"Siempre lo hicieron por mi"

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- E-estas seguro?

- ¡Claro!

- Okey 

Ambos comieron de la misma fruta, cada uno por un lado. No sabia diferente a los demás frutos.

- ¡Aa~!-Grito - ¡Esta muy rica! ¡Quiero mas! - Insistió el mas bajo.

- Pero si sigues comiendo no te va llenar, Sora.

- Per- Interrumpió el albino.

- Nada de peros, ven, vamos a mi casa, tal vez encontremos algo de comer.

- Okey- Dijo aun sonriente.

Fueron a casa de Riku que no quedaba tan lejos de allí.

- "Shh~"- Dijo Riku- No hay que hacer ruido, tal vez este mi mama.

Sora obedeció e intento no hacer mucho ruido. En un intento termino tirando una lampara causando un gran estruendo, por suerte del albino la lampara no se rompió y su madre no estaba.

Llegaron a la cocina y Riku miro entre la alacena y la heladera en busca de comida de verdad.

- Sora, ¿Te gusta el pescado?

- Si!

- ¿Y la ensalada?

- También.

- ¿Quieres eso de comer?

- ¡Si!- Grito con emoción.


En un abrir y cerrar de ojos el oji-agua marina estaba cocinando. Si, su madre le había enseñado a cocinar.

El sirvió la comida en dos platos diferentes y los dejo encima de una mesa de cuatro personas.

Con sobras, había preparado pescado con ensalada de tomate y lechuga con limón y sal.

- ¿Tienes las manos limpias?

- Si.

- A ver, muéstrame las.- Sora le mostró las manos - Están sucias, ve y lávate las.- Se lavo las manos y se las volvió a mostrar al de ojos agua marina.- Bien, ahora puedes comer.

Los ojos azules del pequeño se llenaron de brillo. Agradeció la comida y empezó a devorarla, al igual que Riku solo que este menos desesperado como el otro.

- Sora, ¿cuantos años tienes?- Cuestiono

El respondió con los dedos, marcando el numero cuatro.

- Cuatro años- se dijo a si mismo- ¿Sabes contar?

- Si. Solo se hasta el numero dos. U-uno? y... ¡Dos!- Lo dijo orgulloso de sí.

- Algún día te enseñare.  ¿Terminaste?

- Ya casi... ¡ Termine!- Dijo casi gritando.

- Bueno ahora ve a bañarte que estas sucio, yo limpiare tu ropa.

...

No hubo respuesta de Sora.

- Sabes bañarte ¿Cierto?.

- No, siempre lo hicieron por mi.

- ¿Quieres que lo haga por ti?

- ¡Si, por favor!

- Esta bien - Suspiro.



Nos volveremos a ver ¿Cierto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora