POV KAGOME
El recuerdo de mi padre me pesa, duele, me hiere, me tortura, no sé cómo mirar de nuevo a mi madre sin sentirme terriblemente mal, todo lo dicho en estos meses, la forma tan vil que la trate, miro la ventana, el cielo se ve nublado, no quiero hablar con nadie, necesito tomar valor para mirarla a la cara, Inuyasha me aconseja dejarlo ser, pero no puedo, no puedo perdonarme por mi tonta actitud.
Aun sufro de dolor en el cuerpo, pero por ahora mi mente solo se centra en todo esto que estoy viviendo, no puedo perder otra sesión con el doctor Bankotsu, me prometo que iré al día siguiente, de ello también me siento mal, al fin de cuentas exigí que ella consiguiera el dinero para poder tener mi rehabilitación, dinero votado si no voy, pues el mes esta pagado, suspiro mientras las gotas empiezan a caer, vaya mañana deprimente, pienso.
POV INUYASHA
No tengo tiempo para escribir y narrar más que lo esencial, porque la vida es una reverenda miarda, cuando uno cree que todo va bien, que las dificultades han sido superadas, que por fin se puede ver la luz a través del túnel, la puta vida te da un golpe y te recuerda que nunca nada está escrito, no me cabe en la cabeza como los días felices se volvieron terribles, aquella mañana lloviosa me pareció significativa, como si las gotas limpiaran las almas dañadas, las lágrimas y los problemas creados por terceras personas.
Ese día no paro nunca de llover, apenas había tenido tiempo de hablar con Kag esa mañana cuando le deje su desayuno, baje a darle de comer a los caballos, después fui a apoyar con las cercas, fue hasta la tarde después de tomar un baño caliente, mientras las gotas se oían sin parar, que entre a su cuarto, ella estaba acostada, se peinaba el cabello húmedo, llevaba una sudadera y la verdad hacia un poco de frio, me sonrió al verme y me senté a su lado.
Le tome la mano y nos dedicamos a mirar las gotas caer sin parar, golpeándose en el vidrio, poco a poco se fue oscureciendo la habitación, ninguno dijo nada, solo importaba nuestra cercanía y el calor emanado por nuestros cuerpos, se apoyó en mi hombro, mientras pasaba las manos sus hombros, poco a poco el ambiente se hizo pesado, no sé, si nuestros cuerpos presentían lo que pasaría, no tengo idea porque, pero algo muy dentro de mi pedía y exigía unirme a ella de todas las formas posibles.
Al día siguiente nuestro mundo se trastorno, ella amaneció con una fuerte calentura, ni medicamento, ni baño, ni nada hacían que se le bajara, ella empezó a delirar, la maestra se preocupó por ello, e inmediatamente la llevamos al hospital, el doctor Bankotsu la recibió y al momento de valorarla se percató de unos moretones en su espalda y brazos, por un momento pensé que la emoción de la noche anterior me llevo a lastimarla sin darme cuenta.
-saben si ha tenido malestar-pregunto preocupado el doctor.
-no, ella nunca se ha quejado-contesto la maestra.
-ella ha tenido episodios de dolor muscular y sangrado nasal-la cara de la maestra al escucharme fue severa.
- ¿Por qué no dijiste nada? -me pregunto.
-yo… todo ha sido muy rápido-exclame temeroso.
-será necesario unos estudios de urgencia, pero quiero que estén preparados, tengo mis sospechas y si son acertadas será difícil.
Ahí sentado con la cabeza baja, escuche a mi padre darle ánimos a la maestra, Kag estaba en urgencias, nadie decía nada, rezaba en silencio por ella, cerré los ojos y me deje envolver por el recuerdo que estará en mí gravado por siempre.
Esa noche, nuestras miradas se encontraron, me incliné uniendo mi labio con los de ella, despacio comencé por su boca, jugando y disfrutando de su sabor a fresa, nervioso le susurré:
-también es mi primera vez.
Mientras mis manos torpemente acarician sobre su ropa, su mano se aferra a mi cabello, siento como tiemblo con tan solo su contacto, despacio mi mano baja a su cintura, por vez primera se mete entre sus ropas, su piel es suave, acaricio y un suspiro se escapa de sus labios, mis manos traviesas suben a su seno mi primer contacto íntimo, no hay dudas en nosotros, ambos lo queremos, despojarnos de la niñez, volvernos hombre y mujer.
Nuestra respiración es entrecortada, ambos nos miramos, mi mano aprieta sobre el sostén, contengo la respiración y ella se incorpora, se saca la sudadera sobre su cabeza, sin yo dejar de tocar, sus ojos chocolates se clavan en mi dorada mirada, sus manos pasan por detrás, me hinco frente a ella bajando la mano en la colcha, mis ojos no pierden detalle del sostén dejando a mi vista los pechos bien formados y redondos, rosados pezones se elevan excitados, mi mano se eleva para acariciar con mis dedos los erectos pezones, ella contiene la respiración al sentir la oleada de placer recorrer su cuerpo, sus manos tímidamente se posan en mi pecho, con delicadeza me saca la playera de mangas largas gris que llevo.
Quiero gravar en mi mente este momento, nuestra primera vez, nuestra primera experiencia, la queremos tatuar en nuestro sistema, no hay nada, ni nadie que importe más que nosotros y este sentimiento que nos rebasa, tengo 17 años, estoy enamorado por vez primera, mi corazón se desboca en cada mirada encontrada, amor es una palabra muy fuerte, muy intensa, muy inmensa, y esto sin duda lo es.
Le saco el pants que lleva, junto con la ropa interior, me bajo a los pies de la cama y lentamente me desabrocho el pantalón, se sonroja al mirar mi dura erección, me deleito con su cuerpo desnudo, mientras subo de nuevo y me recuesto sobre ella, cargando mi peso con los brazos, beso sus labios de nuevo, pero esta vez es muy diferente, esta vez ardemos de pasión, ya no es un beso de niños, es un beso de entrega, confianza, amor…
Me giro y la llevo en el camino, acomodándola sobre mí, roso su vientre plano, sus bellos rizados me brindan un ligero cosquilleo, mi boca encuentra se pecho, la lengua acaricia la punta erecta, suspira largamente y de nuevo la recuesto a mi lado, subo quedando entre sus piernas, voy besando su piel, bajo entre sus arqueadas caderas, miro sus risos y mi mano acaricia sus piernas camino a su centro, mi dedo se introduce en su humedad, ella lanza un gemido que me provoca satisfacción, me siento poderoso y muy hombre al darle placer…
Ambos estamos listos, no quiero, ni puedo esperar más, así que me acomodo entre sus piernas, nos miramos largamente, y poco a poco voy embistiendo su sexo, ella clava sus uñas en mi brazo, me topo con su barrera y la veo cerrar los ojos.
-no, por favor mírame-suplico con voz ronca.
Ella los abre, y con fuerza me dejo ir dentro, muerde mi hombro para ocultar el grito de dolor, un lagrima resbala por su ojo, se lo quito con la lengua y susurro.
-amor tranquila, te amo, eres grandiosa, eres una diosa, no sabes lo feliz que me haces, Kagome soy tuyo-murmuro y ella sonríe.
Yo y ella somos uno, me muevo lentamente entre sus paredes estrechas, soy algo grueso tampoco pienso mentir y decir que soy enorme, pero estoy orgulloso con mi miembro, ella gime en cada estocada, poco a poco la emoción nos sobre pasa, me muevo con más velocidad, y ella se obliga a morder la almohada para evitar que los demás se enteren de nuestro encuentro especial.
Mi piel se eriza, se prende, ella se contrae, ambos nos convulsionamos llegamos al éxtasis de la primera vez, la lleno sin remordimiento, ella me recibe con amor, jadeamos ante la emoción, nuestros cuerpos sudan, se relajan y salgo de ella, me recuesto a su lado, con los ojos cerrados, me siento alucinado con esta nueva experiencia, no hay nadie más en este mundo con quien deseara compartirla, nos tomamos de la mano sin mirarnos, la aprieto con fuerza, una vez calmados nos besamos en silencio, nos miramos con amor y ella susurra lentamente:
-te amo Inuyasha Taisho.
-te amo Kagome Higurashi.
Y esa noche es de dos, en esa habitación, en la oscuridad, con la lluvia cayendo sin parar, nos volvemos a entregar experimentando mucho más.
-SEÑORA HIGURASHI-la voz del doctor en su consultorio me resulta lejana- SU HIJA TIENE LEUCEMIA MIELOIDE AGUDA (LMA) EN ADULTOS ES UN CÁNCER DE LA SANGRE Y LA MÉDULA ÓSEA-el silencio se propaga en el lugar-ESTE TIPO DE CÁNCER SUELE EMPEORAR RÁPIDO SI NO SE TRATA Y LAMENTABLEMENTE KAGOME YA NO TIENE TRATAMIENTO.
Continuara...
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Diario de un joven enamorado
FanficInuyasha era un adolescente rebelde, rico y acostumbrado a salirse con la suya, pero no contaba con la aparición de una maestra que le cambiaría totalmente la vida. ¿Puede alguien como él ser mejor persona? -Creo en ti-le dijo Naomi mirándolo a los...