Nos volveremos a ver ¿Cierto?

"Ojalá"

Ya habían pasado dos días desde que Roxas le dijo aquellas cosas que Sora no se enteraba de él mismo. Y este seguía pensando en ellas y negándolas.

 Era de noche y el rubio seguía estando en el palacio junto a el castaño. Se iba a quedar una semana allí, ya que se aburria estando en su "casa".

- Tengo sueño – dijo Sora en un bostezo.

- Siempre lo tienes.

- Cállate, eso no es cierto. Hoy estuve practicando a usar la espada con Riku, estoy cansado y me duele todo el cuerpo.

- ¿A que tipo de espada te refieres?

- ¡Al arma!, ¡tonto! ¿Cuál más seria? – Grito avergonzado, con los cachetes un tanto carmesí.

- No lo sé -dijo sarcásticamente-, por tú reacción creo que tú si sabes.

- C-claro que sí. No soy un niño tan inocente como tú crees. Aparte ¿Por qué lo preguntas?

- Porqué dijiste "estoy cansado y me duele todo el cuerpo". Cualquier mente sucia pensaría que te metieron algo por ya sabes dónde.

- Ósea tú.

- Y tú.

- No, yo no.

- Pero tú también pensaste en eso. 

- Sh~ Silencio. Quiero dormir – menciono mientras se tiraba de espalda en su cama quedando su cabeza en su gran y esponjosa almohada-. Si quieres duerme aquí no creo que quieras ir caminando hacia tu habitación que esta en la otra punta del castillo.

- Tienes razón, pero no creo que pueda hacerlo.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Porqué sino tu novio se va a poner celoso- dijo como una burla.

- Ya te he dicho veinte mil veces que no es mi novio. Él es solo mi amigo.

- Si, me lo dicen siempre, y terminan siendo novios.

- ¿Quién te lo ha dicho?

- Tú, y mira, ya se andan besando en cualquier parte.

- ¿Q-que? ¿Desde cuándo? Ojalá- lo último lo dijo intencionalmente, pero bajo, causando que el se sonroje por sus palabras.

- Ves, ya lo aceptaste tú mismo.