𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕯𝖎𝖊𝖈𝖎𝖘𝖊́𝖎𝖘

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El agua revuelta salpica contra la rocosa costa mientras observamos el horizonte desde la orilla de la playa.

—Muy bien ¿Están listos?— le pregunto a Kazuto, Alice y Eugeo. Luego de comentarlo decidimos que era hora de hablar con Tieze. Eugeo y Alice se negaron a permanecer al margen así que aquí estamos.

Los tres asienten así que lanzo la caracola al mar y segundos después, una ahora familiar cabellera color vino aparece. Tieze se muestra ante nosotros con una sonrisa de oreja a oreja.

—Ya era hora de que me llamaran. Hola capitán, es un honor conocerte al fin, mi nombre es Tieze y he querido hablar contigo desde hace mucho — le dice a Kazuto, luego su atención pasa a mí. —Usaste mi lágrima ¿Cierto? Buena elección—

Sí, ella sigue repitiendo eso pero la verdad yo no termino de confiar en ella y menos después de que no me dijo toda la verdad sobre la maldición, si me hubiera dicho que eran dos lo habría pensado mejor y me niego a pensar que ella no lo sabía. Pero fue mi culpa por escucharla en primer lugar así que no puedo culparla.

La sirena nos observa deteniéndose de más en Eugeo. Extraaaño.

Kazuto aclara su garganta para llamar su atención. —mi nombre es Kazuto como ya has de saber, ellos son mi primer oficial Eugeo y mi segunda al mando Alice, a Asuna ya la conoces. Ahora, tu pediste una audiencia conmigo, aquí me tienes ¿De qué quieres hablar?—

Tieze asiente a Alice y le sonríe a Eugeo como saludo, luego se vuelve firme.

—De lo que quiero hablar ya lo sabes capitán, solo tenemos que ponernos de acuerdo para realizarlo—la sirena de pronto parece cohibida —no me gusta verlos de esta manera, prefiero que estemos a la misma altura, si me dan algo con que cubrirme podré ir a tierra y hablaremos mejor—

Al principio no le entiendo y creo que todos estamos igual, hasta que Kazuto dice —oh, claro. Eugeo dale tu chaqueta es lo suficientemente larga como par cubrirla y pueda salir del mar—
Eugeo Alice y yo parpadeamos sin comprender —sólo hazlo— dice Kazuto, Eugeo se quita su larga chaqueta azul y se la da a la sirena. Ella le sonríe brillante —gracias— dice dulcemente, luego se gira hacia mí y me entrega la chaqueta —necesitaré tu ayuda— la tomo sin tener una idea de lo que esta pasando ¿Que la chaqueta no era para ella? 
Luego, Tieze ve a Alice —también necesitaré tu ayuda—

Kazuto habla —les daremos espacio— toma a Eugeo por el brazo y ambos se dan la vuelta dándonos la espalda y murmurando entre si.

Observó a Alice confundida y ella sólo se encoge de hombros. Mientras tanto, la sirena se ha acercado más a la orilla y cuando su cuerpo deja de estar en contacto con el mar y toca tierra, algo mágico ocurre, su cola desaparece y se convierte en piernas tal y como pasó con Quinella en el barco, cuando pasó de verse como un pulpo a verse como humana, solo que Tieze está desnuda y a diferencia de la Reina parece no saber cómo usar sus piernas. Estas tiemblan cuando intenta ponerse de pie. Ahora entiendo porqué la chaqueta y el que los chicos nos dieran la espalda. 

Rápidamente me acerco a ella y la cubro con la chaqueta de Eugeo. La ayudo a colocársela y luego Alice y yo la ayudamos a ponerse de pie.

—Listo chicos, pueden voltear ya— dice Alice.

Kazuto y Eugeo nos enfrentan y no puedo evitar ver el brillo en los ojos de Eugeo al ver a Tieze de pie ahí con él cabello mojado que le llega a la mitad de su espalda y se derrama como vino por su cuerpo, cubierta únicamente por su chaqueta. Ella es hermosa y dulce y él lo ve también. Oh no, esto se puede complicar.

—¿Así que puedes estar en la tierra también?— le preguntó para calmar un poco la tensión.

—Sí, pero no estoy acostumbrada, es difícil. —dice tratando de mantenerse en pie.

The Curse Of The Sea Queen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora