeza, el gallo cantaba sin parar, al salir el sol, me levante y seguí la rutina de aquellos días que me encontré aquí, los caballos comieron, embolse el abono y tome una rica limonada, al llegar la tarde corrí hasta la cima de la colina, me senté bajo el gran árbol y mire el sol ocultarse.

Querida Kagome:

     Soy yo Inuyasha, perdón por no haber venido antes, por no haberte visitado, pero aun dolía, aun lloraba, aun recordaba con pesar, sin embargo, ese primer año, visite aquellos lugares que tanto deseabas conocer, lo mire, lo disfrute por ti, por mí, sabes viviste en mi mente cada instante, no puedo mirar aun a otra chica, siempre busco esos ojos chocolates brillosos, no, no será siempre, lo prometo.

    Pero por ahora soy feliz con tu recuerdo, aun eres mi complemento, suelo decir con orgullo que estuve casado con la mujer más genial del mundo, suelo decir con orgullo que me amaron hasta el último suspiro, suelo mostrar con orgullo mi anillo de casado, suelo mirar al mundo por dos.

Antes de ti no fui feliz, antes de ti no fui nada, antes de ti la vida no me importaba, pero ahora gracias a ti puedo caminar con la cabeza en alto, mirar a los que me rodean y tender una mano amiga a quien necesite. Querida Kagome hoy empiezo a vivir por mí, sin olvidarme jamás de ti, volveré pronto a visitarte, con nuevas noticias, tal vez la vida me tenga a otra persona especial a quien yo le haga falta.

Cerré los ojos dejándome envolver por la brisa, juro que pude mirarla correr, usando su uniforme verde, sonriendo feliz, con sus ojos chocolates brillando, con su mano, lanzo un beso y desapareció en el horizonte, me quite el sombrero y salude como todo un vaquero.

Este es mi diario, el de un chico enamorado…

FIN