Capítulo 11: Mi nuevo trabajo

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// Narra Kirito \\

Era una mañana fresca de otoño. Recién salía el sol, y antes de irme al trabajo me puse una chaqueta para el frío. Busqué entre los ganchos de mi armario, y mientras movía la ropa cayó algo al suelo—quizá fue lo que dejó Suguha el otro día y nunca me molesté en buscar—, que era aparentemente un juego de samuráis. No sé por qué lo dejó aquí, pero simplemente lo dejé en la orilla de la cama, pensando que seguramente Suguha entraría a limpiar mi cuarto y lo recogería. Poco tiempo después desayuné y me fui.

—Bienvenido—dijo desinteresadamente mi compañera de trabajo cuando llegué. Era una chica rubia, cuyo peinado era una trenza larga, y vestía ropa color azul celeste.

—Buenos días—entré por la puerta corrediza—. Oh, acá estás.

Vi a un chico rubio acercarse a mí con una gran sonrisa y con mucho ánimo, era como mi mejor amigo en el trabajo, que me dio unas palmadas en la espalda.

—"Kirito", qué bueno verte tan temprano—dio unos pasos—. Vamos, el trabajo nos espera.

Y entramos al salón de programación. Tenía unas pantallas grandes junto a computadoras donde configurábamos el software del videojuego. El chico rubio, acercándose a una silla me indicó que me sentara.

—Creo que es tiempo de que te expliquemos bien de qué se trata esto—dijo acercándose a la pantalla grande—. El nombre no está decidido aún, pero queremos llamarlo "Underworld". El anterior director del juego se retiró por diversas ocasiones, de modo que nos dejó el proyecto a nosotros—caminó un poco, y sacó una pizarra, empezando a dibujar mientras hablaba—. Su idea era peligrosa, ya que quería adentrar literalmente nuestras almas en el juego, pero rechazamos la idea y estamos haciendo un juego VR con realidad ultra avanzada, intentando simular el mundo real. Debido a este cambio repentino, no pudimos decirte todo en tu primer día de trabajo.

En la pizarra ahora había un dibujo de un casco parecido al NerveGear, unas montañas y una silueta de un humano.

—Sí, por eso necesitamos tu ayuda—agregó la chica—. No me había presentado bien antes, pero me llamo Alice. Alice Schuberg—cambió su expresión seria a una cálida sonrisa.

-Alice y yo hicimos unos personajes a nuestra semejanza como prototipo—dijo el rubio mientras ambos personajes aparecían en la pantalla—. Admira a Alice y Eugeo—hizo un ademán hacia ellos.

—Underworld, eh...—hice una pausa poniendo unos dedos en mi barbilla, pensativo—. ¿Eso no significa "inframundo" en inglés?

—Sí. Pero ese no es el significado literal del juego—comentó Alice—, queremos algo que refleje que será una copia del mundo real. The real world-dijo lo último en inglés, pronunciando lenta y cuidadosamente cada sílaba.

Ese día, me enseñaron más sobre la programación, como crear personajes, ciudades, era un proyecto muy difícil ya que intentábamos simular una calidad de juego semejante al mundo real, algo más allá que un juego de realidad virtual, aquél día llegué agotado a casa, con un mensaje de Sinon en mi teléfono, lo leí antes de irme a dormir, ya acostado en mi cama, aún usando mi ropa formal con los brazos y piernas extendidos.

Sinon: Kirito-kun ¿Te fue bien hoy?

Y conversamos un rato, aunque en cierto momento me dijo:

Sinon: Han pasado como 3 semanas desde que me pediste matrimonio pero... ¿No has pensado aún cuándo nos casaremos?

Es cierto, estaba centrado en ganar dinero para nosotros, pero no había planeado aún la boda. El trabajo me tenía agotado, mi mente se esforzaba mucho intentando hacer los mejores gráficos posibles que lo último que quería hacer esta noche era tener otra preocupación más. Sólo quería dormir, sin embargo le respondí:

Kirito: No te preocupes por eso, podemos ver juntos cuándo será. Mientras tanto, ¡conseguiré el dinero, todo irá bien, cariño!

Después de enviar eso, miré hacia un lado, y en la esquina de la cama estaba el estuche del juego de samuráis que había dejado esta mañana.

—¿Uh? Pensé que Suguha se lo llevaría.

Agarré el estuche y me senté en la cama, lo abrí por curiosidad y allí dentro había un CD. Lo saqué y debajo de donde éste estaba, había un pequeño papel con algo escrito.

—¿Qué es esto?—agarré el papel y lo miré de cerca y lo leí, estaba escrito en letra cursiva—. Av 69 Kanzaki . IHM YA-1509. ¿Y esto qué significa?

Sin pensarlo mucho, decidí devolver el papel al lugar en el que estaba, pero se me cayó el estuche y se le cayó el papel de la portada del juego que lo envuelve, y junto a ello un pedazo pequeño de aparentemente una foto. En ese pedazo de foto sólo se veía un hombro, y un mechón de pelo color almendra.

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Amor en un videojuego (Kirito x Sinon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora