¿Que vas a hacer conmigo?

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POV T.N

Jimin acelero aún más, tenía tanta prisa de no ser atrapado, con cada segundo que pasa mi cuerpo se quedaba tan inmóvil como sino tuviera vida. Me convertí en un cadáver por culpa del miedo. Yo sólo podia verlo. Jamas lo había visto así, tan serio, con la mirada al frente, él no decía nada al igual que yo pero, ¿Que podría yo decir? Si solo soy la víctima de aquí. Tenia mucho miedo, que pronunciar palabra alguna era imposible. Jimin se detuvo en un callejón oscuro y solitario. El miedo que tenia se volvió más intenso. Jimin salio del auto, no sabia que iba a hacer.

—Jimin por favor dejame ir. Te lo ruego.— supliqué, el miedo se apoderaba aún más de mi.

Ya no pude contener mis lsgrimas, las cuáles comenzaron a caer, el llanto era inevitable, jamás había llorado como hoy lo hago.

—Yo te dije que no te casaras y mira a lo que me obligaste— dijo en un tono triste y de reclamo.

—Jimin por favor.—  suplicaba y él no escuchaba.

—Tranquila no te haré daño—, tan seguro lo dijo.

Su mano se posó en mi boca cubriéndola al igual que la nariz con un trapo, durmiendome. Perdiendo la conciencia.

Pov. Suga

Corrí detrás del auto para poder alcanzarlo, corrí lo más rápido que mis pies podian dar, hasta que el se alejo demasiado, tan lejos que era imposible alcanzarlo. Caí de rodillas a la mitad de la carretera. La impotencia me consumía.

—¡¿Por que?!— grite mirando al cielo esperando respuesta alguna.

—Jimin, si la tocas te mato. Iré por ti T.N, por favor esperame... Prometo matarlo— y lo hice mirando al cielo.

En ese momento llegó Namjoom tocandome la espalda.

—La encontraremos Min. Tranquilo.— dijo con tanta seguridad y tranquilidad que lo caracteriza.

—Como demonios me pides que me tranquilize si acaban de secuestrar al amor de mi vida— el corazón me dolía al pronunciar estas palabras.

—Lo sé... Lo siento— realmente estaba arrepentido pero no tenía porque.

—No sabes ¿donde se la pudo a ver llevado?— pregunte pensando que el podría saber la respuesta, me intriga la respuesta que pueda darme. Aún sabiendo que no habría.

—No se, Jimin dejo de hablar con nosotros hace mucho tiempo— su voz, su voz mostraba arrepentimiento de no saber, pero no era su culpa.

—Pero tal vez sepa algo Tae, él es su mejor amigo ¿no?— quería encontrar respuestas y Tae era mi única opción.

Pov. Tae.

Mi mirada se centró en dirección a Min Yoongi y Namjoom que se acercaban a mí con prisas.

Min Yoongi me sujeto del cuello de mi camisa, aventandome hacia la fría pared, tenia miedo no sabia de lo que sería capaz de hacer. Sus ojos irradia una ira tan fuerte como el infierno.
Jamás lo había visto así de enojado, preocupado, triste, muchas emociones qué al mismo tiempo lo consumian.

—Dime todo lo que sepas de Jimin ¡Ahora! ¡¿Donde se la llevo?!— gritó, su voz, su semblante demostraban furia. Mucha furia.

—No lo sé, lo ultimo que supe es que él le confeso lo que sentía por ella algunos días antes y que ella lo rechazo.— dije sinceramente.

—Maldicion. ¿Que haré para encontrarla?— preguntándose Min Yoongi sin una respuesta aparente.

Pov. T.N

Desperté acostada en la cama de una habitación, me senté en la orilla de la cama y observe la enorme habitación.

Era bonita, todo era de un color blanco, tan elegante, la habitación era tan grande, espaciosa y con mucho lujo.  Observaba con atención cuando escuche una voz familiar.

—Que bueno que ya despertaste hermosa.— dijo con alegría el muy descarado.

—Jimin ¿donde estamos?— pregunté esperando una respuesta.

—En nuestro nidito de amor— su voz demostraba acaso "¿amor?".

—Jimin dejame ir por favor.—  supliqué  nuevamente.

—No, tu eres mía, entiendelo.— dijo con enfado

—¿Que me vas a hacer?— pregunté, mis dudas aumentan con cada segundo que pasa.

—Nada amor mío— su voz era tan tranquila que podría tranquilizar al mundo entero.

Tomo el arma y me apunto. Algo que jamás esperé.

—¡Levantaté!— ordenó con una voz firme.

Me levante con mucho miedo. Mi piernas me temblaban.

—¡Quitate el vestido!— ordenó.

—No— dije con la cabeza esperando que se calmara.

—No te pregunte, te lo estoy ordenando—, aún con voz fuerte y gruesa. Dijo apundandome.

Obedecí, deshaciendo de mi cuerpo el hermoso vestido blanco, quedando en una lencería muy sexy que había comprado especialmente para esta fecha.

Jimin se mordía él labio mientras me miraba de pies a cabeza. Se acerco, comenzando a besar mi cuello, tomarme por la cintura.

—¿Que estas haciendo Jimin? Porfavor dejame. Te lo ruego.— quería que parará.

—No lo haré. ¿Sabes? Siempre he querido hacerte mía. No sabes cuantas ganas tengo de hacerlo—, su voz se oía excitada y gruesa.

Pasaba sus manos por todo mi cuerpo sin dejar algún centímetro.

—Por favor Jimin no lo hagas— suplique.

—Hoy serás mia— dijo tan seguro.

Él me beso pero yo no seguí el beso,  pero él no se detuvo, me quito él sosten con mucha desesperacion, solo caían lágrimas de mis ojos, le suplicaba una y otra vez lo mismo pero él no hacia caso. Empezó a masajear uno de mis pechos y el otro se lo llevo a la boca pasando sus manos por mi vientre, procedió a bajar sus caricias, deshaciéndose de mi ultima prenda qué me cubría, mientras él ya se había quitado toda la ropa en un instante.

—Ponte de rodillas, ya sabes que hacer—ordenó.

No quería pero me seguía apuntando con el arma, solo sentía mis lágrimas caer. Tenía miedo y asco, temia por mi vida y solo me quedaba obedecer y hacerle su oral con mi falta de experiencia.

Después me levanto, llevándome a la cama, penetrando mi intimidad, daba embestidas rápidas y fuertes, demasiado fuertes, parecía que me querría romperme en mil pedazos.
Así se paso toda la noche, hasta que quede dormirda, después de tanto llorar, jamás imagine que así sería mi primera vez.

—"Mañana sera otro día"— Me decía a mi misma.

"Secuestrada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora